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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Documental Derecho a la Felicidad, Relatos del Exilio, un aporte a la memoria histórica colombiana

Agradezco al Maestro Lisandro Duque, Gerente General y Luisa Fernanda López, Productora General y Coordinadora de contenidos de "Relatos del Exilio", Canal Capital y a su equipo de realización, en especial a Angélica Pérez Pérez y Nicolás Quimbayo, el respeto y el calor humano con el que han realizado el documental.
Este hace parte de la serie “Relatos en el exilio” y debo decir que yo mismo me he conmovido al escuchar y mirar los ojos de quienes se han autorizado a contar su historia, pues a través de ellos y ellas, he sentido que no estoy solo pero sobre todo que la mía no es una lucha separada ni diferente de otras luchas por la paz.
Luego de un atentado contra mi vida y de amenazas de muerte que incluyeron a mi familia decidí NO callarme y seguir en mi lucha desde otros territorios. Preferí refugiarme en otras tierras y buscar el asilo porque al concedérmelos el Gobierno Español le estaba diciendo a Colombia y a sus mandatarios que reconocen que en nuestro país se vulneran los derechos fundamentales y el Estado no cumple con la obligación que tiene como lo es el de proteger adecuadamente a todos sus ciudadanos.
Acepté participar en el proyecto “Relatos en el exilio” y contar mi historia porque creo que es necesario que las personas del común se den cuenta de que somos muchos y muchas quienes vivimos la persecución, la exclusión, el desplazamiento forzado e incluso sufrimos atentados  y amenazas de muerte; que somos muchos los que hemos  tenido que vivir historias de dolor y separación de los seres amados, pero que son otros muchos más, los que a pesar de lo contundentes que son sus circunstancias se ven obligados a permanecer y exponer su vida en su deseo de que la paz sea posible y de que no existan ciudadanos de segunda clase.
Mi participación es un homenaje a quienes siguen luchando para que cesen los vacíos humanos en nuestra sociedad, porque se reconozca que ellos también son víctimas y que el reconocimiento no solo conlleva resarcir emocionalmente a las personas sino sobre todo creando las condiciones para que muchos no salgan y quienes hemos tenido que hacerlo, podamos retornar en las mejores condiciones posibles de paz y seguridad.
Mi participación es un homenaje a quienes siguen luchando para que cesen los vacíos humanos en nuestra sociedad; para que se reconozca que ellos también son víctimas, y que el reconocimiento, no sólo conlleva resarcir emocionalmente a las personas, sino sobre todo: en crear las condiciones para que muchos no salgan y quienes hemos tenido que hacerlo, podamos retornar en las mejores condiciones posibles de paz y seguridad.

Documental Derecho a la Felicidad, Relatos del Exilio, España, disponible en Youtube: https://youtu.be/s367xMHhpCU

viernes, 20 de diciembre de 2013

Lo nuestro fue amor a primera vista

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, 12 de mayo de 2012

Lo nuestro fue amor a primera vista, era el último chico disponible y no resistí la tentación, tenía que ser mío.
Me lancé en una veloz carrera y lo tomé entre mis manos. Cuando el comerciante me recibió el dinero yo respiré profundamente y celebré con un enorme sorbo de un refresco la alegría de poder poseer mi propio Chiqui-Pride. Su cuerpo de arco iris no solo es el símbolo de la diversidad, es también símbolo de la riqueza cultural, social y política.
Nunca pensé estar allí, tan solo había viajado a México para hablar en un Congreso. Fue una coincidencia que precisamente ese 17 de junio de 2006 se llevara a cabo la Marcha del orgullo lésbico-gay por la avenida Reforma. Todo confluyó para que yo estuviera ese medio día en la Plaza de la Constitución de la ciudad de México, informalmente conocida como El Zócalo.
No había pensado en permanecer por varios días en esa ciudad, pero una amiga, Sara Fernández, me invitó a hospedarme en su casa.
No había pasado por mi mente comprarme un pequeño oso de peluche, yo tan solo había salido para hacer algunas fotos pero cuando lo vi supe que siempre le había querido. Ya previamente me había arrepentido de no haberlo comprado en New York o en San Francisco en dónde lo había visto; no sabría cuándo coincidiría con otra marcha del orgullo en cualquier otro lugar del mundo donde fuera posible conseguir mi Chiqui-Pride.

