A quién no le encanta la oralidad sexual. A muchos y muchas se nos llena la boca cuando de sexo se trata; podemos hacerlo por horas, en especial cuando encontramos a alguien con quien se nos facilita gozarlo.
Tiene un gran encanto cuando uno puede desinhibirse y hacerlo sin que la otra persona se escandalice y en especial si el otro pone mucho de su propia experiencia y se entrega plenamente en el compartir.
Sé que para muchos esto es algo que ni se piensa, dado que la tradición judeocristiana ha logrado que cerremos nuestra boca y dejemos de lado el placer que nos produce ventilar nuestros temores y autorizarnos a hacer lo que tanto nos gusta.
Por supuesto que cuando esto se hace en un espacio en el que hay la intimidad necesaria, contamos con el tiempo suficiente y encontramos ese ser en el que podemos confiar, lograrlo se vuelve en un espacio casi terapéutico.
Todos hemos sido infieles alguna vez, tenemos nuestras expresiones comportamentales sexuales, las hemos realizado en lugares poco indicados, con las personas con quienes menos pensábamos y esto, por supuesto nos atormenta, inquieta y obliga a callar, pero cuando hallamos a alguien con quien la oralidad sexual se nos facilita, sentimos durante el acto y aún después, una descarga emocional que logra que nuestro espíritu se goce, se distensionen todos nuestros músculos, se relaje nuestra conciencia e incluso que entendamos que eso que parecía tan difícil, cuando nos autorizamos a abrir la boca, fluya con una tranquilidad asombrosa.
Suele pasarme, en mi consulta como sexólogo, que las personas se autoricen a hacerlo tal vez sea porque tener a un profesional enfrente facilita la cosa, pero no siempre es necesario contar con un terapeuta para lograrlo, es más, opino que es mejor hacerlo en el momento menos indicado y con alguien incluso poco conocido.
Yo recomiendo a las personas buscar alguien con quien darse el gusto, entender que la vida no es tan complicada como parece y que no se requiere siempre de un experto o un conocido, por supuesto si logramos encontrar la persona apropiada esto no solo nos resulta mas barato que acudir a una cita profesional, pero se hace necesario recordar que sólo debe hacerse con amigos cuando sintamos que nuestra oralidad sexual queda en la intimidad y que no se va a hacer publico aquello que es tan privado y nuestro.
Es común que la gente lo haga bajo los efectos del licor y ello se entiende porque sabemos que el uso de substancias psicoactivas desinhibe, pero me parece que hacerlo en estas circunstancias atenta contra nuestra salud física e incluso emocional; es mejor hacerlo en sano juicio, convencidos de que queremos dar el paso, que encontraremos el apoyo si este es necesario y que se hace bajo el respeto mutuo que ello requiere.
Les confieso que durante el tiempo en que trabajé en televisión me llamó la atención que la gente aprovechara cualquier oportunidad para lanzarse a hacerlo, siento que incluso contar las aventuras era una manera de sanarse mentalmente, pero también una manera de hacerle daño a otros. Esto último me parece un poco sucio, no sólo con quienes son nuestras parejas sino también con uno mismo.
Creo que si queremos hablar de sexo no necesariamente hay que informar sobre las personas que han sido nuestras parejas ni contar detalles que las identifiquen, lo importante es hablar del hecho en sí, de la situación emocional que ello nos produce; contar sobre nuestra vida sexual es una manera de desdramatizarla, de darnos cuenta que todos somos seres sexuados, que tenemos una vida sexual diversa y que aquello que nos parece raro realmente no siempre lo es tanto.
Por supuesto que por aspectos culturales que todos conocemos, las mujeres se atreven menos que los hombres a hacerlo, pero que rico para ellas y nosotros tener cómplices, saber qué le gusta al otro, aprender mejores técnicas, descubrir mundos inimaginados… debe ser por eso que me encanta el sexo oral, porque cuando hablo de sexo definitivamente me libero.
Publicado inicialmente en Revista Semana.com http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29
Publicado e ilustrado por http://www.agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=800
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