Seis de cada 10 lesbianas, homosexuales, bisexuales y transgeneristas han sido víctimas de agresiones verbales en las calles bogotanas y uno de cada cinco ha sido víctima de violencia física, justificadas en su sexualidad.
La Corporación Promover Ciudadanía, una ONG cuyos investigadores son profesionales de las ciencias sociales, humanas y artes de las universidades Nacional, Pedagógica y los Andes, realizó la encuesta denominada 'Homofobia y convivencia ciudadana en Bogotá' aplicada a una muestra de 440 personas, miembros de la comunidad LGBT, durante la última marcha del orgullo gay llevada a cabo en esta ciudad el 2 de julio de 2006.
La violencia verbal ha llegado a tal extremo que escribir un blog como el que usted lee en este momento significó que a su autor, Manuel Velandia, le amenazaran de muerte la semana anterior, muy seguramente por nombrar en su escrito sobre la violencia sexual mediática, a los paramilitares.
¿Cuántas son las posibles victimas de las distintas formas de violencia en la ciudad?
Para responderlo habría que conocer a cuánto haciende el número de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Trangeneristas (LGBT) en Bogotá. Difícil respuesta en el caso de los y las transgeneristas dado que ésta población es poco investigada en el paísLas cifras utilizadas para el siguiente análisis tienen como fuente el reciente censo realizado en el país por el DANE, la reflexión parte de la consideración generalizada de que la vida sexual activa se inicia a los 15 años y culmina a los 65; aun cuando los mas recientes estudios demuestran que realmente se inicia hacia los 12 años y en muchos casos culmina después de los 70.
En Bogotá, en este momento, el 67% de los hombres (2´171.552) se encuentra en estos rangos etareos, en consecuencia tiene vida sexual activa; entre el 7 y el 10% de ellos son homosexuales, tomando la media sería 184.582 el número de hombres con dicha orientación sexual en ésta ciudad.
El único estudio que en Colombia que se ha aproximado a conocer cuántos hombres tienen sexo con otros hombres y no se consideran a sí mismos homosexuales (HSH), fue desarrollado por Lucero Samudio y su equipo en la Universidad Externado de Colombia en 1992; dicha investigación informó que el 28% de los hombres en este país ha tenido encuentros genitales tanto con hombres como con mujeres, en consecuencia se puede extrapolar que en Bogotá hay 608.035 HSH, excluyendo de este grupo a los homosexuales.
Las lesbianas son entre el 2 y el 4% de las mujeres con vida sexual activa; es decir, en Bogotá entre 48.648 y 97.2960 entre ellas tendrían dicha orientación y no contamos aquí a las mujeres bisexuales y las que tienen sexo con otras mujeres.
Homofobia
La violencia física y verbal son entre otras manifestaciones propias de la homofobia. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define a la homofobia como la aversión obsesiva hacia los homosexuales.
Sin embargo, dicha animadversión tiene como víctimas a todo el sector LGBT y se fundamenta en la idea de que los hombres “deben ser”, según el modelo judeocristiano, machos, masculinos, falocráticos y heterosexuales.
Por supuesto, los homosexuales y las lesbianas transgreden desde su “querer ser” y en su cotidiano “estar siendo” los modelos culturales tradicionales y las relaciones sociales preestablecidas al asumir como el/la sujeto de su deseo, erotismo, genitalidad y afectividad a alguien del mismo sexo; los y las bisexuales son considerados aun mas transgresores ya que se cree que “rompen con el esquema de la monogamia para introducirse en la poliginia (múltiples contactos genitales con diversas mujeres) y/o la poliandria (múltiples contactos genitales con diversos hombres), además de engañar tanto a unas como a otros”.
Las transvestis y otras personas que transitan de la masculinidad a la feminidad, más que quienes lo hacen de la feminidad a la masculinidad, son uno de los grupos mayormente vulnerados, estigmatizados, segregados y excluidos por todos los demás sectores en la sociedad. Dicha situación está directamente relacionada con los conflictos que se generan en relación con las manifestaciones de su identidad, es especial con su feminización en los comportamientos, vestido, accesorios y en especial con la vivencia de su cuerpo y genitalidad.
El desconocimiento sobre las sexualidades, los géneros y las orientaciones sexuales ha conducido a que se manifiestan actitudes fuertes de intolerancia, especialmente frente a sectores como los homosexuales, tal y como lo afirmó previamente la investigación desarrollada, sobre la cultura ciudadana en Bogotá, en dos oportunidades por la Alcaldía durante el gobierno de Mokas. En dicho estudio se demostró, al indagar el grado de aceptación frente a diversos tipos de vecinos, que el 46% de las personas encuestadas admitieron tener dificultades para aceptar convivir en su vecindario con esta población.
Bogotá ¿Indiferente?
Bogotá es un “paraíso” en el que sus habitantes segregan, separan y estigmatizan porque a los ciudadanos y ciudadanas se les dificulta aceptar al otro como un autentico otro, es decir como alguien único y por tanto distinto de sí mismos(as) en su construcciones teóricas, experiencias, vivencias y emociones.El Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas para Bogotá D.C. 2004 - 2008, del Alcalde Lucho Garzón, en lo pertinente al tema de mujer y géneros evidencia la no exclusión por razón de géneros u orientación sexual como parte esencial de la política publica denominada “Bogotá sin Indiferencia”.
Desde la anterior premisa la Mesa LGBT de Bogotá solicitó a la Alcaldía, y ésta lo aceptó, trabajar conjuntamente a favor de la no exclusión social como parte del interés de la ciudad en que los ciudadanos participen activamente en la planeación de la ciudad que quieren; para ello se construyó un escenario de concertación en temas tales como: derechos humanos, transformación de imaginarios (sistema educativo, formación de funcionarios, educación de docentes, trabajo cultural), sensibilización de las autoridades de policía (código de policía, problemas de cierre de establecimientos que ofertan servicios a esta población, maltrato a los ciudadanos LGBT por parte de algunos miembros de ésta entidad), salud con énfasis en sida y enfermedades de transmisión sexual, cultura, investigación de aspectos culturales y sociales que movilizan la indiferencia y la homofobia.
Hasta el momento, a pesar del lanzamiento con bombos y platillos de la idea sobre la política por parte de la Alcaldía el pasado 28 de junio, el Consejo de Bogotá no ha ratificado el “Proyecto de acuerdopor medio del cual se establecen lineamientos de política pública en relación con personas lesbianas, gay, bisexuales y transgeneristas —LGBT— en Bogotá y se dictan otras disposiciones”, radicado para las sesiones de noviembre de este año, bajo el número 480. Sin embargo, no dudo que el Alcalde seguirá apoyando esta iniciativa.
La concertación para co-construir ciudadanía se fundamenta además de la violencia ya expresada, en que los/las LGBT tienen constitucionalmente los mismos derechos que los heterosexuales. Si las preferencia sexual y/o de género son asumidas libremente por la persona, como lo sostienen algunos enfoques, entonces esa escogencia se encuentra protegida como un elemento esencial de su autonomía, su intimidad y en particular de su derecho al libre desarrollo de la personalidad, (Constitución Política de Colombia Art.16).
Si por el contrario, se encuentran biológicamente determinadas, como lo sostienen algunas investigaciones, entonces la marginación de estos sectores sociales es discriminatoria y violatoria de la igualdad, pues equivale a una segregación por razón del sexo (C. P., art.13).
Por cualquiera de las dos vías que se analice, el resultado constitucional es idéntico, por cuanto implica que todo trato diferente fundado en la orientación sexual o en el género de una persona se presume inconstitucional, más aún cuando se hace referencia a Derechos Fundamentales.
De lo anterior se desprende que el articulo 42 de la Constitución viola el Principio de Igualdad, ya que si en el artículo 13 de la misma fundamenta la no discriminación a ninguna minoría en Colombia, desde él se puede concluir que todas las personas somos iguales ante la Ley y las autoridades, y que nadie puede ser objeto de discriminación en razón su orientación sexual así ésta no sea la heterosexualidad, socialmente considerada como “el deber ser”. Con base en el principio de Igualdad, no puede haber ningún título jurídico que permita discriminar a un homosexual, una lesbiana, un o una trangénero, o un o una bisexual por el tipo de pareja que constituye o por el género en que se desea experienciar.
Las violencias ejercidas contra los LGBT no solo afectan a éstos y éstas como víctimas sino también a los/las victimarios/as, buscando dar respuesta a esta situación, en la zona de Chapinero, en Bogotá, se abrirá próximamente el “Centro comunitario LGBT” financiado por la Alcaldía Local de Chapinero. Cabe preguntarse, qué hará la ciudad con relación a los varios millones de posibles victimarios que habitan la ciudad.¿Será que es necesario que se produzcan muchas más amenazas, atentados, asesinatos y otras formas de violencia contra la vida de los homosexuales, lesbianas, transgeneristas y bisexuales como para que la ciudad haga efectiva la prometida campaña contra la no discriminación y la convivencia democrática?
Post escrito:
Quiero agradecer a todos y todas quienes se han manifestado apoyándome emocional, logística y jurídicamente con relación a la amenaza de muerte suscitada a partir de algunos comentarios realizados con relación al paramilitarismo, tanto en el Blog publicado la semana anterior en Semana.com denominado “Otro marica muerto” como también en la Facultad de Sociología de la Universidad Cooperativa al hablar sobre la defensa por los derechos civiles de las parejas del mismo sexo.
En estos momentos en que emocionalmente me encuentro bastante inestable es agradable contar con la voz de aliento del movimiento LGBT colombiano (especialmente de la gente de Colombia Diversa), de las organizaciones de derechos humanos y de aquellas que trabajan por la libertad de prensa, y reiterar la certeza de que en ellas hay hombres y mujeres dispuestos(as) a acompañar y solidarizarse en y con las luchas por los derechos de los excluidos y excluidas de nuestro país.
Publicado inicialmente en Revista Semana.com http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29
miércoles, 27 de diciembre de 2006
Tiremos antes de que se muera
Esta frase dicha por un amigo como una manera muy extraña de demostrar su cariño y un acto de solidaridad hacia mi, en razón a las amenazas de las que recientemente he sido víctima, muy seguramente por atreverme a hablar sobre la “parapolítica”, viene como anillo al dedo para hablar de dos temas que me preocupan en estos días: el daño emocional que causa una amenaza de muerte y el sida, cuyo Día mundial se conmemora el primero de diciembre.