Ahora que he tenido que refugiarme en España, él viajó conmigo. Ha estado en Madrid, Valencia, San Sebastián y Alicante. No sé en donde estaré en el próximo Día del Orgullo LGTBI, pero allí donde esté, celebrando o no, mi pequeño oso multicolor estará conmigo.

La historia fue publicada originalmente en la Pagina del Museo Nacional de Colombia, con motivo del Día Mundial de los Museos.

Fotografía Chiqui Pride, de la serie "yo también tengo derechos"
Autor: Manuel Antonio Velandia Mora


martes, 9 de julio de 2013

LGBT del medio rural: los olvidados

Por Manuel Antonio Velandia MoraEspaña 30/06/2013

¿Usted es el que sale en la televisión? Me preguntó, estábamos en la plaza principal de un pequeño pueblo; él era un hombre de unos 28 años cuya presencia y vestido, marcadamente campesinos, me hacían ver que me encontraba ante uno de esos hombres que no solemos encontrar en las grandes ciudades.
Sí, le respondí.
Es que quiero decirle que yo soy heterosexual. Esta confesión me sacó de la rutina, no entendía porque alguien quiere confesarse miembro de una mayoría sexual.
Lo que sucede es que aquí la gente no entiende que yo sea así, palabras que acentuaba con el movimiento de la mano, que moviéndose sobre su eje, describía algo de inestabilidad.
Así cómo, le pregunté.
¡Así, raro! me dijo.
¿Qué quieres decir con raro?
Que me gustan los hombres. Lo dijo en voz tenue, a pesar de que no había cerca alguien que pudiera escucharnos.
Bueno, para mí no es raro, a mí también me gustan y eso me hace feliz. Le respondí.
Con una sonrisa nerviosa, ratificó: es que aquí la gente no entiende, yo tengo pareja y él también es casado.
¿Tienes una pareja hombre y otra pareja mujer? Interrogué.
Sí, pero a mí los que me gustan son los hombres. Es que aquí nadie entiende, insistió.
Y, ¿por qué quieres decírmelo?
No sé, necesitaba decírselo a alguien.
Yo no me quiero ir del pueblo, a mí me gusta vivir aquí, pero hemos pensado salir a una ciudad. Yo tengo miedo de que si se enteran nos den una tunda, me dijo.
La discriminación también la hay en la ciudad, le respondí, pero probablemente sea menos que en el campo…

No le dije que en las ciudades no todos los homosexuales, lesbianas, bisexuales o trans van a las asociaciones, que estas algunas veces son un gueto y que incluso se discriminan los unos a los otros y las unas a las otras, las organizaciones.

Tampoco le comenté que las luchas no siempre son acompañadas por quienes pueden disfrutar de los derechos logrados y menos pensé en decirle que a algunos les obligan a desplazarse de sus barrios, les amenazan de muerte e incluso, deben irse del país, porque los crímenes de odio son mayores en la ciudad que en el campo, o tal vez lo que sucede a los maricas de pueblo no es noticia y a las organizaciones parece no importarles.

No es que esté en contra de las asociaciones LGTB, ni de sus luchas, es que me parece que no puede celebrarse el orgullo LGTBI con la frente en alto si olvidamos a esos otros y esas otras que nos son invisibles.

Por supuesto deseo invitar a todos los que luchan por los derechos humanos y sexuales y a los y las que creen que otro país es posible a que salgan a las marchas de sus ciudades, a que acompañen a quienes celebran el orgullo de ser LGTBI y a que no olviden que allí, en cada pequeño pueblo, hay muchos otros y otras que requieren que les tengamos en cuenta, porque sus derechos también son nuestros derechos.

