jueves, 10 de enero de 2019

Del corazón y otras razones

Con este se da continuación a la serie de relatos del exilio, de mi exilio a España en enero de 2007. El texto en su conjunto se denomina: “Relatos del Exilio de una víctima marica”

9 de enero de 2007

Este es el segundo día en el que escribo sobre mis recuerdos; he pensado sobre qué llevar conmigo y qué dejar en el momento de la partida a mi exilio... es una difícil decisión porque los elementos que acompañan mi vida cotidiana se reducirán a aquello que cabrá en dos maletas.
Al regresar a Bogotá desde El Boquerón[1] debo tener claro que voy a iniciar una nueva vida y que son pocas las pertenencias que puedo llevar conmigo; tan solo dejaré a personas concretas algunas de mis cosas; objetos que me gustaría retomar si es que alguna vez regreso a Colombia. Mis libros serán donados a una universidad y al movimiento LGBT y la gran mayoría de mis objetos tendrán a otros como sus propietarios.
Este día lo viviré con liviandad... No quiero dar explicaciones a ninguna persona; ya la pesadumbre de tener que abandonar tantas cosas y recuerdos me incrementa la desazón.
Una de las situaciones más difíciles que se me plantea a cortísimo plazo es hablar con John Cárdenas. Llevamos poco tiempo de andar juntos y estoy feliz con esa relación, pero la incertidumbre de la muerte o de cualquier otro tipo de partida pone freno a los afectos y me lleva a tomar decisiones que no quisiera asumir. No creo en las relaciones a larga distancia porque tengo claro que incluso las presenciales son difíciles.
El hecho de que me hayan aceptado en la Universidad del País Vasco en el doctorado en Psicopedagogía y que pueda conseguir por la Embajada de España una visa de estudiante me produce cierta tranquilidad porque es mucho más fácil que me la den de este tipo que una de turista. También me tranquiliza tener que llegar a estudiar porque integrarme a un doctorado que ya ha iniciado no me va a dejar mucho tiempo para entrar en crisis.
9 de enero de 2019 sobre lo sucedido hace 12 años en esta misma fecha.
En este link puede leer la primera parte de estos “Relatos del Exilio de una víctima marica”



[1] Finca familiar de recreo ubicada en El Tolima, Colombia

Gozar de la cercanía de los seres amados: El mari(ca)... del Manuel

Con este se inicia una serie de relatos del exilio, de mi exilio a España en enero de 2007. El texto en su conjunto se denominará: “Relatos del Exilio de una víctima marica”

Lunes 8 de enero de 2007

Sé que aún no llega la respuesta. Los festivos atrasan la decisión de la embajada y yo espero me confirmen la entrega de la visa. Ayer visité a mi amiga Yolanda y estando en su finca me han vuelto a llamar, los enemigos de la paz me informan que saben dónde estoy. Lo dudo… las nuevas tecnologías permiten rastrear los teléfonos y ubicar a las personas, pero prefiero creer que estos paramilitares son ignorantes y tan sólo pretenden intimidarme.
Estoy indeciso entre si me quedo disfrutando los últimos días en compañía de la familia o me regreso a Bogotá para hacer las maletas; prefiero dejarlo al azar, termino quedándome. Sé que debo viajar a España al día siguiente de que me entreguen el pasaporte, pero estando en casa en más fácil que me ubiquen con una llamada telefónica. No podemos dejar de responder al teléfono, las personas en crisis de salud y emocional no tienen la culpa de lo que a mí me sucede. Soy yo quien decidió crear ciertos frentes de trabajo… Prefiero seguir con mis informes sobre la Explotación comercial sexual de niños, niñas y adolescentes.
Ricardo es el único que sabe que mis objetivos para viajar no son precisamente el estudio, sino que se relacionan con el exilio. De la llamada de amenaza de muerte que incluía por primera vez a mi familia fue testigo la periodista Lucero Rodríguez, quien preparaba para la Revista Carrusel de el periódico El Tiempo (Bogbotá, Colombia), el artículo “El mari... del Manuel” sobre mi militancia marica. Artículo que fuera publicado el 15 de diciembre de 2006.
Alicante, 8 de enero de 2019
Publicado inicialmente en este link
La segunda parte puede leerse en este link