Creo que la amenaza opera emocionalmente de una manera bien extraña, primero me hizo sentir finito, mejor dicho un mortal tal mortal como cualquier vivo; después me puso a pensar en el sentido de mi vida cotidiana, a reflexionar sobre si aquello en lo que creo, lo que pienso, lo que digo, lo que escribo, lo que hago es realmente importante, pero además si aquello por lo que lucho es tan significativo como para morir por ello.
Me alegra saberme en lo correcto, entender que los caminos de la paz son muy diversos y que aun cuando pareciera que la paz es una situación directamente relacionada con la guerra, realmente se construye en todos los momentos del cotidiano, aún en los momentos en que estoy investigando temas que para algunos se antojan bastante álgidos o en clase, con mis estudiantes, hablando sobre la situación nacional.
La paz es en sí misma un espacio de convivencia armónica y democrática, y solo es posible si cada un@ de nosotr@s es inviolent@. Sí cada un@ de l@s conciudadan@s actúa, plantea soluciones, asume que ésta no es viable sin su participación activa y si nos autorizamos a no permitir ninguna forma de violencia, incluso, aquellas tendientes a obligarnos a callar.
La vida se plantea como un permanente juego de múltiples elementos. Todo proceso individual, de pareja, grupal o social, es decir toda actividad cotidiana es un juego que se realiza en la búsqueda de espacios vitales que den sentido a la existencia, al diario vivir y a la convivencia, como también lo son pensar o hacer el amor; este juego se contempla como interacción permanente y dinámica. La interacción es asumida, interpretada y explicada por una serie de razones de diversa índole: emocionales, lógicas y prácticas, cuyo carácter estético, lúdico y místico justifican nuestra existencia.
Comprender la vida implica reconocerse como parte del juego, del dinamismo social; pero comprenderla no significa aceptar y callar las formas de violencia que atentan contra el bienestar individual y colectivo, contra la democracia y la posibilidad de ser todos y todas ciudadanos de la mima clase, cualquiera que sea el sexo, el género o la orientación sexual.
Comprender la vida implica reconocerse un ser emocional y ello tiene sus bemoles. Estallamos por donde menos lo pensamos, entramos en crisis por los hechos mas anodinos… hace unos días, estando en mi cama, se me acercó Botas, una de mis gatas, yo la acaricié y en ese momento pensé: quién cuidará los gatos si a mi me matan, será que alguien las querrá como yo las quiero. Las lágrimas brotaron de mis ojos como sucede ahora mismo cuando escribo esta reflexión; por supuesto uno piensa en situaciones que parecen tontas si suceden después de que uno muere, por ejemplo: quién se queda con los libros, los muebles, los escritos, las cartas y tarjetas de amor… Hechos que parecen no tener alguna importancia se transforman y adquieren un gran sentido.
No es que aquello que realmente es importante pase a un segundo plano, es más, me he hecho más conciente de todos mis momentos y esto me ha motivado a hablar, a no callar, a denunciar… porque inicialmente pensé en quedarme callado, tuve miedo de ir a la Defensoría del pueblo o ir a la Fiscalía, no porque temiera que allí me pasara algo sino precisamente porque denunciar es hacer aun mas concientes las amenazas.
Considero que ninguno de nosotros debe callar, porque si lo hacemos los enemigos de la paz, de la vivencia plena de nuestros derechos habrán logrado su cometido: taparnos la boca, impedir que seamos ciudadanos plenos, que temamos a algo que es evidente, aunque sepamos que todos vamos a morir.
La amenaza del sida
La amenaza de muerte que se supone es el sida parece ser diferente para quienes viven con él que para quienes aun no se han infectado. El sida debe entenderse como una enfermedad similar a la violencia en el país: la gente siempre cree que le va a afectar a otros pero nunca a ellos. Si se es heterosexual se cree que es de maricas, si se es mujer se asume que solo afecta a las que son infieles, si se tiene pocas o una pareja sexual se considera que le da a quienes tienen múltiples compañeros sexuales, si se vive en una pequeña ciudad afecta los que habitan las grandes capitales, si se vive en Colombia de piensa que eso es grave en África.
Muchas entre las 171.000 personas que se cree están infectadas en Colombia (cifra que está mucho mas debajo de la que el mismo gobierno aceptó hace algunos años) y entre los 4,3 millones de nuevos infectados con el virus del sida y los 2,9 millones de personas muertas en el ultimo años (cifras del informe anual de ONUSIDA) nunca pensaron que por haber una chispa en la casa del vecino el fuego podría llegar a su casa.
Los homosexuales siguen pensando que porque se considera que Batman es homosexual ellos son en consecuencia superhéroes… pero que va eso es tan solo de las tiras cómicas porque ésta es la población más afectada en Bogotá. En esta ciudad uno de cada 5 homosexuales (Liga Colombiana de Lucha contra el sida) y uno de cada 6 transvestis laborando sexualmente viven con el VIH o el sida (Velandia/Apoyémonos 2004).
Morir por amor
En Colombia una de cada cuatro personas que vive con sida es mujer. Una de ellas a quien apoyé emocionalmente hace algunos años me permitió algunos meses después que la entrevistara con respeto a su decisión conciente de infectarse con el virus del sida; algunas frases de dicha entrevista ilustran cómo el amor por otros o la falta de amor por sí mismo nos pone en riesgo.
Siempre fui una mujer a la que todos los hombres dejaban... Nunca fui feliz y cuando me encontré al que era mi marido, yo supe que era marica pero no me importó. Él nunca me puso problemas por nada, fue tierno, cariñoso, respetuosos, adorable... creo que si él resucitara yo volvería a vivir con él. Yo sabía que él tenia relaciones ocasionales con algunos hombres pero la casa siempre me la respetó.
Cuando supe que tenía sida, unos días antes de que se me muriera, yo no me sorprendí pero me prometí a mi misma que nada iba a cambiar entre los dos... Él no quería que tuviéramos sexo pero yo casi lo obligué.
Yo no sabía si estaba infectada, pero quería estarlo, pues de qué me sirve la vida sin él. Sé que nunca más seré feliz, menos aún si se llegan a enterar que él murió así y que yo estoy infectada. La gente es mala y yo quiero seguir siendo como fui con él, sólo corazón, mucho amor, pero no creo que haya otro hombre igual a él, que me merezca."
Creo que no se requieren más comentarios, de cada uno depende el camino que le da a su existencia, pero las amenazas existen.
Creo que la amenaza opera emocionalmente de una manera bien extraña, primero me hizo sentir finito, mejor dicho un mortal tal mortal como cualquier vivo; después me puso a pensar en el sentido de mi vida cotidiana, a reflexionar sobre si aquello en lo que creo, lo que pienso, lo que digo, lo que escribo, lo que hago es realmente importante, pero además si aquello por lo que lucho es tan significativo como para morir por ello.
Me alegra saberme en lo correcto, entender que los caminos de la paz son muy diversos y que aun cuando pareciera que la paz es una situación directamente relacionada con la guerra, realmente se construye en todos los momentos del cotidiano, aún en los momentos en que estoy investigando temas que para algunos se antojan bastante álgidos o en clase, con mis estudiantes, hablando sobre la situación nacional.
La paz es en sí misma un espacio de convivencia armónica y democrática, y solo es posible si cada un@ de nosotr@s es inviolent@. Sí cada un@ de l@s conciudadan@s actúa, plantea soluciones, asume que ésta no es viable sin su participación activa y si nos autorizamos a no permitir ninguna forma de violencia, incluso, aquellas tendientes a obligarnos a callar.
La vida se plantea como un permanente juego de múltiples elementos. Todo proceso individual, de pareja, grupal o social, es decir toda actividad cotidiana es un juego que se realiza en la búsqueda de espacios vitales que den sentido a la existencia, al diario vivir y a la convivencia, como también lo son pensar o hacer el amor; este juego se contempla como interacción permanente y dinámica. La interacción es asumida, interpretada y explicada por una serie de razones de diversa índole: emocionales, lógicas y prácticas, cuyo carácter estético, lúdico y místico justifican nuestra existencia.
Comprender la vida implica reconocerse como parte del juego, del dinamismo social; pero comprenderla no significa aceptar y callar las formas de violencia que atentan contra el bienestar individual y colectivo, contra la democracia y la posibilidad de ser todos y todas ciudadanos de la mima clase, cualquiera que sea el sexo, el género o la orientación sexual.
Comprender la vida implica reconocerse un ser emocional y ello tiene sus bemoles. Estallamos por donde menos lo pensamos, entramos en crisis por los hechos mas anodinos… hace unos días, estando en mi cama, se me acercó Botas, una de mis gatas, yo la acaricié y en ese momento pensé: quién cuidará los gatos si a mi me matan, será que alguien las querrá como yo las quiero. Las lágrimas brotaron de mis ojos como sucede ahora mismo cuando escribo esta reflexión; por supuesto uno piensa en situaciones que parecen tontas si suceden después de que uno muere, por ejemplo: quién se queda con los libros, los muebles, los escritos, las cartas y tarjetas de amor… Hechos que parecen no tener alguna importancia se transforman y adquieren un gran sentido.
No es que aquello que realmente es importante pase a un segundo plano, es más, me he hecho más conciente de todos mis momentos y esto me ha motivado a hablar, a no callar, a denunciar… porque inicialmente pensé en quedarme callado, tuve miedo de ir a la Defensoría del pueblo o ir a la Fiscalía, no porque temiera que allí me pasara algo sino precisamente porque denunciar es hacer aun mas concientes las amenazas.
Considero que ninguno de nosotros debe callar, porque si lo hacemos los enemigos de la paz, de la vivencia plena de nuestros derechos habrán logrado su cometido: taparnos la boca, impedir que seamos ciudadanos plenos, que temamos a algo que es evidente, aunque sepamos que todos vamos a morir.
La amenaza del sida
La amenaza de muerte que se supone es el sida parece ser diferente para quienes viven con él que para quienes aun no se han infectado. El sida debe entenderse como una enfermedad similar a la violencia en el país: la gente siempre cree que le va a afectar a otros pero nunca a ellos. Si se es heterosexual se cree que es de maricas, si se es mujer se asume que solo afecta a las que son infieles, si se tiene pocas o una pareja sexual se considera que le da a quienes tienen múltiples compañeros sexuales, si se vive en una pequeña ciudad afecta los que habitan las grandes capitales, si se vive en Colombia de piensa que eso es grave en África.