Hoy 30 de junio en Bogotá, Medellín, Barranquilla, Manizales, Pereira, Cúcuta,

Vamos #PorNuestrosDerechos

lunes, 17 de junio de 2013

“Busco hombre acuerpado y cero plumas”


Manuel Velandia. Foto: Juan Sanz
¿A qué le atribuye la discriminación que se dice existe entre algunos hombres homosexuales por razón de su apariencia o comportamiento?
Con Leonardo Davinci surgió un patrón ideal de belleza masculina. Ese hombre ideal no existe en la realidad. Los primeros modelos atléticos aparecieron en “Physique Pictorial” y desde esa revista se fortaleció la idea del hombre masculinizado en el gimnasio como el modelo del cuerpo deseado por los hombres homosexuales. Por otra parte, el peso de la homofobia internalizada lleva a la discriminación, no solo de sí mismo, sino del otro que es percibido como la imagen amanerada de lo que se teme proyectar. Emerge así el temor a la “pluma” o más concretamente a la “pluma propia”, como algo que el otro le recuerda. Mientras no nos reconozcamos como seres únicos, no reconoceremos al otro como un auténtico otro.

¿Existe entre buena parte de hombres homosexuales un “culto al cuerpo”?
La publicidad se ha valido del imaginario de la masculinidad física con músculos como símbolo de la belleza. Con ese patrón, algunos hombres homosexuales se miden a sí mismos y a los otros. Los cuerpos masculinos también se entienden como mercancía y como tal se promocionan y se adquieren, porque en muchos casos el otro es un objeto, una cosa para mostrar, para consumir. Al pensarse como mercancía, el hombre homosexual transforma las redes sociales en un escaparate y su imagen en una representación de la mercancía que pretende ofertar. No todos los homosexuales tienen el mismo patrón de belleza, también hay osos, cazadores, cachorros, admiradores, reinonas, etc. Hay una gran diversidad de imaginarios, representaciones y modelos. Creo que lo importante es ser consientes de qué se quiere ser y por qué y no resultar siendo o exigiendo a los demás por negación a sí mismo.

¿Qué opina de la manera en que algunos hombres homosexuales se anuncian (con fotos de la zona genital, de los glúteos o sin ropa) en grupos y redes sociales concebidas para concretar encuentros entre ellos?
Quien frecuenta las páginas de encuentro no suele hacerlo por azar sino porque sabe lo que quiere, aún cuando algunos llegan allí por casualidad se quedan porque lo desean. Cada cual se promociona como le plazca y está en su derecho a optar por ello. Yo no pongo fotos de mi pene, creo que lo más bello de mí está en mi cerebro y no en el culo, por ejemplo. Pero si la persona cree que tiene una verga que saca la cara por él, pues tiene derecho a mostrar su mejor imagen.
Los hombres gays suelen tener un valor sobre el cuerpo diferente al que le dan las mujeres: antes que gays son machos y, como tales, algunos consideran que la masculinidad está relacionada con ser un semental. Los hombres en general tienen un mayor número de parejas sexuales que las mujeres, pero la moralidad judeocristiana olvida que en el intercambio genital hay erotismo, deseo, placer, sensibilidad y goce.
Las personas deberían tener el número de relaciones genitales que necesitan siempre y cuando no vulneren a los demás para conseguirlo y no nieguen sus propios valores cuando lo hacen. Cada cual sabe cuánto y qué necesita y, si para ser feliz lo logra, me parece bien. El problema es que solemos dar más valor al “qué dirán” que a ser honestos con nosotros mismos y con los otros.

¿Qué tan frecuente es el matoneo entre los hombres gays cuando no se cumple con ciertos parámetros físicos o manera de vestir, por ejemplo?
Existen varias éticas: la que cree que el otro solo es valioso en cuanto más poder económico tenga y por la que se rechaza al pobre. La que valora el intercambio en la que solamente se da algo si se recibe algo a cambio. Está la ética que asume al otro como cosa y como tal se le trata: cosa fea, cosa bonita o cosa “bien vestida”. En esta ética, el otro es una mercancía y tiene un valor de uso y de cambio. También hay una ética en la que el otro es reconocido como un ser auténtico.
Cada cual vive en una de esas éticas o en una mezcla de una y otra. El matoneo se presenta cuando desde la ética particular, el otro no es reconocido en sí mismo sino desde esa cosa, mercancía, pobreza o belleza con la que se mide al ser humano. El matoneo es más frecuente de lo que se cree, pero menos visible de lo que debiera ser, tal vez porque estamos acostumbrados al rechazo, al estigma y a la discriminación y, mientras no nos sintamos víctimas, no nos afecta lo que le sucede al otro.

