miércoles, 28 de enero de 2009

Despenalización de la homosexualidad en España, Treinta años después

Por Manuel Velandia Mora
España, Enero de 2009

El pasado 11 de enero se cumplieron treinta años de la despenalización de la homosexualidad en España. Recordemos que muchos/as transexuales y homosexuales estaban encarcelados en prisiones del Estado donde fueron recluidos a causa de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social aprobada en 1970, que se fundamentaba en la Ley de Vagos y Maleantes de 1954. Sin embargo, a ellas y ellos tan sólo hasta 1979 se les aplicaron las leyes de amnistía e indulto.

Recientemente, España ha articulado medidas a favor de este colectivo con el fin de recuperar su memoria histórica y otorgarles una indemnización. No por ello se han acabado la LGTBfobia; la discriminación por orientación sexual en la familia, la escuela (bullying escolar), la iglesia, la sociedad civil e inclusive de algunas autoridades; como tampoco se ha logrado plenamente una educación más inclusiva y respetuosa con las diversidades de sexo, géneros u orientaciones sexuales, o que el integrismo religioso no siga instigando y incitando a la homofobia y la exclusión social, al igual que lo hacían en tiempos del franquismo.

Como lo exigen la “Asociación ex­­-presos sociales” (Lesbianas, Homosexuales y Transexuales represaliados en la dictadura Franquista) y entre otras organizaciones, Decide-T Asociación de Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales de Alicante, el gobierno debe implicarse efectivamente y brindar el pleno apoyo para hacer realidad la iniciativa europea de despenalizar la homosexualidad en todo el mundo, presentada en la ONU por Francia el noviembre pasado.

Nos corresponde a todos exigir un estado laico, una educación no religiosa y el respeto más escrupuloso a los Derechos Humanos.Mucho se ha ganado en torno a derechos, pero aún existe un largo camino por recorrer; las organizaciones y personas tienen la obligación de trabajar para que los avances realizados por el Estado tengan su reflejo en el conjunto internacional, pues la transexualidad y la homosexualidad aún están penadas con la muerte y la prisión en numerosos países.

1 comentario:

kiskin-77-bix-bakaleto dijo...

Se necesita una actitud como la del estado francés, obligar a la iglesia que guarde fidelidad al estado. Y la desaparición de la institución vinculada a una congregación.