Muchas entre las 171.000 personas que se cree están infectadas en Colombia (cifra que está mucho mas debajo de la que el mismo gobierno aceptó hace algunos años) y entre los 4,3 millones de nuevos infectados con el virus del sida y los 2,9 millones de personas muertas en el ultimo años (cifras del informe anual de ONUSIDA) nunca pensaron que por haber una chispa en la casa del vecino el fuego podría llegar a su casa.
Los homosexuales siguen pensando que porque se considera que Batman es homosexual ellos son en consecuencia superhéroes… pero que va eso es tan solo de las tiras cómicas porque ésta es la población más afectada en Bogotá. En esta ciudad uno de cada 5 homosexuales (Liga Colombiana de Lucha contra el sida) y uno de cada 6 transvestis laborando sexualmente viven con el VIH o el sida (Velandia/Apoyémonos 2004).
Morir por amor
En Colombia una de cada cuatro personas que vive con sida es mujer. Una de ellas a quien apoyé emocionalmente hace algunos años me permitió algunos meses después que la entrevistara con respeto a su decisión conciente de infectarse con el virus del sida; algunas frases de dicha entrevista ilustran cómo el amor por otros o la falta de amor por sí mismo nos pone en riesgo.
Siempre fui una mujer a la que todos los hombres dejaban... Nunca fui feliz y cuando me encontré al que era mi marido, yo supe que era marica pero no me importó. Él nunca me puso problemas por nada, fue tierno, cariñoso, respetuosos, adorable... creo que si él resucitara yo volvería a vivir con él. Yo sabía que él tenia relaciones ocasionales con algunos hombres pero la casa siempre me la respetó.
Cuando supe que tenía sida, unos días antes de que se me muriera, yo no me sorprendí pero me prometí a mi misma que nada iba a cambiar entre los dos... Él no quería que tuviéramos sexo pero yo casi lo obligué.
Yo no sabía si estaba infectada, pero quería estarlo, pues de qué me sirve la vida sin él. Sé que nunca más seré feliz, menos aún si se llegan a enterar que él murió así y que yo estoy infectada. La gente es mala y yo quiero seguir siendo como fui con él, sólo corazón, mucho amor, pero no creo que haya otro hombre igual a él, que me merezca."
Creo que no se requieren más comentarios, de cada uno depende el camino que le da a su existencia, pero las amenazas existen.
La ternura un acto solidario
Que alegría saber que tienes personas con quien contar, algunos a quienes incluso no conoces, a otros que regresan luego de sentidas ausencias, con aquellos con quienes compartiste unos minutos o unos escritos… que alegría poder decir que agradezco a quienes me han llamado de otras ciudades, de otros países, desde Bogotá misma para ofrecerme como refugio su casa, su ternura, e igualmente que satisfacción en medio de la pena leer a quienes me han escrito notas de apoyo y solidaridad. Quiero compartir querido lector(a) algunos de ellos:
Comunicar conocimientos es bueno, comunicar experiencias es digno de admiración en un mundo donde se privilegia que cada quien haga su propio recorrido a bandazos, comunicar vivencias como lo haces en este escrito es abrir de par en par las puertas de ti mismo para que entremos y, literalmente, nos incorporemos... formemos contigo una sola carne, para decirlo en términos bíblicos.
Carlos Triana
Sigue adelante como dicen y decimos los santandereanos con berraquera.
Ernesto Navarro
He leído con atención su artículo. Me pareció una reflexión sincera, además, bien escrita. Leyéndola me acorde de la frase de Montaigne al inicio de sus celebres ensayos:" Ese que veis retratado aquí, ese soy yo. Y los ensayos que podéis leer han hecho mas por mí que yo por ellos". (La cita es de memoria y tú sabes porque ya no estoy muy seguro de si le agregué o le quite; pero la idea si es esa.)
Alfredo Botía
De todas maneras uno en la vida debe ser muy prudente, y sobre todo en este país, que no se puede hablar, ni menos opinar. Elevare oraciones al todo poderoso para que lo proteja. Pero siga adelante ese es su proceder y se lo respeto. Éxitos.
Néstor Eduardo G.
Te escribo porque en estos casos, es difícil callar cuando aprecias a otra persona. Espero que esto sea algo pasajero y que sepas aprender lo que te trae, sobre todo a cuidarte mucho y no dejar cabos sueltos, para que en caso que sea en serio, no la puedan perpetrar. Un abrazo grande y solidario
Andrés Bastidas
Te pido de la manera mas atenta no me escribas. Yo no soy militante de la causa gay.
Pablo Velásquez
Hoy me entero de las amenazas proferidas contra usted por causa de su posición política y sus opiniones dentro del movimiento LGBT. aunque no nos conocemos, reciba de mi parte y en nombre de muchos compañeros y compañeras del Polo de Rosa el gesto de sincera solidaridad por esta afrenta a la libertad, los derechos civiles y a nuestro legítimo derecho de opinar y mantener una posición digna como homosexuales. Un abrazo,
Ricardo Agudelo
Soy la esposa de uno de sus estudiantes… Adolfo y quiero manifestarle mi solidaridad y aprecio ya que mi esposo me ha hablado.
Mónica
No tenía ni idea sobre las amenazas, pero sabes de corazón que de mi parte y de mi familia homosexual a quienes he hablado bastante de vos y de tu trabajo contás con todo el apoyo, al menos moral. Un fuerte abrazo.
Manuel José Bermúdez
Animo compañero y recuerda que solo dios decide cuando debe terminar nuestra vida, no sientas temor, contágiate de ese amor a la vida y la certeza que tienes de que estas haciendo lo correcto serán tus mejores herramientas para enfrentar estos aciagos momentos. Un abrazo,
Diana Navarro
Manuel, toda mi solidaridad por tu trabajo, valentía y lucha por los DDHH. Un abrazo desde Argentina.
Carmen Colazo
Me toma por sorpresa, no tengo ni idea por qué situaciones estas atravesando, no sé nada de las amenazas y por supuesto me solidarizo, y te agradezco me comentes, pues por las tareas que tengo, prefiero estar informada de la situación de un líder vital como tú. Un abrazo.
Angélica Lozano
Te escribo desde Japón, oye muchas gracias por hacernos participes delos sucesos de Colombia.
Camilo Rodríguez
No sé si leerás estas letras, pero aquí estoy, pensándote y haciendo oraciónpor ti y por lo que no tienen otra cosa que hacer fuera de amenazar la vida.Tú te sabes comprometido y vulnerable, eso da fortaleza.
Clara D.
Yo no tenía ni idea de que estabas pasando por estas, Manuel. Tampoco tengo el gusto de conocerte personalmente, pero de todas formas quiero expresarte mi solidaridad.
Gustavo Parra
No sabia que te habían amenazado, por favor cuenta conmigo en lo quenecesites, tal vez no sea mucho pero bueno, ahí estamos...
Mauricio B.
Adelante la pelea es dura, pero la historia terminara reconociéndonos.
Tin Tin
Quiero manifestarte mi solidaridad, expresarte mi apoyo hacia Tí. Eres una persona capaz de salir adelante ante los retos que impone una causa tan delicada en un país empantanado por el escándalo de lo paramilitar. Fe en el futuro, y fortaleza, con la frente en alto, porque es bacano seguir adelante. La voz de un amigo en la distancia...
Danny González
Desde el Desierto sonorense, en la frontera noroeste con Estados Unidos, recibe nuestra admiración, apoyo y solidaridad.
Rosario Román Pérez
Te envió un abrazo y me uno a la solidaridad por el trabajo y la lucha que mantienes, te admiramos y respetamos desde una ciudad como Zacatecas que es muy conservadora y que sin embargo esta impulsando políticas públicas incluyentes. Saludos
Isabel Jiménez
Solo quería decirte que me alegra que encuentres apoyo en las personas quete rodeamos y ratificarte que estamos ahí no solo en defensa de los derechosde todas la personas; también en defensa del derecho que tenemos a que seasuna parte importantes en nuestras vidas... Un abrazo solidario
Carlos Ernesto
La verdad esta contigo, en este mundo de injusticias e intolerancia, toca estar unidos, la solidaridad se pone en primer plano. Si algo puedo hacer solo avísame un abrazo.Luís Sánchez
Saludos! Desde Puerto Rico yo también te agradezco la información que has compartido y espero que ya estés bien, tanto a nivel emocional, logístico y jurídico! Acompaño este mensaje con mi aprecio, respeto y mis mejores deseos.
Isabel
Me contó Gustavo que te volvieron amenazar de muerte. Mira lo que este a mi alcance házmelo saber... cuídate.
John
Desde la confluencia departamental de liderezas, lideres y organizaciones del sector LGTBI del Valle del Cauca te manifestamos nuestra solidaridad y preocupación frente a la situación que vives por estos días. Agradecemos y dimensionamos tu valiente y constante ejercicio político, en un contexto cultural y político como el nuestro esto es una acción heroica. Gracias.
Consuelo Malatestta Morera. Confluencia LGTBI – Valle del Cauca
Mi valiente Manuelito, sé como es el estado de una persona que ha sido amenazada de muerte. Peo también, se de tu valentía. Este es un mundo en donde no se puede decir la verdad, y en donde los homosexuales por homosexuales no valemos nada, menos aun valen nuestras palabras.
Para el resto de la sociedad somos sinónimos de todo, de aberración, de pedofilia, de SIDA, de promiscuidad, y de otras tantas cosas que nos torturan y con las cuales es casi imposible vivir. Mí alma y mis sentimientos están contigo. A ti mi admiración sincera y afecto. A ti mis horas de angustia por ser quien he sido, a ti mis logros, porque has sido ejemplo de dignidad. A ti valiente ser, que ha escrito lo que hay que escribir. A ti que no has dejado solo en palabras echadas al viento, las cosas que hieren y matan a aquellos que como yo hemos decidido ser quienes somos. Con mi voz de solidaridad y aliento.
Ricardo
Muy vacanas las reflexiones frente a la paz a no quedarnos callad@s y hacer valer nuestros derechos, espero que la vida nos premie con muchos más años de tu presencia.
Natalia Andrea
Creo que en estos momentos estarás en tu casa sentado frente al computador, quiero que sepas que te apoyo en este momento, nada puede ocultar tu enorme dedicación a tu trabajo.
Luder Fuentes
Gracias por ese "texto", me llenó de terror y también de la cada vez más de admiración por vos. El próximo lunes salgo de Bogotá nuevamente para Chile a terminar mis estudios, te llamo para saludarte. Un abrazo
Walter
Comunicar conocimientos es bueno, comunicar experiencias es digno de admiración en un mundo donde se privilegia que cada quien haga su propio recorrido a bandazos, comunicar vivencias como lo haces en este escrito es abrir de par en par las puertas de ti mismo para que entremos y, literalmente, nos incorporemos... formemos contigo una sola carne, para decirlo en términos bíblicos.