¿Cuál sería su propuesta para empezar a superar esos “mandatos” como que los hombres gays deben ser “masculinos” o “cero plumas”?
La sociedad ideal solo existe como modelo. Mientras alguien se asuma como mercancía no le afectará tratar al otro en iguales condiciones. Yo abogo por el derecho a la “pluma”, al amaneramiento masculino o femenino, a querer compartir el culo, a penetrar solamente o a tener prácticas orales. No somos más o menos maricas por hacer lo uno o lo otro, pero somos peores seres humanos cuando le negamos al otro el derecho a ser lo que quiere.

viernes, 22 de junio de 2012

Procuraduría iza bandera del Orgullo LGTBI

Por Manuel Antonio Velandia Mora

España, junio de 2012

"El mundo está loco" -pensarán algunos, mientras otros tantos dirán que "quien se volvió loco fue el procurador colombiano". La situación en más extraña de lo que a simple vista parece. 

También se ve en una serie de fotografías que han izado la bandera LGBTI en el Capitolio, la catedral Primada de Bogotá, las murallas de Cartagena, y otros lugares públicos. 

Las imágenes también dejan ver a Manuela Beltrán ondeándola y a un grupo de militares haciéndole honores a ese símbolo multicolor.

Un par de personas consideran que esto debe ser una campaña orquestada por una MMI (Mafia de Marikones Influyentes); mientras otros más se atreven a decir que el autor intelectual debió ser algún subversivo militante LGTB. Lo cierto es que esto no es una novedad. 

Ya se había 
izado la bandera del arco iris en varias ciudades españolas en años anteriores; lo que hace sospechar a los demás que lo que parece una locura es más bien una campaña mundial, orquestada por esos mismos que han logrado que el tema de los derechos civiles de las parejas del mismo sexo, el matrimonio, la adopción o la identidad de género se hayan legislado y garantizado la diversidad.

Nació una idea "multicolor"

En Alicante (España), Manuel Antonio Velandia Mora se unió en el 2008 a varios concejales de la ciudad quienes eran miembros del Partido Socialista Español, PSOE, para presentar al Pleno del Ayuntamiento de Alicante una Moción para que declarara el 28 de junio como Día de interés para la ciudad. 

Él, por aquel entonces coordinador General de DecideT -una asociación LGTB de la provincia-, junto a los representantes públicos solicitaron desarrollar y aplicar todas las medidas previstas en la legislación vigente contra cualquier discriminación por motivos de orientación, identidad sexual y diversidad familiar; reconocer y tributar un merecido homenaje a todas aquellas personas y colectivos que han defendido y defienden los derechos LGTB; y, colaborar en los actos de celebración del día del Orgullo LGTB, cediendo el uso de los espacios públicos necesarios para ello, inmersa en esta última idea se solicitaba izar la bandera arco iris en la fachada principal del Ayuntamiento. 

La moción fue rechazada, pero los concejales socialistas enarbolaron la bandera arco iris en sus respectivas ventanas. Un año después, Velandia realizó una intervención fotográfica en la que el Ayuntamiento alicantino lucía no sólo la bandera multicolor, sino también el lazo rojo de la solidaridad para con quienes viven o han fallecido a causa del sida.

Velandia explica el porqué de sus intervenciones en imágenes de los edificios emblemáticos en ese momento. Al respecto dice que “el mundo de la realidad se confunde con el mundo de la necesidad en el mundo de la ilusión. Algún día no habrá necesidad se pedir derechos, porque ya los tendremos todos”. 

Para este "artista-militante", pasar de la ilusión a la realidad es un trabajo que se construye entre todos los conciudadanos, por lo que considera que su obra es un “llamado al reconocimiento de nuestros derechos”.

