Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, junio de 2012
"El mundo está loco" -pensarán algunos, mientras otros tantos dirán
que "quien se volvió loco fue el procurador colombiano". La situación
en más extraña de lo que a simple vista parece.
También se ve en una serie de fotografías que han izado la bandera LGBTI en el Capitolio, la catedral Primada de Bogotá, las murallas de Cartagena, y otros lugares públicos.
Las imágenes también dejan ver a Manuela Beltrán ondeándola y a un grupo de militares haciéndole honores a ese símbolo multicolor.
Un par de personas consideran que esto debe ser una campaña orquestada por una MMI (Mafia de Marikones Influyentes); mientras otros más se atreven a decir que el autor intelectual debió ser algún subversivo militante LGTB. Lo cierto es que esto no es una novedad.
Ya se había izado la bandera del arco iris en varias ciudades españolas en años anteriores; lo que hace sospechar a los demás que lo que parece una locura es más bien una campaña mundial, orquestada por esos mismos que han logrado que el tema de los derechos civiles de las parejas del mismo sexo, el matrimonio, la adopción o la identidad de género se hayan legislado y garantizado la diversidad.
También se ve en una serie de fotografías que han izado la bandera LGBTI en el Capitolio, la catedral Primada de Bogotá, las murallas de Cartagena, y otros lugares públicos.
Las imágenes también dejan ver a Manuela Beltrán ondeándola y a un grupo de militares haciéndole honores a ese símbolo multicolor.
Un par de personas consideran que esto debe ser una campaña orquestada por una MMI (Mafia de Marikones Influyentes); mientras otros más se atreven a decir que el autor intelectual debió ser algún subversivo militante LGTB. Lo cierto es que esto no es una novedad.
Ya se había izado la bandera del arco iris en varias ciudades españolas en años anteriores; lo que hace sospechar a los demás que lo que parece una locura es más bien una campaña mundial, orquestada por esos mismos que han logrado que el tema de los derechos civiles de las parejas del mismo sexo, el matrimonio, la adopción o la identidad de género se hayan legislado y garantizado la diversidad.
Nació una idea "multicolor"
En Alicante (España), Manuel Antonio Velandia Mora se unió en el 2008 a varios concejales de la ciudad quienes eran miembros del Partido Socialista Español, PSOE, para presentar al Pleno del Ayuntamiento de Alicante una Moción para que declarara el 28 de junio como Día de interés para la ciudad.Él, por aquel entonces coordinador General de DecideT -una asociación LGTB de la provincia-, junto a los representantes públicos solicitaron desarrollar y aplicar todas las medidas previstas en la legislación vigente contra cualquier discriminación por motivos de orientación, identidad sexual y diversidad familiar; reconocer y tributar un merecido homenaje a todas aquellas personas y colectivos que han defendido y defienden los derechos LGTB; y, colaborar en los actos de celebración del día del Orgullo LGTB, cediendo el uso de los espacios públicos necesarios para ello, inmersa en esta última idea se solicitaba izar la bandera arco iris en la fachada principal del Ayuntamiento.
La moción fue rechazada, pero los concejales socialistas enarbolaron la bandera arco iris en sus respectivas ventanas. Un año después, Velandia realizó una intervención fotográfica en la que el Ayuntamiento alicantino lucía no sólo la bandera multicolor, sino también el lazo rojo de la solidaridad para con quienes viven o han fallecido a causa del sida.
Velandia explica el porqué de sus intervenciones en imágenes de los edificios emblemáticos en ese momento. Al respecto dice que “el mundo de la realidad se confunde con el mundo de la necesidad en el mundo de la ilusión. Algún día no habrá necesidad se pedir derechos, porque ya los tendremos todos”.
Para este "artista-militante", pasar de la ilusión a la realidad es un trabajo que se construye entre todos los conciudadanos, por lo que considera que su obra es un “llamado al reconocimiento de nuestros derechos”.
Los derechos de las minorías sexuales en Colombia no serán reales mientras las autoridades civiles, militares y religiosas no se comprometan con la No discriminación (Ley 1482 de 2011), el reconocimiento de los derechos obtenidos por la población LGTBI, y acaten la exhortación hecha por la Corte Constitucional a los Ministerios del Interior y de Justicia para que articulen con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, el Inpec, el ICBF, los ministerios de Protección Social, Educación, Defensa, Relaciones Exteriores, la Consejería para la Equidad de la Mujer y la Policía Nacional, una política pública integral nacional, constante y unificada con los entes territoriales para el sector LGBTI, que posibilite su socialización y coadyuve a la convivencia pacífica, cumpliendo también los deberes y obligaciones correlativas.
El arte es una interpretación del mundo y en algunos casos es considerado por algunos como una agresión. Pero representar en imágenes las experiencias democráticas no puede ser una vulneración sino democratizar la sociedad.
"La imagen es un instrumento de poder", afirma Velandia. "La imagen puede ser también una forma de rechazar las estructuras de poder y de romper con el voyerismo crónico que le da una significación estigmatizadora a la forma con la que algunos seres se relacionan con el mundo", agrega.
El intencionado trabajo de alterar imágenes
Susan Sontang argumenta en su texto “Sobre la fotografía” que esta es un acto de no intervención porque la persona que hace la fotografía no interviene en lo que registra.Sin embargo, la intervención fotográfica (es decir, transformar las fotografías), es pasar de la observación pasiva -en este caso, unir una imagen de una bandera izada a la imagen de un edificio, una escultura o de un grupo de personas-, es pasar de ser sujeto pasivo de la fotografía a ser sujeto activo; es mostrar que las fantasías son verosímiles aun cuando para otros sean inapropiadas.
Estas intervenciones fotográficas muestran que las imágenes puedes ser poseídas simbólicamente. Se carga de simbolismo a las fotografías cuando las neo-imágenes que surgen de la intervención atestiguan la “existencia” de mundos posibles, despertando el deseo y la conciencia.
"El simbolismo se hace mucho más palpable cuando las personas toman las neo-imágenes y las hacen suyas, las comparten con sus seres queridos e incluso, asumen esa “realidad” como una experiencia vivida; sobre esto último es conveniente destacar que muchas personas al ver las imágenes las asumen tan reales que se preguntan a sí mismas ¿por qué no estuve allí, en 'ese momento'?", agrega Velandia.
La imagen "alterada" es una transgresión de la ideología que determina qué es un acontecimiento, y se convierte en una ruptura con la aproximación reduccionista de lo que los escépticos consideran es y debe ser la realidad.
"Al romper el “orden establecido” y proponer un nuevo orden se da un paso en la transformación cultural, social y política del orden establecido que lleva a las personas a fascinarse con la idea y a hacer posible dicho nuevo orden", concluye el artista.
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