Carlos Triana
Sigue adelante como dicen y decimos los santandereanos con berraquera.
Ernesto Navarro
He leído con atención su artículo. Me pareció una reflexión sincera, además, bien escrita. Leyéndola me acorde de la frase de Montaigne al inicio de sus celebres ensayos:" Ese que veis retratado aquí, ese soy yo. Y los ensayos que podéis leer han hecho mas por mí que yo por ellos". (La cita es de memoria y tú sabes porque ya no estoy muy seguro de si le agregué o le quite; pero la idea si es esa.)
Alfredo Botía
De todas maneras uno en la vida debe ser muy prudente, y sobre todo en este país, que no se puede hablar, ni menos opinar. Elevare oraciones al todo poderoso para que lo proteja. Pero siga adelante ese es su proceder y se lo respeto. Éxitos.
Néstor Eduardo G.
Te escribo porque en estos casos, es difícil callar cuando aprecias a otra persona. Espero que esto sea algo pasajero y que sepas aprender lo que te trae, sobre todo a cuidarte mucho y no dejar cabos sueltos, para que en caso que sea en serio, no la puedan perpetrar. Un abrazo grande y solidario
Andrés Bastidas
Te pido de la manera mas atenta no me escribas. Yo no soy militante de la causa gay.
Pablo Velásquez
Hoy me entero de las amenazas proferidas contra usted por causa de su posición política y sus opiniones dentro del movimiento LGBT. aunque no nos conocemos, reciba de mi parte y en nombre de muchos compañeros y compañeras del Polo de Rosa el gesto de sincera solidaridad por esta afrenta a la libertad, los derechos civiles y a nuestro legítimo derecho de opinar y mantener una posición digna como homosexuales. Un abrazo,
Ricardo Agudelo
Soy la esposa de uno de sus estudiantes… Adolfo y quiero manifestarle mi solidaridad y aprecio ya que mi esposo me ha hablado.
Mónica
No tenía ni idea sobre las amenazas, pero sabes de corazón que de mi parte y de mi familia homosexual a quienes he hablado bastante de vos y de tu trabajo contás con todo el apoyo, al menos moral. Un fuerte abrazo.
Manuel José Bermúdez
Animo compañero y recuerda que solo dios decide cuando debe terminar nuestra vida, no sientas temor, contágiate de ese amor a la vida y la certeza que tienes de que estas haciendo lo correcto serán tus mejores herramientas para enfrentar estos aciagos momentos. Un abrazo,
Diana Navarro
Manuel, toda mi solidaridad por tu trabajo, valentía y lucha por los DDHH. Un abrazo desde Argentina.
Carmen Colazo
Me toma por sorpresa, no tengo ni idea por qué situaciones estas atravesando, no sé nada de las amenazas y por supuesto me solidarizo, y te agradezco me comentes, pues por las tareas que tengo, prefiero estar informada de la situación de un líder vital como tú. Un abrazo.
Angélica Lozano
Te escribo desde Japón, oye muchas gracias por hacernos participes delos sucesos de Colombia.
Camilo Rodríguez
No sé si leerás estas letras, pero aquí estoy, pensándote y haciendo oraciónpor ti y por lo que no tienen otra cosa que hacer fuera de amenazar la vida.Tú te sabes comprometido y vulnerable, eso da fortaleza.
Clara D.
Yo no tenía ni idea de que estabas pasando por estas, Manuel. Tampoco tengo el gusto de conocerte personalmente, pero de todas formas quiero expresarte mi solidaridad.
Gustavo Parra
No sabia que te habían amenazado, por favor cuenta conmigo en lo quenecesites, tal vez no sea mucho pero bueno, ahí estamos...
Mauricio B.
Adelante la pelea es dura, pero la historia terminara reconociéndonos.
Tin Tin
Quiero manifestarte mi solidaridad, expresarte mi apoyo hacia Tí. Eres una persona capaz de salir adelante ante los retos que impone una causa tan delicada en un país empantanado por el escándalo de lo paramilitar. Fe en el futuro, y fortaleza, con la frente en alto, porque es bacano seguir adelante. La voz de un amigo en la distancia...
Danny González
Desde el Desierto sonorense, en la frontera noroeste con Estados Unidos, recibe nuestra admiración, apoyo y solidaridad.
Rosario Román Pérez
Te envió un abrazo y me uno a la solidaridad por el trabajo y la lucha que mantienes, te admiramos y respetamos desde una ciudad como Zacatecas que es muy conservadora y que sin embargo esta impulsando políticas públicas incluyentes. Saludos
Isabel Jiménez
Solo quería decirte que me alegra que encuentres apoyo en las personas quete rodeamos y ratificarte que estamos ahí no solo en defensa de los derechosde todas la personas; también en defensa del derecho que tenemos a que seasuna parte importantes en nuestras vidas... Un abrazo solidario
Carlos Ernesto
La verdad esta contigo, en este mundo de injusticias e intolerancia, toca estar unidos, la solidaridad se pone en primer plano. Si algo puedo hacer solo avísame un abrazo.Luís Sánchez
Saludos! Desde Puerto Rico yo también te agradezco la información que has compartido y espero que ya estés bien, tanto a nivel emocional, logístico y jurídico! Acompaño este mensaje con mi aprecio, respeto y mis mejores deseos.
Isabel
Me contó Gustavo que te volvieron amenazar de muerte. Mira lo que este a mi alcance házmelo saber... cuídate.
John
Desde la confluencia departamental de liderezas, lideres y organizaciones del sector LGTBI del Valle del Cauca te manifestamos nuestra solidaridad y preocupación frente a la situación que vives por estos días. Agradecemos y dimensionamos tu valiente y constante ejercicio político, en un contexto cultural y político como el nuestro esto es una acción heroica. Gracias.
Consuelo Malatestta Morera. Confluencia LGTBI – Valle del Cauca
Mi valiente Manuelito, sé como es el estado de una persona que ha sido amenazada de muerte. Peo también, se de tu valentía. Este es un mundo en donde no se puede decir la verdad, y en donde los homosexuales por homosexuales no valemos nada, menos aun valen nuestras palabras.
Para el resto de la sociedad somos sinónimos de todo, de aberración, de pedofilia, de SIDA, de promiscuidad, y de otras tantas cosas que nos torturan y con las cuales es casi imposible vivir. Mí alma y mis sentimientos están contigo. A ti mi admiración sincera y afecto. A ti mis horas de angustia por ser quien he sido, a ti mis logros, porque has sido ejemplo de dignidad. A ti valiente ser, que ha escrito lo que hay que escribir. A ti que no has dejado solo en palabras echadas al viento, las cosas que hieren y matan a aquellos que como yo hemos decidido ser quienes somos. Con mi voz de solidaridad y aliento.
Ricardo
Muy vacanas las reflexiones frente a la paz a no quedarnos callad@s y hacer valer nuestros derechos, espero que la vida nos premie con muchos más años de tu presencia.
Natalia Andrea
Creo que en estos momentos estarás en tu casa sentado frente al computador, quiero que sepas que te apoyo en este momento, nada puede ocultar tu enorme dedicación a tu trabajo.
Luder Fuentes
Gracias por ese "texto", me llenó de terror y también de la cada vez más de admiración por vos. El próximo lunes salgo de Bogotá nuevamente para Chile a terminar mis estudios, te llamo para saludarte. Un abrazo
Walter
lunes, 25 de diciembre de 2006
Negra, marica y puta
Por primera vez en Colombia y tal vez por primera vez en el mundo, una transvesti es elegida en la Junta directiva de un partido político de izquierda.
William Enrique Navarro San Juan se describe a sí misma como una ella, un hombre homosexual, negra, transvesti y puta, pero le gusta pensarse y que la llamen Diana. No se asume una trabajadora sexual porque considera que en este país no puede serlo, ya que las de su profesión no tienen el reconocimiento y el status que otorga todos los derechos de los que goza un trabajador que con menos esfuerzo vende su cerebro o está en otro campo laboral.
Diana es miembra del “Polo Democrático Alternativo” aun cuando para inscribirse como tal debiera llamarse William Enrique, ya que por no haberse operado y ser reconocida como “femenina” en su documento de identidad, cada día, al leerlo, se le obligue a reconocerse en masculino, necesariamente se siente estigmatizada y vulnerada porque el Estado ha querido negarle la posibilidad de ser lo que realmente está siendo. Es una líder activa del Polo de Rosa, el sector LGBT de su partido. Su liderazgo se inició muy temprano cuando siendo estudiante, en el Instituto La Salle en Barranquilla, Colombia, se asumiera homosexual y algo femenina.
Precisamente por vestir una prenda diseñada por ella misma uno de sus maestros, llamado Ángel de la Hoz, fue el primer “demonio” que la presionara para que fuera “todo un varón” y la separara socialmente del grupo de sus compañeros de estudio, quienes nunca la rechazaron.
Ella es una transvesti, así prefiere denominarse, pero en la lucha política en una Transgenerísta, ha aceptado dicha denominación a regañadientes porque es el término aprobado en el sector LGBT y porque es el “políticamente correcto”. Reconoce que el trabajo político en estos temas es incipiente, que éste debe evolucionar y de ahí su decisión de, con sus compañeros de la ONG Conspira, hacerse participante activa en el Polo.
Se niega a hacer la política tradicional del manzanillismo y la sonrisa fingida, no desea “lamerle la suela del zapato a ningún líder político” y menos aun, aceptar la doble moral que algunos le piden cuando le exigen ser “menos evidente”. Prefiere ser auténtica, nunca negarse ni negar lo que es, lo que le interesa y de lo que vive.
Precisamente por ser puta y transvesti se inicia su reconocimiento social y político. Lo logra siendo líder de las personas en el ejercicio de la prostitución y participando activamente en la decisión de la construcción de las “zona de alto impacto” del barrio Santa Fe, en Bogotá. De allí pasa a la Mesa LGBT de Bogotá y posteriormente al Polo de Rosa.
Para Diana, estar en un grupo político tiene ganancias: puede hacer presencia; demostrar que las transvestis no solo deben ser reconocidas por ser prostitutas, peluqueras o artistas sino seres con múltiples cualidades y posibilidades, ciudadanos, sujetos de derechos y seres políticos.