Los derechos de las minorías sexuales en Colombia no serán reales mientras las autoridades civiles, militares y religiosas no se comprometan con la No discriminación (
Ley 1482  de 2011), el reconocimiento de los derechos obtenidos por la población LGTBI, y acaten la exhortación hecha por la Corte Constitucional a los Ministerios del Interior y de Justicia para que articulen con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, el Inpec, el ICBF, los ministerios de Protección Social, Educación, Defensa, Relaciones Exteriores, la Consejería para la Equidad de la Mujer y la Policía Nacional, una política pública integral nacional, constante y unificada con los entes territoriales para el sector LGBTI, que posibilite su socialización y coadyuve a la convivencia pacífica, cumpliendo también los deberes y obligaciones correlativas.

El arte es una interpretación del mundo y en algunos casos es considerado por algunos como una agresión. Pero representar en imágenes las experiencias democráticas no puede ser una vulneración sino democratizar la sociedad. 

"La imagen es un instrumento de poder", afirma  Velandia. "La imagen puede ser también una forma de rechazar las estructuras de poder y de romper con el voyerismo crónico que le da una significación estigmatizadora a la forma con la que algunos seres se relacionan con el mundo", agrega.

El intencionado trabajo de alterar imágenes

Susan Sontang argumenta en su texto “Sobre la fotografía” que esta es un acto de no intervención porque la persona que hace la fotografía no interviene en lo que registra. 

Sin embargo, la intervención fotográfica (es decir, transformar las fotografías), es pasar de la observación pasiva -en este caso, unir una imagen de una bandera izada a la imagen de un edificio, una escultura o de un grupo de personas-, es pasar de ser sujeto pasivo de la fotografía a ser sujeto activo; es mostrar que las fantasías son verosímiles aun cuando para otros sean inapropiadas.

Estas intervenciones fotográficas muestran que las imágenes puedes ser poseídas simbólicamente. Se carga de simbolismo a las fotografías cuando las neo-imágenes que surgen de la intervención atestiguan la “existencia” de mundos posibles, despertando el deseo y la conciencia. 

"El simbolismo se hace mucho más palpable cuando las personas toman las neo-imágenes y las hacen suyas, las comparten con sus seres queridos e incluso, asumen esa “realidad” como una experiencia vivida; sobre esto último es conveniente destacar que muchas personas al ver las imágenes las asumen tan reales que se preguntan a sí mismas ¿por qué no estuve allí, en 'ese momento'?"
, agrega Velandia.

La imagen "alterada" es una transgresión de la ideología que determina qué es un acontecimiento, y se convierte en una ruptura con la aproximación reduccionista de lo que los escépticos consideran es y debe ser la realidad. 

"Al romper el “orden establecido” y proponer un nuevo orden se da un paso en la transformación cultural, social y política del orden establecido que lleva a las personas a fascinarse con la idea y a hacer posible dicho 
nuevo orden", concluye el artista.

sábado, 17 de marzo de 2012

De maricas, nenas y gallinas

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Marzo de 2012

Aunque es preocupante, no sorprende el hecho de que hay mucho marica misógino, sexista, lesbofóbico y machista. Lo que sí es contradictorio es que esta situación también la vivan algunos de los llamados militantes y más extraño aun, algunos de los llamados líderes gay.

En los jóvenes la cosa es diferente. Los que tienen entre 21 y 25 años, andan con las nenas (así llaman a las mujeres) de arriba para abajo, conversan todo el tiempo con ellas en facebook y son ellas las que los mariquean a ellos, hasta los tratan en femenino. Salen al cine, a las rumbas y se toman fotos juntos y se taggean. A nadie le preocupa que un “man” llegue de la mano con otro “man”. En los menores de esta edad la cosa es mucho más ligera.

Misoginia y endodiscriminación














Los homosexuales entre más mayores más han separado la vida gay de la vida social, incluso en sus épocas de juventud y aún ahora sigue siendo raro que anden con mujeres. En este post me refiero en especial a los que pasan de los 30 o se comportan como tales.

