Manuel Velandia Mora
España, Abril de 2009
Ante las amenazas de muerte, te quiero vivo.
Ante las amenazas de muerte, me quiero vivo.
Quiero que lo más importante en tu vida seas tu mismo.
Quiero que si decides consumir substancias piscoactivas lo hagas pensando en que tienes derecho a la vida; que lo hagas responsablemente y en todo caso, disminuyendo riesgos para ti. Quiero que cuando hagas el amor, disfrutes plenamente y te acuerdes que para hacerlo tanto como te gusta, será mejor que te cuides. Ama los condones tanto como amas tu vida, tu cuerpo, tu salud.
Si te relacionas con otro, otros, otras, otres recuerda que por encima del amor está tu vida, que no puedes sacrificarte ni mucho dejar que sobre tu vida, decida otro. El amor no es un sacrificio, sino la posibilidad de compartir lo mejor de ti.
Estar explotado/a sexualmente no es lo mejor que te puede suceder, no es justo y no favorece tu salud, pero si decides trabajar sexualmente recuerda que quien compra un servicio no te compra a ti y mucho menos compra tu salud, porque en ti prima el derecho a la vida. Aun cuando no elegiría para mí, la forma que has optado para resolver tu economía, respeto tus decisiones, respeto tu vida.
Sé que las condiciones sociales no son equitativas, que no todos tienen acceso a la educación, que las decisiones sobre tu cuerpo, tu salud, tu sexualidad son sólo tuyas. Quiero que me respetes como yo te respeto.
Pensar distinto, sentir distinto, vivir distinto no te hace distinto de mi; recuerda que tenemos en común que somos únicos/as, que nadie piensa, siente, explica el mundo como tú, porque solo tú lo haces de esa manera, pero recuerda que esa no es razón para que tú decidas que las demás vidas no son tan importantes como la tuya.
Recuerda que si quieres cambiar el mundo, el cambio se inicia en ti; que al pretender limpiar la sociedad, estás generando odios, dolores, resentimientos, penas, tristezas… lo que termina siendo más dañino que aquello que consideras mal y pretendes limpiar.
Si pretendes ofrecer soluciones, ofrece alternativas; si quieres construir un mundo distinto fortifícalo con bases de respeto y solidaridad. Si crees que puede ser verdad que la mejor alternativa para cambiar el mundo sea eliminar a aquellos que no son como tu; piensa en qué sucederá cuando otros/as que no piensan como tú, decidan optar por una respuesta similar a la tuya. Eres persona, ciudadano/a, sujeto de derechos, yo también lo soy.
No me amenaces y protege el bien más preciado que tienes, que es la vida; de la misma manera que yo respeto la tuya, permíteme vivir la mía.
No me amenaces, dime que estás en desacuerdo, posibilítame conocer qué piensas, tal vez tus palabras y tus hechos sean la mejor semilla que germinará en esa “limpieza social” que tanto anhelas.
Déjales a tus hijos un mensaje de amor y un camino en el que puedan transitar. No pongas en su presente un futuro lleno de rencores que no le pertenecen, alimenta en ellos/as el brillo de sus ojos, ese que sólo sale de lo profundo del corazón de aquel que tiene su conciencia tranquila y el orgullo de saber que los suyos y él/ella mismo/a construyen en vez de destruir.
Por una Colombia en paz y por la equidad para todos y todas, recuerda que la vida es lo primero.
Si quieres vivo/a a alguien, si te quieres vivo a ti mismo/a y deseas hacerlo saber, no dudes en enviar este texto, recomendarlo o hacer conocer el tuyo. Además lo he publicado en mi blog en Revista Semana de Colombia http://www.semana.com/wf_InfoBlog.aspx?IdBlg=29&IdEnt=1853
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