Quiere que los suyos sean aceptados como un sector social con plenitud de derechos y posibilidades, que a ella se le reconozca su trabajo con uno de los sectores mas estigmatizados, el de las prostitutas y prostitutos, como un trabajo igualmente político que el de otros lideres trabajando en otros temas, pero además, exige que se de una participación mucho más activa a la minoría mas minoritaria, la de los y las trans.
Le gusta trabajar con Gaviria (n excandidato a la presidencia en Colombia)porque reconoce en él el respeto activo, su capacidad por validar la diferencia y la aceptación de todas las diversidades. Prefiere transformar todas sus diferencias en ventajas y dar un sentido a todas las coyunturas internacionales y nacionales como las políticas en algunas ciudades para los sectores LGBT o la discusión del proyecto de ley sobre las parejas del mismo sexo.
En la Junta directiva del Polo Democrático Alternativo es igualmente la minoría más minoritaria, es la única transvesti dentro de las ocho personas que en representación de los y las LGBT de todos los nodos del país fueron elegidos democráticamente para dicho cargo. Lo suyo no debe reconocerse como una acción afirmativa de los excluidos y las excluidas sino como una necesidad vital en un partido en cuyo nombre se recalca la alternatvidad.
Publicado inicialmente en http://www.agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=774
William Enrique Navarro San Juan se describe a sí misma como una ella, un hombre homosexual, negra, transvesti y puta, pero le gusta pensarse y que la llamen Diana. No se asume una trabajadora sexual porque considera que en este país no puede serlo, ya que las de su profesión no tienen el reconocimiento y el status que otorga todos los derechos de los que goza un trabajador que con menos esfuerzo vende su cerebro o está en otro campo laboral.
Diana es miembra del “Polo Democrático Alternativo” aun cuando para inscribirse como tal debiera llamarse William Enrique, ya que por no haberse operado y ser reconocida como “femenina” en su documento de identidad, cada día, al leerlo, se le obligue a reconocerse en masculino, necesariamente se siente estigmatizada y vulnerada porque el Estado ha querido negarle la posibilidad de ser lo que realmente está siendo. Es una líder activa del Polo de Rosa, el sector LGBT de su partido. Su liderazgo se inició muy temprano cuando siendo estudiante, en el Instituto La Salle en Barranquilla, Colombia, se asumiera homosexual y algo femenina.
Precisamente por vestir una prenda diseñada por ella misma uno de sus maestros, llamado Ángel de la Hoz, fue el primer “demonio” que la presionara para que fuera “todo un varón” y la separara socialmente del grupo de sus compañeros de estudio, quienes nunca la rechazaron.
Ella es una transvesti, así prefiere denominarse, pero en la lucha política en una Transgenerísta, ha aceptado dicha denominación a regañadientes porque es el término aprobado en el sector LGBT y porque es el “políticamente correcto”. Reconoce que el trabajo político en estos temas es incipiente, que éste debe evolucionar y de ahí su decisión de, con sus compañeros de la ONG Conspira, hacerse participante activa en el Polo.
Se niega a hacer la política tradicional del manzanillismo y la sonrisa fingida, no desea “lamerle la suela del zapato a ningún líder político” y menos aun, aceptar la doble moral que algunos le piden cuando le exigen ser “menos evidente”. Prefiere ser auténtica, nunca negarse ni negar lo que es, lo que le interesa y de lo que vive.
Precisamente por ser puta y transvesti se inicia su reconocimiento social y político. Lo logra siendo líder de las personas en el ejercicio de la prostitución y participando activamente en la decisión de la construcción de las “zona de alto impacto” del barrio Santa Fe, en Bogotá. De allí pasa a la Mesa LGBT de Bogotá y posteriormente al Polo de Rosa.
Para Diana, estar en un grupo político tiene ganancias: puede hacer presencia; demostrar que las transvestis no solo deben ser reconocidas por ser prostitutas, peluqueras o artistas sino seres con múltiples cualidades y posibilidades, ciudadanos, sujetos de derechos y seres políticos.
Quiere que los suyos sean aceptados como un sector social con plenitud de derechos y posibilidades, que a ella se le reconozca su trabajo con uno de los sectores mas estigmatizados, el de las prostitutas y prostitutos, como un trabajo igualmente político que el de otros lideres trabajando en otros temas, pero además, exige que se de una participación mucho más activa a la minoría mas minoritaria, la de los y las trans.
Le gusta trabajar con Gaviria (n excandidato a la presidencia en Colombia)porque reconoce en él el respeto activo, su capacidad por validar la diferencia y la aceptación de todas las diversidades. Prefiere transformar todas sus diferencias en ventajas y dar un sentido a todas las coyunturas internacionales y nacionales como las políticas en algunas ciudades para los sectores LGBT o la discusión del proyecto de ley sobre las parejas del mismo sexo.
En la Junta directiva del Polo Democrático Alternativo es igualmente la minoría más minoritaria, es la única transvesti dentro de las ocho personas que en representación de los y las LGBT de todos los nodos del país fueron elegidos democráticamente para dicho cargo. Lo suyo no debe reconocerse como una acción afirmativa de los excluidos y las excluidas sino como una necesidad vital en un partido en cuyo nombre se recalca la alternatvidad.
Publicado inicialmente en http://www.agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=774
Maricas hay de toda clase
Los homosexuales son tan lindos, tan tiernos, tan cariñosos, tan inteligentes, tan nobles...
Este comentario suele venir de una mujer que tienen una relación amistosa con un homosexual que como está tan seguro de que no siente nada por ella nunca se sobrepasa. A ellas, un hombre así les resulta inofensivo, entonces en su inocencia consideran que esta es una característica propia de los homosexuales porque casi nunca la ven en los heterosexuales.
Estas mujeres están engañadas. Si pensamos en cómo se relacionan los homosexuales con las mujeres puedo afirmar que maricas los hay de todo tipo. Encontramos desde los que las adoran hasta los que con gusto las arrojarían por las escaleras con tal de no tener que soportárselas. Los hay misóginos como también los hay supertiernos.
Los misóginos se caracterizan porque suelen ser muy agresivos con las mujeres, de quienes muchas veces se refieren en forma despectiva (las denominan, por ejemplo, gallinas), estos generalmente además son sexistas y machistas. Tengo un amigo que permaneció con malestar general por más de una semana debido a que una mujer lo abordó sexualmente mientras él estaba borracho. Sentía tanto asco que cada vez que se acordaba de la situación trasbocaba. Tuvo que acudir a terapia emocional para poder sobrepasar la crisis.
Los sexistas creen que el mundo se divide en el de los hombres y el de las mujeres, y que estas pertenecen a un grupo inferior. A ellos se les dificulta relacionarse o tener que trabajar con ellas. Algunos no las soportan, no las quieren ni siquiera para que les colaboren en el arreglo del apartamento. No tienen ni usa sola amiga y si la tienen, la pobre siempre termina cocinando, lavando, planchando, o arreglando la casa. Cuando tienen amigas las lucen como una mascota, bien peinadita, vestidita y maquilladita, pero les molesta que hablen demasiado o que quieran hacer otra cosa diferente que acompañarlos al mariquiadero.
Los machistas conciben que los hombres por el hecho de serlo son una fuerza superior de quien depende el mundo, que en ellos se centra el poder y que ejercerlo es un derecho tan solo por el hecho de ser hombres. Consideran que las mujeres son incapaces, débiles, brutas. Siempre se les ve “amables” cargándoles paquetes, realizándoles oficios que ellas podrían realizar pero prefieren hacerlo por ellas con tal de no tener que aguantarlas, su frase ideal los representa muy bien “es mejor solos que mal acompañados”. Con tal de no tenerlas cerca, cuando practican un deporte, escogen el fútbol.
Los homosexuales no misóginos, los que no tienen ningún problema con ellas, tienen una relación con las mujeres en la que ni el sexismo ni el machismo son ejes fundamentales de la relación. Hay muchos que prefieren tenerlas más de amigas que de enemigas. Estos los hay de varios tipos. Los que se hacen sus cómplices hasta el punto de que son tan íntimos en sus relaciones de amistad que llegan a comunicarse rompiendo y trascendiendo los imaginarios de lo masculino, logrando entender la sicología femenina. Hablan con ellas como si fuera “otra mujer” quien les habla. Se refieren a los demás hombres de maneras muy particulares, incluso despectivas. Es corriente oirles decir cosas como: “mija, eso era de esperarse, es que “los hombres” son así”. Ellos se ubican al margen de la masculinidad, casi como si no lo fueran hombres.
Los descomplicados son el grupo minoritario, de estos hay muy pocos. Reconociéndose homosexuales de alguna manera no han perdido el encanto por las mujeres y en algunas ocasiones de deciden por “gozarse el cuento” y llegan incluso hasta a tener relaciones genitales con mujeres.
Otro grupo bien especial son las "locas regias", estos las adoran, andan con ellas para todas partes, inclusive las mujeres se empelotan delante de ellos con toda tranquilidad. Se cuentan sus cosas mas intimas, saben de todas sus andanzas, les conocen todos los gustos. Por eso las peinan, las maquillan, las visten. Son cómplices, se guardan los secretos, se hacen cuarto, discuten de los hombres que les gustan llegando hasta el extremo de no pelearse por ellos.
También suele suceder que algunas mujeres consideran que por ser homosexuales, estos las odian, las envidian, quieren quitarle a sus parejas, parecérseles un poco… pero la gran mayoría de nosotros somos similares a los demás hombres, con los defectos propios de la masculinidad pero también con el interés de construir con ellas un mundo en el que todos podamos ser lo que queremos ser, en el que la orientación sexual no sea la barrera o el motivo para quererse, ser solidarios y compartir la cotidianidad.
Publicado inicialmente en Revista Semana.com http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29
Este comentario suele venir de una mujer que tienen una relación amistosa con un homosexual que como está tan seguro de que no siente nada por ella nunca se sobrepasa. A ellas, un hombre así les resulta inofensivo, entonces en su inocencia consideran que esta es una característica propia de los homosexuales porque casi nunca la ven en los heterosexuales.
Estas mujeres están engañadas. Si pensamos en cómo se relacionan los homosexuales con las mujeres puedo afirmar que maricas los hay de todo tipo. Encontramos desde los que las adoran hasta los que con gusto las arrojarían por las escaleras con tal de no tener que soportárselas. Los hay misóginos como también los hay supertiernos.