En el reciente día de la mujer trabajadora escribí un artículo denominado Corrección gramatical Versus reconocimiento de las mujeres y otras minorías sexuales el cual envíe a mi lista de correos, por supuesto esta se amplía a los grupos Yahoo y ahí es donde ha aparecido la situación que quiero comentar.

A pesar de que el texto hablaba de las minorías sexuales, algunos que de política sexual solo conocen la sigla LGTB no lograron ir más allá del título y se vinieron lanza en ristre poniéndole su energía misógina, sexista, lesbofóbica y machista a una serie de insultos que me fueron remitidos por llenarles el correo de “cosas de mujeres”, “problemas de género que no me interesan” y de “discursos españoles que traslado a Colombia”, eso sí en varios el denominador común fue llamar gallinas a las mujeres. Precisamente en este tipo de actitudes he sentido la brecha generacional.

Ah carajo, como si en el país no tuviera peso el diccionario de la RAE y la exclusión de las mujeres no fuera un problema propio del que se padece aun en muchas organizaciones mal llamadas LGBT. Porque creo que la “L” la ponen de adorno y para no desentonar con la “competencia”.

Por otra parte, el problema no solo es gramatical, sino que es mucho más sustancial, es de comprensión del mundo, de la manera de contemplar las relaciones de poder y de vivir la convivencia con nuestras congéneres. En los más jóvenes probablemente es que no se evidencia en la escritura porque no tienen ahora el lio del género al escribir porque todo lo escriben resumido, sin vocales... ps n s marik.

Incluir a las mujeres en la gramática cotidiana y especializada es una forma de reconocer que mujeres y hombres tenemos los mismos derechos, ya sean estas mujeres biológicas o neomujeres transitadas; es especial cabe recordar que estas últimas son aún más estigmatizadas y vulneradas al interior de las asociaciones, en especial cuando resumen en su existencia identitaria el reconocerse translesbianas.

Mientras ellas, las mujeres, esas “otras” (si, con a, en femenino) no sean reconocidas como seres auténticos que no merecen ser excluidas del lenguaje cotidiano, las luchas de los varones GBT no tienen ningún sentido, porque no es posible construir derechos si estos excluyen a una parte significativa de la población. 

jueves, 8 de marzo de 2012

Corrección gramatical Versus reconocimiento sociopolítico de las mujeres y otras minorías sexuales

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Marzo 8 de 2012                   

Un informe de la RAE redactado por Ignacio Bosque critica las nuevas guías sobre lenguaje no sexista, el documento ha creado ampolla en los colectivos feministas y en las organizaciones de minorías sexuales. Titulado "Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer", ha sido suscrito por todos los académicos numerarios y correspondientes que asistieron al pleno de la Real Academia Española celebrado en Madrid el jueves, 1 de marzo de 2012. Fue publicado en El País de España el 4 del mismo mes.

El problema se centra en que las organizaciones, instituciones e incluso gobiernos se niegan a aceptar que “el masculino es extensivo a las mujeres”, y que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua no tienen por qué hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo.

La RAE dice que su negativa es para no forzar las estructuras, pero les da ventaja a los hombres para ignorar a las mujeres. Si uno llega a un salón donde hay tres mujeres y dos hombres, por qué uno no puede decir "hola a todas" si las mujeres son mayoría. Son cosas del poder, de eso poder macho, masculino, falocrático y heterosexista del que suele hacer gala la Academia.

Un amigo me comentaba recientemente: Cómo ser hombre es el todo, entonces ser mujer es degradante y llamar a un grupo de seres humanos por "mujeres" así haya hombres, es insultante, pero decirle "señores" a un grupo de personas donde hay mujeres es elevar, o por lo menos, mantener el status quo. Por otra parte recordemos que en la escuela nos enseñaron cómo manejar “apropiadamente las estructuras de poder”, que cuando uno hacía una lista de personas o se dirigía a varios, debíamos nombrar primero a los hombres. 

En el informe se lee que las guías aludidas suelen llegar "a una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible", que "el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos está muy asentado en el sistema gramatical" español, que no tiene sentido "forzar las estructuras lingüísticas" y que éstas separan "el lenguaje oficial del real".

