sábado, 15 de diciembre de 2012

La paja en cuerpo propio: placeres masculinos


Por Manuel Antonio Velandia MoraEspaña, diciembre de 2012 

¿Cómo se masturban los hombres? Es la pregunta sobre la que se reflexiona en este post. La respuesta ayuda a desarrollar otras posibilidades y enseña a quienes no tienen mucha experiencia sobre cómo hacerse un/a mejor amante… ellas si son heterosexuales o bisexuales, cristianas o no, también deben aprender a masturbar a su pareja.
La masturbación es probablemente la práctica erótica con más mala fama. Se decía que a los hombres que la practican les sale pelos en la palma de la mano, se vuelven locos, pueden quedar ciegos o impotentes. Por otro lado, se dice que es una conducta inmadura, que quien la practica permanece en la adolescencia mental y que lleva a la negación de la pareja.
La masturbación es una forma de encontrarse con sigo mismo, de reconocer-se el cuerpo, de preparar-se para el intercambio sexual e incluso de aprender a retardar la eyaculación. Se practica desde niños, se acentúa con la juventud y se disfruta hasta la misma muerte; favorece las relaciones de pareja en cuanto regula y equilibra los ritmos de deseo, erotismo y genitalidad de los hombres con parejas estables.

¿Cómo se hace?

La masturbación en los hombres consiste en estimular el pe_ne para lograr la eyaculación (venirse, botarse, irse) y disfrutar el placer que la acompaña. Se realiza desde el momento en que el pe_ne está en estado de flaccidez, (blando, en reposo) pasando por la erección (aumento de volumen y endurecimiento) hasta el orgasmo, acompañado o no de eyaculación (expulsión o emisión de se_men). El ritmo del movimiento se incrementa hasta que el orgasmo y/o la eyaculación son irremediables. Se pueden tener orgasmos sin eyaculación y también viceversa, esto último es lo más frecuente.
En general, los hombres son bastante elementales y/o tradicionales en cuanto a la masturbación se trata, pero hay muchas maneras de hacerlo.
La más simple y tradicional es acariciar el tallo del pe_ne (balano; cuerpo cilíndrico del pe_ne) de arriba hacia abajo, o de la base (raíz) hacia el glande (la cabeza), haciendo que el prepucio (repliegue de la piel que cubre el glande) se mueva cubriéndolo y descubriéndolo; si no se está circuncidado el movimiento se hace friccionando directamente el glande.

Formas más creativas de masturbar-se

Vale la pena trascender los aprendizajes juveniles y autorizarse a experimentar otras formas de pajiar-se
Hay sensaciones diferentes si se masturba con la mano humedecida con un lubricante o con la mano seca; la masturbación agresiva suele ser placentera para algunos, aun cuando puede terminar siendo molesta, especialmente para los circuncidados.
La sensación es diferente si se masturba con la mano más desarrollada o con la poco utilizada, los movimientos difíciles de controlar provocan sensaciones extrañas que pueden ser muy placenteras.
Se puede masturbar colocando el pe_ne (el balano y/o el glande) entre las dos palmas de las manos, abiertas, una frente a la otra, desplazándolas en sentido contrario produciendo fricción.
Otra manera de hacerlo es rozando el glande, haciendo pequeños círculos sobre él ya sea con los uno, dos, o con la palma de la mano que puede estar extendida, algunas veces, y otras, algo recogida.
Acaríciese/le el glande con tres, cuatro o cinco dedos, cubriéndolo con ellos, desplazándolos hacia arriba y abajo, en círculos o combinando los dos movimientos; cambie la sensación haciéndolo con lubricante o una crema suave (las pastosas son algo molestas para algunos).
Otra forma de hacerlo es con un anillo formado con los dedos pulgar e índice, que se desplaza sobre el balano y el glande, de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba. El anillo puede hacerlo con tres, cuatro o los cinco dedos.
Una forma menos frecuente es practicarla con un solo dedo. Poniendo lubricante sobre la yema del dedo pulgar, llevando y presionando suavemente el pe_ne hacia su barriga y friccionándolo desde la base del frenillo hasta la uretra (orificio para orinar).
Con las palmas de las manos bien lubricadas, envolviendo el balano a dos manos simultáneamente y girándolas un cuarto de vuelta, de forma suave, de tal manera que los dedos pulgares se encuentren y separen, y luego ejerciendo el movimiento de regreso. Acto que se repite las veces que se considere necesario.
Una última alternativa que propongo es masturbarse con la mano en posición inversa, de tal manera que el dedo meñique sea el más cercano al glande, simulando una llave inglesa: haciendo un anillo con los dedos pulgar e índice, rodeando el pe_ne, cerca de la base del balano y con los otros tres dedos envolviendo el balano.
Algunos que gustan de sensaciones fuertes se excitan dándose golpes con el pene en la palma de la mano o golpeándose la barriga con su propio falo, hasta lograr la eyaculación. 