Los misóginos se caracterizan porque suelen ser muy agresivos con las mujeres, de quienes muchas veces se refieren en forma despectiva (las denominan, por ejemplo, gallinas), estos generalmente además son sexistas y machistas. Tengo un amigo que permaneció con malestar general por más de una semana debido a que una mujer lo abordó sexualmente mientras él estaba borracho. Sentía tanto asco que cada vez que se acordaba de la situación trasbocaba. Tuvo que acudir a terapia emocional para poder sobrepasar la crisis.
Los sexistas creen que el mundo se divide en el de los hombres y el de las mujeres, y que estas pertenecen a un grupo inferior. A ellos se les dificulta relacionarse o tener que trabajar con ellas. Algunos no las soportan, no las quieren ni siquiera para que les colaboren en el arreglo del apartamento. No tienen ni usa sola amiga y si la tienen, la pobre siempre termina cocinando, lavando, planchando, o arreglando la casa. Cuando tienen amigas las lucen como una mascota, bien peinadita, vestidita y maquilladita, pero les molesta que hablen demasiado o que quieran hacer otra cosa diferente que acompañarlos al mariquiadero.
Los machistas conciben que los hombres por el hecho de serlo son una fuerza superior de quien depende el mundo, que en ellos se centra el poder y que ejercerlo es un derecho tan solo por el hecho de ser hombres. Consideran que las mujeres son incapaces, débiles, brutas. Siempre se les ve “amables” cargándoles paquetes, realizándoles oficios que ellas podrían realizar pero prefieren hacerlo por ellas con tal de no tener que aguantarlas, su frase ideal los representa muy bien “es mejor solos que mal acompañados”. Con tal de no tenerlas cerca, cuando practican un deporte, escogen el fútbol.
Los homosexuales no misóginos, los que no tienen ningún problema con ellas, tienen una relación con las mujeres en la que ni el sexismo ni el machismo son ejes fundamentales de la relación. Hay muchos que prefieren tenerlas más de amigas que de enemigas. Estos los hay de varios tipos. Los que se hacen sus cómplices hasta el punto de que son tan íntimos en sus relaciones de amistad que llegan a comunicarse rompiendo y trascendiendo los imaginarios de lo masculino, logrando entender la sicología femenina. Hablan con ellas como si fuera “otra mujer” quien les habla. Se refieren a los demás hombres de maneras muy particulares, incluso despectivas. Es corriente oirles decir cosas como: “mija, eso era de esperarse, es que “los hombres” son así”. Ellos se ubican al margen de la masculinidad, casi como si no lo fueran hombres.
Los descomplicados son el grupo minoritario, de estos hay muy pocos. Reconociéndose homosexuales de alguna manera no han perdido el encanto por las mujeres y en algunas ocasiones de deciden por “gozarse el cuento” y llegan incluso hasta a tener relaciones genitales con mujeres.
Otro grupo bien especial son las "locas regias", estos las adoran, andan con ellas para todas partes, inclusive las mujeres se empelotan delante de ellos con toda tranquilidad. Se cuentan sus cosas mas intimas, saben de todas sus andanzas, les conocen todos los gustos. Por eso las peinan, las maquillan, las visten. Son cómplices, se guardan los secretos, se hacen cuarto, discuten de los hombres que les gustan llegando hasta el extremo de no pelearse por ellos.
También suele suceder que algunas mujeres consideran que por ser homosexuales, estos las odian, las envidian, quieren quitarle a sus parejas, parecérseles un poco… pero la gran mayoría de nosotros somos similares a los demás hombres, con los defectos propios de la masculinidad pero también con el interés de construir con ellas un mundo en el que todos podamos ser lo que queremos ser, en el que la orientación sexual no sea la barrera o el motivo para quererse, ser solidarios y compartir la cotidianidad.
Publicado inicialmente en Revista Semana.com http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29
viernes, 15 de diciembre de 2006
Por qué no me caso con mi marido
Se suele confundir el matrimonio con la búsqueda de los derechos civiles plenos para las parejas conformadas por personas del mismo sexo. A pesar de que la diferencia entre derechos y matrimonio es enorme, a muchos homosexuales y lesbianas les sigue dando vueltas la idea del matrimonio y creyendo que dos cosas tan diferentes son la misma cuestión. A algunos les atrae el matrimonio porque les gusta la tradición y por eso quieren seguir el modelo de la pareja heterosexual, pero la relación homoafectiva, homoerótica, homogenital, homodeseante es homosexual porque precisamente se da entre dos hombres.
No escribiré de las lesbianidades y de las relaciones de pareja entre dos mujeres porque eso se lo dejo a las expertas.
Yo no quiero que mi pareja sea la muñequita de azúcar en el ponqué de la fiesta y tampoco quiero serlo. No quiero que Hernán Zajar o Ángel Yánez nos hagan vestidos de novia; prefiero seguir vistiéndome con prendas masculinas, así sean de alguien que las hace pa´machos.
No se me antoja un shower organizado por mi mejor amigo para que me llenen de “detallitos” en plástico que no van con mis gustos. No me quiero casar en una notaría porque para compartir la economía con el hombre que amo no requiero de un contrato firmado por un notario. No quiero que se hable de nuestra relación en las páginas sociales de algunas revistas y menos aún, que publiquen la nota en el periódico El Espacio, porque la relación con mi compañero es un acto privado y no un tema para la comidilla pública.
¿Vale la pena el esfuerzo?
Creo que la gran pregunta que surge del matrimonio es si vale la pena el esfuerzo. Un contrato nupcial en la pareja homosexual se torna más difícil ya que los dos hombres son los príncipes de la telenovela. Y como tales, cada uno busca en el otro aquel caballero andante que se ciña a un modelo propio de perfección que construimos en nuestra mente. Cuando pasan los días, los meses o hasta los años y descubrimos que ese príncipe no era tan azul como creíamos, nos encontramos con que el hombre de nuestros sueños, en la mayoría de los casos, sólo vive ahí, en nuestra fantasía: ¡es verde!
Un príncipe teñido a la fuerza o curtido por la necesidad es alguien que ha dejado de ser él mismo para ser aquello que yo deseo que sea. En ese caso el hombre con quien nos relacionamos es una farsa, una mentira que nosotros mismos hemos creado. Es mejor que nuestro príncipe sea verde desde el principio, a que un día, en una reunión con unos amigos, el hombre “salte” y confirmemos aquello que nos temíamos; que era un sapo. Y para completar la tragedia, uno de aquellos que son venenosos.
Nuestro príncipe no es azul y si los es, habría que desconfiar porque probablemente trae consigo un tormentoso nubarrón.
Cuando no se tiene pareja, hacemos hasta lo imposible por encontrarla. No obstante, siempre he pensado que la mejor manera de dar con una, es no buscarla. Cuando estamos a la expectativa, todo aquel que se nos pase por delante, y a veces por detrás, nos parece una alternativa viable, así que hacemos el intento para ver si la relación funciona, y se nos va la vida en intento tras intento. Cuando no estamos a la caza, somos algo más serenos y podemos observar la realidad con detenimiento, e inclusive, disfrutar el encuentro con el otro de tal manera que si la cosa no avanza como quisiéramos, pues no importa, por lo menos la prueba fue divertida.
Cuando conocí a quien hoy es mi pareja, llevaba algo más de cuatro años acompañado de mi mismo, y para mi, era inminente la necesidad de tener alguien con quien compartir. Creo que lo primero que me llamó la atención de él fue su dentadura, después me permití oír su interés en tener una pareja estable... quiero decir que esta aseveración dicha por un hombre me transmite ciertas dudas, ya que la experiencia me demuestra que la mayoría de los hombres quieren tenerla. Inclusive algunos son tan estables que pueden sostener dos y tres relaciones estables a la vez, así que me dije a mí mismo que ésta era una buena razón, pero no suficiente, para hacer de ella una causa.
Probablemente lo que más me atrajo no fue su manera de hacer el amor, sus detalles, sus dos o tres llamadas de todos los días, su manera de lograr interesarse por mis asuntos sino su interés por conservar su autonomía. El mayor atractivo de un hombre es precisamente que tenga vida propia, es decir, que tenga amigos propios que no se sientan obligados a ser amigos de la pareja, que sean mutuamente abiertos a compartir los amigos, no porque toca, sino porque genuinamente descubrimos en ellos y ellas nuestros propios intereses y expectativas.
Tener vida propia es igualmente tener un trabajo que le llene, metas claras a corto, mediano y largo plazo, y no tener que cambiarlas porque las del otro parecen ir en sentido contrario. Es poder continuar haciendo lo que tanto te gusta sin tener que dejar de hacerlo porque al otro no le gusta.
Tener vida propia significa entender y aceptar que la persona a quien se ama desea compartir muchos momentos contigo. Ello no quiere decir sacrificarse sino descubrir que estar juntos es lo mejor que le puede pasar a cada uno. Lo más importante de una relación no es la pareja, soy yo mismo. Si no soy pleno, si no soy feliz entonces no puedo tener una relación plena y satisfactoria. Decidir vincularse afectiva, erótica, genital y emocionalmente con alguien no significa transgredir los intereses particulares sino contar con apoyo mutuo para encontrar las metas individuales de cada uno.
Creo que como todos los hombres yo también tengo la contradicción entre la necesidad de gozar de una agradable compañía y estar solo, así que una relación implica tener la posibilidad de tener tiempo para sí mismo, así sea para oír tu música, leer un poco, ver la televisión, visitar a tu familia o simplemente para patinar, caminar o ir al teatro.
Considero que a muchas parejas las acaba la monotonía porque permiten que su vida se llene de rutinas compartidas. En necesario darse tiempo para que en los momentos más inesperados salgamos a comer juntos, ir al cine o para tener un detalle de ternura, una palabra amable, escribir un poema, dedicar una canción, regalar un chocolate o hacer algo por el otro, como llevar su ropa a la lavandería, atreverse a practicar un deporte que poco nos interesa o a preparar un plato cuando pensamos que la cocina no nos gusta, recordando que más que un compromiso o un “quedar bien con el otro”, es más cuestión de descubrir aquellos matices que pueden volver nuestra vida más completa y rica. Por ejemplo, de pronto puedo descubrir que, contrario a mis creencias, me gusta más cocinar de lo que creía.
Cada uno de los miembros de la pareja debe aportar un porcentaje similar de su capital a la economía conjunta logrando así que sean equitativos los gastos que se susciten de la convivencia.
¡Ah! y en cuanto a las diferencias irreconciliables como la pasión por el vallenato de uno y el amor por la música clásica del otro, es cuestión de que cada uno respete el gusto ajeno y decidan en conjunto los turnos en que cada uno va a usar el equipo de sonido. Es más fácil compartir y tolerar que amargar y discutir.