Adrián Sack publicó, al día siguiente, en La Nación de Argentina, un artículo titulado La Real Academia Española, contra el "todos y todas" en el que citando a Bosque aclara que las propuestas reformistas "no están hechas" para ser adaptadas al lenguaje común, puesto que, según entiende el académico, "se supone que los cambios que se solicitan han de afectar únicamente al lenguaje oficial". Es decir, al utilizado por quienes hablan delante de un micrófono o de una cámara y que, fuera de estas situaciones, se expresan "como todo el mundo".

Como suele ocurrir en el mundo de los medios de comunicación, ha sido más criticado el artículo de Sack (un análisis) que el de Bosque (el original), pero aquí lo que es realmente importante es que los académicos de la lengua ignoran o prefieren ignorar los argumentos que desde el otro lado se esgrimen: que el lenguaje se utiliza con una marcada perspectiva androcéntrica; que debe evolucionar de acuerdo con la sociedad y la cultura; y, que representa una posición ideológica y política que expulsa a las mujeres y a las minorías sexuales del universo simbólico. Además, que se hace necesaria una mayor sensibilidad ante la discriminación de la mujer en el mundo moderno

El uso de la lengua parece que no puede ser democrático sino impuesto desde las élites. La academia no produce documentos para una sociedad cambiante sino desde una perspectiva estática, en la que no se reconoce que las sociedades crean sus propias dinámicas comunicativas a las cuales hay una resistencia.

Las sociedades tienen el derecho a heterodesignarse pero no por ello a excluir  y las personas a autodesignarse; los colectivos deciden sobre sí mismas y cómo desean ser comunicadas en el lenguaje y si no aceptan que este sexista y excluyente de las minorías y diversidades sexuales es porque no están de acuerdo con el retrogrado patrón en que se mueven los lingüistas, que por supuesto es acorde con su propio sexismo y LGTBfobia.

Las mujeres tradicionalmente han sido subsumidas en el grupo de los varones y las minorías sexuales en el grupo de las heterosexualidades. En el Diccionario de la Real Academia española de la Lengua (DRAE), por ejemplo, se define homosexual como un adjetivo: 1.Dicho de una persona: Con tendencia a la homosexualidad; 2. Dicho de una relación erótica: Que tiene lugar entre individuos del mismo sexo; 3. Perteneciente o relativo a la homosexualidad. En la palabra lesbiana se leer ver lesbiano, en: lesbiano, a se lee 2. f. Mujer homosexual. 

La palabra género, en el DRAE se asocia con la gramática: Clase a la que pertenece un nombre sustantivo o un pronombre por el hecho de concertar con él una forma y, generalmente solo una, de la flexión del adjetivo y del pronombre. En las lenguas indoeuropeas estas formas son tres en determinados adjetivos y pronombres: masculina, femenina y neutra. Cuando se habla de género femenino se usa en los nombres y en algunos pronombres, rasgo inherente de las voces que designan personas del sexo femenino, algunos animales hembra y, convencionalmente, seres inanimados.

En consecuencia, las personas no tienen género. Por derivación no se puede transitar en el género, no hay violencia de género porque “la violencia la cometen las personas”, en este caso, según la Academia lo correcto sería decir “violencia sexual” ejercida por un hombre a una mujer o también proponen decir “violencia doméstica” por lo que también sería necesario aclarar que es ejercida por un hombre a una mujer.

Un argumento esgrimido por la Academia es que se hace necesario el criterio básico de economía y simplificación, que como se observa en el anterior ejemplo, la solución propuesta no solo alarga sino que demás enreda. Para la Academia, citar en una misma frase las palabras ciudadanos y ciudadanas en un “circunloquio innecesario”, un “desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina”. Desdoblamiento que por supuesto, desde la óptica académica no es económico ni simple, porque la simpleza está precisamente en ignorar la presencia de mujeres.

Arturo Pérez Reverte afirma que hacerlo es una “osadía de la ignorancia”, tal vez quienes estamos seguros de que las mujeres son sujetas de derechos seguiremos prefiriendo pasar por ignorantes que negando la equidad y el reconocimiento de la diferencia.

