domingo, 24 de febrero de 2008

la bisexualidad no es un estado intermedio

Interesante reflexión la de Oscar Ceballos, en su colaboración a AGMagazine.com titulada
¿La bisexualidad es ser gay o es un estado intermedio?

Aun cuando me preocupa la frase de cierre: «La persona bisexual debe ser considerada gay porque mantiene relaciones homosexuales»; Si ello fuera cierto, entonces, la persona bisexual debería ser considerada heterosexual porque mantiene relaciones heterosexuales.Mejor dicho, una persona bisexual sería como dios: tres personas distintas (bisexual, homosexual y heterosexual) y un solo ser verdadero (uno que no tiene claro qué es).

Una persona es bisexual cuando tiene una identidad de orientación sexual como tal; es decir, no se piensa ni asume a sí mismo homosexual ni heterosexual, sino bisexual. Si una persona tiene relaciones bigenitales, biafectivas, bieróticas, y es bideseante, pero tiene una identidad sexual homosexual u heterosexual, tiene un conflicto identitario que requiere apoyo emocional, que le ayude a definirse en su identidad de orientación sexual.

Muy seguramente dicha persona prefiere asumir esa movilidad identitaria como una manera de evitarse conflictos con sus parejas hombres y mujeres, pero puede estar segura de que estos serán mayores cuando sus parejas se enteren de la realidad; conflictos que repercuten en sí mismo(a) y en consecuencia le producen daño emocional.

Las personas que no lo saben de dicho conflicto particular en sus parejas, asumen que tienen una relación homosexual o heterosexual, depende del caso, pero el hecho de que la pareja me piense, me asuma y me explique de esa manera, no quiere decir que se sea aquello que ellos(as) piensan.

Aun cuando acepto que la identidad de orientación sexual puede transitar en las múltiples posibilidades, estos tránsitos no son fruto de la falta de aceptación, sino del redescubrimiento de otras posibilidades.

Ahora bien, Oscar puede llamar a lo suyo como desee, está en todo su derecho: pero intentar ser un polívoco diverso en la denominación de la orientación sexual no es muy saludable, porque en este caso es muy difícil «rendirle bien a diferentes señores» y quedar bien con un mismo y con los(as) otros(as), sin producirse/les daño en el intento.

martes, 5 de febrero de 2008

4F, no más FARC, y ¿Ahora qué?

Quienes a través de la red Facebook convocaron la marcha del 4F, en una campaña llamada “Un millón de voces contra las FARC”, no son políticos de carrera, son solamente un grupo de jóvenes, estudiantes y profesionales colombianos en contra del grupo insurgente. Nunca imaginaron la respuesta que alcanzaron y menos que se movilizarían mas de un millón de personas en 130 ciudades del mundo.

Pero, una cosa fue la marcha organizada por estos idealistas, otra distinta la que Uribe y sus embajadores capitalizaron como una poderosa arma política o como un arma de guerra; la de los marchantes colombianos que hicieron de ella una muestra de resistencia civil, y otra, aun mas diferente, por ejemplo la de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) de España, o la de los familiares de los secuestrados que prefirieron no dejarse “manosear de los políticos” y subir sus protestas, en forma de plegarias, al cielo.

Camilo Garavito, el coordinador de la marcha en la Plaza Mayor de Madrid dijo a la agencia Efe que se trataba de una iniciativa de la "sociedad civil" colombiana en "homenaje a las víctimas de las FARC".

La AVT anunció su adhesión a todas las protestas porque considera "imprescindible que cada día se refuercen más los lazos internacionales de las víctimas del terrorismo". En su comunicado, insistió en que reforzar los lazos internacionales de las víctimas del terrorismo porque con ello se lograría que los delitos de terrorismo fuesen juzgados por la Corte Penal Internacional, "obteniendo la consideración de imprescriptibles", y que se llegase a un acuerdo internacional sobre la definición de víctima del terrorismo.

Muchos de los ciudadanos de a pie hicieron su propia marcha, algunos incluso hasta se negaron a usar la camiseta blanca, lucieron carteles y gritaron consignas como "No más secuestros", "No más muertes", "No más terrorismo", "Chaves go home", "Adelante presidente", "No mas mentiras, no más muertes", "Farc terroristas, fuera de nuestra patria"; consignas que se lanzaron contra los violentos en general, pero cabe aclarar que se oyeron muchas menos que fueran directas alusiones contra las FARC.

Pese a la multitudinaria marcha mundial en contra de las FARC, en Buenos Aires hubo una nota discordante, allí las FARC encontraron grupos de adeptos, que pretenden olvidar que esta narcoguerrilla marxista que asola a Colombia, ha asesinado, secuestrado y obligado a desplazarse a millones de personas.

Lo más importante de toda esta movilización fue el despertar de una ciudadanía fragmentada, que parecía no conmoverse con ninguna noticia. La participación política de unos ciudadanos, viviendo en Colombia o fuera de ella, que se dieron cuenta de que el poder ciudadano tiene un peso político y de que no solo con el voto se transforma el país, sino que además, la participación política implica una presencia activa en los temas álgidos de la agenda política.

Queda una duda frente a la cual no parece haber una respuesta en este momento, algo que los organizadores iniciales tal vez nunca se preguntaron ¿Qué esperan los colombianos después de esta protesta?

Intentemos algunas respuestas. La más ingenua de todas sería pensar que las FARC se solidarizarán con el pueblo colombiano y entregarán a todos los secuestrados… no, ellos sólo están interesados en golpes de opinión a través de las entregas, o en deshacerse de el estorbo que es tener a unos enfermos y de paso aparecer como solidarios y respetuosos de la vida.

Otra respuesta, pudiera ser por ejemplo, que la guerra interna se extienda a todo el país, como una manera de “acabar con las FARC”. En ese caso ¿estarían los colombianos dispuestos a sufrir de las incomodidades propias de la guerra, aun en aquellas ciudades en las que “nunca parece suceder nada”?, o ¿a pagar más impuestos y apoyar con ello sus exigencias?

La conciencia ciudadana se está transformando, ese pequeño grano de arena, que yo no apoyé porque no salí a marchar y ya conocen mis razones, puede ser parte del cimiento de una gran construcción. Supongo que marchar ayudará a la reflexión, a una mayor participación, a incrementar la conciencia política, pero me gustaría saber, si usted que marchó ¿Ya tiene una respuesta?

Publicado inicialmente en Revista Semana, Colombia. http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29

Articulos relacionados: http://investigadormanuelvelandia.blogspot.com/2008_01_01_archive.html