Por supuesto, como a todos los homosexuales que aman a su pareja o que están pensando establecer una relación me preocupan muchas cosas, por ejemplo, que sí yo fallezco él no pueda heredar mis cosas. Mi seguridad económica y la de mi pareja es una de las razones por las que no soy un marica en el closet. Mi familia tiene claro que si yo muero, él, más que nadie tiene derecho a una muy buena parte de lo que me pertenece; en mi compañía de seguros saben que él es mi beneficiario, y sobre todo, él sabe que es el dueño de sus cosas, que si deseamos compartirlas no es porque al vincularnos hicimos la inversión económica más rentable sino la decisión afectiva más importante de nuestras vidas.
Igualmente, me preocupa que él no tenga derecho a ser cubierto por la seguridad social y familiar, como sucede en la inmensa mayoría de los países del mundo. Pero la ventaja de compartir con un hombre es que, por esas cosas de la masculinidad, desde siempre sabe que no es “de” nadie sino de sí mismo, que quien debe velar por él, es él mismo; que su salud y logros no dependen de la economía de su marido, pero que cuando ello es necesario compartir es un acto de solidaridad.
Tal vez una de las ventajas de ser marica es que la vida me ha enseñado que las cosas del amor no son como todo el mundo piensa, y que existen muchas formas de ser felices y de crecer sin arrastrar a las demás personas al abismo de nuestras ambiciones individuales. Nos deberíamos preocupar más por construir espacios, situaciones, sin entender esto como un sacrificio por el otro, sino como una posibilidad de ser dichosos construyendo vivencias que nos sean comunes.
Esta es la razón por la que no quiero matrimonio pero si lucho por alcanzar plenamente los derechos civiles que me permitan heredar a mi pareja o cubrirla por la seguridad social, no porque yo sea marica sino porque como ciudadano y sujeto de derechos debo tener las misas oportunidades que los ciudadanos que tienen una orientación sexual heterosexual.
Publicado en http://www.agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=685
No escribiré de las lesbianidades y de las relaciones de pareja entre dos mujeres porque eso se lo dejo a las expertas.
Yo no quiero que mi pareja sea la muñequita de azúcar en el ponqué de la fiesta y tampoco quiero serlo. No quiero que Hernán Zajar o Ángel Yánez nos hagan vestidos de novia; prefiero seguir vistiéndome con prendas masculinas, así sean de alguien que las hace pa´machos.
No se me antoja un shower organizado por mi mejor amigo para que me llenen de “detallitos” en plástico que no van con mis gustos. No me quiero casar en una notaría porque para compartir la economía con el hombre que amo no requiero de un contrato firmado por un notario. No quiero que se hable de nuestra relación en las páginas sociales de algunas revistas y menos aún, que publiquen la nota en el periódico El Espacio, porque la relación con mi compañero es un acto privado y no un tema para la comidilla pública.
¿Vale la pena el esfuerzo?
Creo que la gran pregunta que surge del matrimonio es si vale la pena el esfuerzo. Un contrato nupcial en la pareja homosexual se torna más difícil ya que los dos hombres son los príncipes de la telenovela. Y como tales, cada uno busca en el otro aquel caballero andante que se ciña a un modelo propio de perfección que construimos en nuestra mente. Cuando pasan los días, los meses o hasta los años y descubrimos que ese príncipe no era tan azul como creíamos, nos encontramos con que el hombre de nuestros sueños, en la mayoría de los casos, sólo vive ahí, en nuestra fantasía: ¡es verde!
Un príncipe teñido a la fuerza o curtido por la necesidad es alguien que ha dejado de ser él mismo para ser aquello que yo deseo que sea. En ese caso el hombre con quien nos relacionamos es una farsa, una mentira que nosotros mismos hemos creado. Es mejor que nuestro príncipe sea verde desde el principio, a que un día, en una reunión con unos amigos, el hombre “salte” y confirmemos aquello que nos temíamos; que era un sapo. Y para completar la tragedia, uno de aquellos que son venenosos.
Nuestro príncipe no es azul y si los es, habría que desconfiar porque probablemente trae consigo un tormentoso nubarrón.
Cuando no se tiene pareja, hacemos hasta lo imposible por encontrarla. No obstante, siempre he pensado que la mejor manera de dar con una, es no buscarla. Cuando estamos a la expectativa, todo aquel que se nos pase por delante, y a veces por detrás, nos parece una alternativa viable, así que hacemos el intento para ver si la relación funciona, y se nos va la vida en intento tras intento. Cuando no estamos a la caza, somos algo más serenos y podemos observar la realidad con detenimiento, e inclusive, disfrutar el encuentro con el otro de tal manera que si la cosa no avanza como quisiéramos, pues no importa, por lo menos la prueba fue divertida.
Cuando conocí a quien hoy es mi pareja, llevaba algo más de cuatro años acompañado de mi mismo, y para mi, era inminente la necesidad de tener alguien con quien compartir. Creo que lo primero que me llamó la atención de él fue su dentadura, después me permití oír su interés en tener una pareja estable... quiero decir que esta aseveración dicha por un hombre me transmite ciertas dudas, ya que la experiencia me demuestra que la mayoría de los hombres quieren tenerla. Inclusive algunos son tan estables que pueden sostener dos y tres relaciones estables a la vez, así que me dije a mí mismo que ésta era una buena razón, pero no suficiente, para hacer de ella una causa.
Probablemente lo que más me atrajo no fue su manera de hacer el amor, sus detalles, sus dos o tres llamadas de todos los días, su manera de lograr interesarse por mis asuntos sino su interés por conservar su autonomía. El mayor atractivo de un hombre es precisamente que tenga vida propia, es decir, que tenga amigos propios que no se sientan obligados a ser amigos de la pareja, que sean mutuamente abiertos a compartir los amigos, no porque toca, sino porque genuinamente descubrimos en ellos y ellas nuestros propios intereses y expectativas.
Tener vida propia es igualmente tener un trabajo que le llene, metas claras a corto, mediano y largo plazo, y no tener que cambiarlas porque las del otro parecen ir en sentido contrario. Es poder continuar haciendo lo que tanto te gusta sin tener que dejar de hacerlo porque al otro no le gusta.
Tener vida propia significa entender y aceptar que la persona a quien se ama desea compartir muchos momentos contigo. Ello no quiere decir sacrificarse sino descubrir que estar juntos es lo mejor que le puede pasar a cada uno. Lo más importante de una relación no es la pareja, soy yo mismo. Si no soy pleno, si no soy feliz entonces no puedo tener una relación plena y satisfactoria. Decidir vincularse afectiva, erótica, genital y emocionalmente con alguien no significa transgredir los intereses particulares sino contar con apoyo mutuo para encontrar las metas individuales de cada uno.
Creo que como todos los hombres yo también tengo la contradicción entre la necesidad de gozar de una agradable compañía y estar solo, así que una relación implica tener la posibilidad de tener tiempo para sí mismo, así sea para oír tu música, leer un poco, ver la televisión, visitar a tu familia o simplemente para patinar, caminar o ir al teatro.
Considero que a muchas parejas las acaba la monotonía porque permiten que su vida se llene de rutinas compartidas. En necesario darse tiempo para que en los momentos más inesperados salgamos a comer juntos, ir al cine o para tener un detalle de ternura, una palabra amable, escribir un poema, dedicar una canción, regalar un chocolate o hacer algo por el otro, como llevar su ropa a la lavandería, atreverse a practicar un deporte que poco nos interesa o a preparar un plato cuando pensamos que la cocina no nos gusta, recordando que más que un compromiso o un “quedar bien con el otro”, es más cuestión de descubrir aquellos matices que pueden volver nuestra vida más completa y rica. Por ejemplo, de pronto puedo descubrir que, contrario a mis creencias, me gusta más cocinar de lo que creía.
Cada uno de los miembros de la pareja debe aportar un porcentaje similar de su capital a la economía conjunta logrando así que sean equitativos los gastos que se susciten de la convivencia.
¡Ah! y en cuanto a las diferencias irreconciliables como la pasión por el vallenato de uno y el amor por la música clásica del otro, es cuestión de que cada uno respete el gusto ajeno y decidan en conjunto los turnos en que cada uno va a usar el equipo de sonido. Es más fácil compartir y tolerar que amargar y discutir.
Por supuesto, como a todos los homosexuales que aman a su pareja o que están pensando establecer una relación me preocupan muchas cosas, por ejemplo, que sí yo fallezco él no pueda heredar mis cosas. Mi seguridad económica y la de mi pareja es una de las razones por las que no soy un marica en el closet. Mi familia tiene claro que si yo muero, él, más que nadie tiene derecho a una muy buena parte de lo que me pertenece; en mi compañía de seguros saben que él es mi beneficiario, y sobre todo, él sabe que es el dueño de sus cosas, que si deseamos compartirlas no es porque al vincularnos hicimos la inversión económica más rentable sino la decisión afectiva más importante de nuestras vidas.
Igualmente, me preocupa que él no tenga derecho a ser cubierto por la seguridad social y familiar, como sucede en la inmensa mayoría de los países del mundo. Pero la ventaja de compartir con un hombre es que, por esas cosas de la masculinidad, desde siempre sabe que no es “de” nadie sino de sí mismo, que quien debe velar por él, es él mismo; que su salud y logros no dependen de la economía de su marido, pero que cuando ello es necesario compartir es un acto de solidaridad.
Tal vez una de las ventajas de ser marica es que la vida me ha enseñado que las cosas del amor no son como todo el mundo piensa, y que existen muchas formas de ser felices y de crecer sin arrastrar a las demás personas al abismo de nuestras ambiciones individuales. Nos deberíamos preocupar más por construir espacios, situaciones, sin entender esto como un sacrificio por el otro, sino como una posibilidad de ser dichosos construyendo vivencias que nos sean comunes.
Esta es la razón por la que no quiero matrimonio pero si lucho por alcanzar plenamente los derechos civiles que me permitan heredar a mi pareja o cubrirla por la seguridad social, no porque yo sea marica sino porque como ciudadano y sujeto de derechos debo tener las misas oportunidades que los ciudadanos que tienen una orientación sexual heterosexual.
Publicado en http://www.agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=685
viernes, 1 de diciembre de 2006
A quién se le cobran los muertos del sida
Uno de mis mejores amigos acaba de morir a causa del sida, por supuesto no es la única persona a quien la pésima calidad de la atención en las instituciones de salud (EPS y algunas Empresas Sociales del Estado) le violan sus derechos, incluyendo el más fundamental de todos, el derecho a la vida.