Evitar y/o retardar la eyaculación

Hay varias formas de hacerlo. Las siguientes variaciones requieren entrenar los músculos pélvicos, para tener total dominio sobre dicha zona:
Practique el controlar del flujo de orina, interrumpiéndolo y reanudándolo a voluntad; de paso con el ejercicio fortalece toda la región púbica.
Un ejercicio que le ayuda bastante en la preparación es el siguiente: siéntese en una silla rígida, en la que sus rodillas queden a la misma altura de sus nalgas, coloque las piernas a noventa grados (paralelas a las patas del asiento si este las tiene perpendiculares), afirme permanentemente las plantas de sus pies contra el piso. Dele a su organismo la orden mental y haga igualmente la actividad física correspondiente: intente levantar sus genitales centrando toda su fuerza mental y física en la base de estos, muévalos y observe como su esfínter anal se contrae y distiende, repita este ejercicio en varias oportunidades hasta que lo controle apropiadamente.
Con esta técnica se logra el control ya demás si hace el movimiento mientras penetra la pareja sentirá una mayor estimulación.
Cambie la velocidad y la presión con la que se hacen los movimientos de la mano, parando y retomando la estimulación las veces que sea necesario.
Presione el conducto seminal, colocando uno o dos dedos durante unos segundos debajo del balano, justo debajo del surco prepucial (la parte más hendida del balano, justo bajo del glande) y el dedo pulgar sobre el balano. No lo repita muchas veces, pes produce algo de dolor aguantar tanto para eyacular. Al principio, si se hace por un tiempo prolongado (eso depende de cada uno) se pierda total o parcialmente la erección, pero con la práctica cada vez le ocurrirá menos.
Pare el movimiento de fricción que ejerce para masturbarse por unos segundos y continúe la masturbación con una técnica diferente a la que venía practicando..
Los orientales favorecen la retención del semen presionando el punto Hui Yin, ubicado en lo que popularmente algunos llaman el “nies” el lugar intermedio entre los testículos y el ano.
Respire profundamente y relájese durante la masturbación de igual forma retarda la eyaculación.
Las técnicas para retardar la eyaculación se aplican durante el período de excitación y antes de que aparezca el deseo de eyacular.
Pero como decía en un blog anterior, quien no se conoce, no puede manejar su sexualidad. Es necesario reconocer los tiempos internos para poder adelantarse al reflejo eyaculatorio y poder frenarlo. La técnica hace al maestro, entre más repita y maneje apropiadamente los ejercicios mayores serán sus séxitos. 

La pareja se masturba

Para algunas personas, descubrir que su pareja se masturba en solitario, es tomado como una ofensa, una infidelidad y como la expresión de que la pareja está dando señales de que no somos suficientes para ella; tal vez por ello cuando se tiene pareja y se comparte la vivienda, las personas suelen masturbarse a escondidas, sin mucho ruido y a puerta cerrada.
La masturbación se adapta perfectamente a los estados de ánimo de quien la realiza, así que en general nadie se masturba en contra del otro, se hace por placer y beneficio propio. Busque hablar del tema, antes de descubrir a su pareja masturbándose, es muy seguro que lo haga. Parta de la comprensión y no de la acusación, sea sincera a pesar de que le parezca incomodo hablar del tema y recuerde, que muy seguramente usted igualmente se masturba, incluso sin razón, tan solo por pasar el rato.
Si en el proceso de masturbación mutua siente que su pareja va a eyacular y es demasiado pronto para hacerlo, practique algunas de las técnicas arriba recomendadas; hay una algo más radical: cuando note por los movimientos del cuerpo o por el ritmo de la respiración que su pareja se prepara para eyacular, haga una pregunta o comentario que lo obligue a ocupar su mente en un terma diferente al placer sexual, por ejemplo, interróguele sobre qué desea cenar o desayunar.
Me pregunto por qué preocuparse por la paja ajena si bien puede gozarse con la viga propia; bueno, así no dice exactamente el texto bíblico pero igual ayuda a comprender lo que deseo decir: No digas de esa agua no beberé si no sabes que al probarla querrás siempre tener el vaso lleno.

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