Murió luego de múltiples tutelas, siete en total, de dos cambios de EPS, de muchos médicos formulándole medicamentos que se demoraban meses en entregarle o que recibía intermitentemente, unos meses sí, otros no; algunas veces completos, otros con uno o dos sin entregar, sin posibilidad de nutricionales especializados. Es evidente que lo estaban condenando a muerte, ¡Lo lograron!
No olvidemos que las personas que no toman en las cantidades necesarias y a tiempo los medicamentos inhibidores del virus, suelen volverse resistentes a los mismos y entonces de nada sirve entregar medicamentos si son incompletos. Este tipo de atención con entrega entrecortado de medicamentos no es inversión en salud, es gasto, dinero perdido totalmente, pero en Colombia a nadie se ha condenado por malversación de fondos, por gastar para matar. Cabría preguntarse, las instituciones de salud, a cuántas personas han asesinado de esta manera lenta y tortuosa.
Cuántas personas han muerto a causa del sida en Colombia, cuántas de esas murieron por negligencia oficial, cuántas viven con el virus que lo causa, cuántas ya están afectados por los síntomas? Las cifras en Colombia ocultan la realidad, dejan mucho que desear; hace algunos años hubo proyecciones que estimaban que entre 250.000 y 450.000 personas pudieran estar infectadas.
Este año las cifras oficiales han bajado. El ministerio de la Protección social considera que 171.504 colombianos podrían estar infectados con el virus. Un número mucho mayor que el de los casos reportados y diagnosticados que solo llegan a 52.186 en el país.
120.000 personas viven con el VIH y no lo saben! Pero nadie los motiva para que se enteren y de nada sirve que lo hagan, si igualmente son muchos a los que nos los atienden y otros muchos más a quienes no les dan la atención integral que requieren.
Indiferencia social: un propósito estatal
Podríamos interrogarnos sobre a quién culpar porque no hay la permanente difusión sobre el tema que se hace necesaria. El gobierno colombiano asiste a foros internacionales y se compromete con acciones que no cumple. El Ministro de la Protección estuvo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en New York en Junio de este año y mostró los grandes logros realizados en nuestro país, olvidó un pequeño detalle, decir que la gran mayoría de lo alcanzado se debe a la cooperación internacional de las agencias que conforman el ONUSIDA, contar que no hay presupuesto suficiente, que éste tan solo cubre un mínimo de la inversión que realmente se requiere, que es un paño de agua tibia para una enfermedad social que necesita un tratamiento más especializado.
Esta es también la razón por la que no vemos anuncios en la TV o la prensa escrita, ni cuñas en la radio. El Ministerio se queja de que la Comisión Nacional de Televisión no da los códigos cívicos para pasar los anuncios así sea en horas de la noche en que los celadores son los únicos que se pegan a una programación que nadie quiere ver, pero olvida decir que dicha comisión le hace censura moralista a los anuncios, en un tema en el que se hace necesario hablar a calzón quitado.
Es evidente que el único responsable no es el Estado, cada uno de nosotros debe responsabilizarse por su propio cuidado… No es que tengamos que dejar de tener relaciones sexuales; nadie quiere abandonar lo que le produce placer, alegría y le ayuda a olvidarse de la guerra en la que estamos, pero si es conveniente utilizar nuestra emocionalidad de una manera mas inteligente para vivir nuestra sexualidad.
Héroes anónimos
“Es muy importante que el tema deje de ser un tabú, que se hable abiertamente, de los métodos de protección, de los riesgos y de la importancia de la detección temprana de la enfermedad. Sólo así se puede frenar que el virus crezca exponencialmente”, dice Luque, de la oficina de Salud Pública del Ministerio de Protección Social, a quien habría que darle el Premio nacional de la perseverancia, porque no podemos negar que algo se ha hecho a pesar del Ministro.
Durante años Luque manejó simultáneamente, hasta hace unos meses, muchos problemas de salud, entre ellos el sida; Ahora, por fin, con la posibilidad de estar algo mas centrado en este tema, debemos reconocer que él necesariamente tiene el don de la ubicuidad y el poder de la palabra, porque sin presupuesto adecuado lo único que le ha quedado por hacer es echar “carreta”, hacer gala de su interés social, humano y particular para dar la cara a nombre de una institución que ni siquiera en el Día mundial del sida tiene los centavos suficientes y necesarios para aparentar que por algunos muertos menos bien vale la pena invertir.
Un reconocimiento
Mi más profunda admiración y respeto por aquellos que a pesar de la adversidad que significa la permanente violación de sus derechos siguen cuidándose y enseñándonos que la vida vale la pena vivirla, a aquellos que desde su dolor sacan fuerzas para apoyar a otros y hacer de su vida y situación de salud un testimonio, a aquellas que se han abanderado del tema de las mujeres haciendo público aquello que muchos temen mostrar, a quienes murieron a pesar de su interés por luchar y a los miles de hombres y mujeres anónimos de quienes nadie se acuerda sino en la conmemoración de este día.
Un abrazo solidario de acompañamiento a Mario, quien aprendió a vivir como si tuviera sida para acompañar a un amigo, un amante, un compañero que partió de este mundo a pesar de no querer hacerlo porque su vida no dependía de él sino de una institución que no hizo lo que su responsabilidad ética y social le dictaba para atenderlo.
Murió luego de múltiples tutelas, siete en total, de dos cambios de EPS, de muchos médicos formulándole medicamentos que se demoraban meses en entregarle o que recibía intermitentemente, unos meses sí, otros no; algunas veces completos, otros con uno o dos sin entregar, sin posibilidad de nutricionales especializados. Es evidente que lo estaban condenando a muerte, ¡Lo lograron!
No olvidemos que las personas que no toman en las cantidades necesarias y a tiempo los medicamentos inhibidores del virus, suelen volverse resistentes a los mismos y entonces de nada sirve entregar medicamentos si son incompletos. Este tipo de atención con entrega entrecortado de medicamentos no es inversión en salud, es gasto, dinero perdido totalmente, pero en Colombia a nadie se ha condenado por malversación de fondos, por gastar para matar. Cabría preguntarse, las instituciones de salud, a cuántas personas han asesinado de esta manera lenta y tortuosa.
Cuántas personas han muerto a causa del sida en Colombia, cuántas de esas murieron por negligencia oficial, cuántas viven con el virus que lo causa, cuántas ya están afectados por los síntomas? Las cifras en Colombia ocultan la realidad, dejan mucho que desear; hace algunos años hubo proyecciones que estimaban que entre 250.000 y 450.000 personas pudieran estar infectadas.
Este año las cifras oficiales han bajado. El ministerio de la Protección social considera que 171.504 colombianos podrían estar infectados con el virus. Un número mucho mayor que el de los casos reportados y diagnosticados que solo llegan a 52.186 en el país.
120.000 personas viven con el VIH y no lo saben! Pero nadie los motiva para que se enteren y de nada sirve que lo hagan, si igualmente son muchos a los que nos los atienden y otros muchos más a quienes no les dan la atención integral que requieren.
Indiferencia social: un propósito estatal
Podríamos interrogarnos sobre a quién culpar porque no hay la permanente difusión sobre el tema que se hace necesaria. El gobierno colombiano asiste a foros internacionales y se compromete con acciones que no cumple. El Ministro de la Protección estuvo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en New York en Junio de este año y mostró los grandes logros realizados en nuestro país, olvidó un pequeño detalle, decir que la gran mayoría de lo alcanzado se debe a la cooperación internacional de las agencias que conforman el ONUSIDA, contar que no hay presupuesto suficiente, que éste tan solo cubre un mínimo de la inversión que realmente se requiere, que es un paño de agua tibia para una enfermedad social que necesita un tratamiento más especializado.
Esta es también la razón por la que no vemos anuncios en la TV o la prensa escrita, ni cuñas en la radio. El Ministerio se queja de que la Comisión Nacional de Televisión no da los códigos cívicos para pasar los anuncios así sea en horas de la noche en que los celadores son los únicos que se pegan a una programación que nadie quiere ver, pero olvida decir que dicha comisión le hace censura moralista a los anuncios, en un tema en el que se hace necesario hablar a calzón quitado.
Es evidente que el único responsable no es el Estado, cada uno de nosotros debe responsabilizarse por su propio cuidado… No es que tengamos que dejar de tener relaciones sexuales; nadie quiere abandonar lo que le produce placer, alegría y le ayuda a olvidarse de la guerra en la que estamos, pero si es conveniente utilizar nuestra emocionalidad de una manera mas inteligente para vivir nuestra sexualidad.
Héroes anónimos
“Es muy importante que el tema deje de ser un tabú, que se hable abiertamente, de los métodos de protección, de los riesgos y de la importancia de la detección temprana de la enfermedad. Sólo así se puede frenar que el virus crezca exponencialmente”, dice Luque, de la oficina de Salud Pública del Ministerio de Protección Social, a quien habría que darle el Premio nacional de la perseverancia, porque no podemos negar que algo se ha hecho a pesar del Ministro.
Durante años Luque manejó simultáneamente, hasta hace unos meses, muchos problemas de salud, entre ellos el sida; Ahora, por fin, con la posibilidad de estar algo mas centrado en este tema, debemos reconocer que él necesariamente tiene el don de la ubicuidad y el poder de la palabra, porque sin presupuesto adecuado lo único que le ha quedado por hacer es echar “carreta”, hacer gala de su interés social, humano y particular para dar la cara a nombre de una institución que ni siquiera en el Día mundial del sida tiene los centavos suficientes y necesarios para aparentar que por algunos muertos menos bien vale la pena invertir.
Un reconocimiento
Mi más profunda admiración y respeto por aquellos que a pesar de la adversidad que significa la permanente violación de sus derechos siguen cuidándose y enseñándonos que la vida vale la pena vivirla, a aquellos que desde su dolor sacan fuerzas para apoyar a otros y hacer de su vida y situación de salud un testimonio, a aquellas que se han abanderado del tema de las mujeres haciendo público aquello que muchos temen mostrar, a quienes murieron a pesar de su interés por luchar y a los miles de hombres y mujeres anónimos de quienes nadie se acuerda sino en la conmemoración de este día.
Un abrazo solidario de acompañamiento a Mario, quien aprendió a vivir como si tuviera sida para acompañar a un amigo, un amante, un compañero que partió de este mundo a pesar de no querer hacerlo porque su vida no dependía de él sino de una institución que no hizo lo que su responsabilidad ética y social le dictaba para atenderlo.
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