Ya decía Allwood en 1978 que los usuarios de la lengua no solamente actúan como individuos, sino que también actúan formando parte de una comunidad, una cultura y una ideología. En importante recalcar que el lenguaje es contextual, es decir, se puede hablar del contexto lingüístico (las diversas unidades que se combinan), del contexto interaccional (la organización regular de las intervenciones lingüísticas), del contexto social (las acciones verbales de la gente situadas social, institucional, e ideológicamente), y del contexto de la situación comunicativa.

La academia actúa ideológicamente. No tiene en cuenta la función interaccional del lenguaje que es también una función política; que su contexto social no es el ámbito de la Academia de la lengua, sino el ámbito hispanoparlante en el que la mujer no tiene iguales derechos que los hombres, ni el mismo reconocimiento social, político, económico, educativo o cultural; y que, el contexto de la situación comunicativa en el que se han creado las nuevas guías sobre lenguaje no sexista es el de las universidades, sindicatos y gobiernos regionales y locales, pero que su ámbito sobrepasa sus fronteras y es una propuesta inclusiva que se sugiere a toda la sociedad.

Dice Inés Alberdi en su artículo Pero, ¿dónde estaba la RAE?: La lengua es hija de la historia y por ello no debe sorprendernos que la española sea tan sexista. Casi todas las lenguas lo son e incluso el inglés, que tiene mayor flexibilidad para adaptarse a los tiempos actuales, permite usos que reflejan la superioridad de lo masculino en nuestra cultura. Un artículo publicado el mes pasado en el semanarioThe Economist sobre la genética del cerebro se titulaba What’s a man? (¿Qué es un hombre?) para reflexionar sobre que hace humanos a los humanos. Pues bien, yo no diría, afirma Alberdi, que este semanario es sexista por usar esta forma de hablar tan arraigada, pero sí les diría, como digo a mis estudiantes (yo hago esto mismo) que procuren reflexionar sobre cómo escriben y hablan y traten de no olvidar a las mujeres al hacerlo.

martes, 14 de febrero de 2012

Cásate Ricky Martin, pero no en España

La Federación Estatal de Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales de España FELGTB ha lanzadó con motivo del día de San Valentín una campaña en Twitter buscando que  #MatrimonioIgualitario  se convirtiera en 'trending topic' del día en España y lo logró.

Son muchos los trinos que a lo largo del día se vienen posteando al respecto, sin embargo algunos llaman la atención porque recuerdan directamente el tema que origina la campaña.

En España el Partido Popular conocido como PP compareció ante el Tribunal Constitucional para interponer Recurso de inconstitucionalidad contra la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (publicada en el Boletín Oficial del Estado núm. 157 correspondiente al día 2 de julio de 2005), porque “se trata de una Ley que viene a modificar la concepción secular, constitucional y legal del matrimonio como unión de un hombre y una mujer, incluyendo ahora dentro del matrimonio las uniones entre personas del mismo sexo”, suplicando que se “dicte Sentencia declarando la inconstitucionalidad del apartado primero del artículo único de la mencionada Ley y, como consecuencia de ello, los demás apartados del mismo artículo único y las disposiciones adicionales primera y segunda, declarando la nulidad de los preceptos y disposiciones impugnadas y de la Ley en su totalidad”.

Algunos de los trinos presentaban ideas tales como: “A mí no me importa que las parejas del mismo sexo se vayan de vacaciones, pero que no le llamen "vacaciones". Porque si hablamos del mismo amor, no podemos ponerle otro nombre; Familia somos, familia seremos y en el armario no nos quedaremos; Lo que es igual ha de llamarse de la misma manera; Llamar de forma diferente al mismo derecho es llamar diferente a lo que es igual y abrir la puerta a discriminaciones.

De manera personal yo hice algunos trinos, tales como “Quién pagará los daños emocionales que produce saber que el mío puede dejar de ser #MatrimonioIgualitario”;  Por el derecho a no tener menos derechos, a amar en =dad; No quiero trato especial, sólo mi derecho a amar en igualdad; o el que da titular a este post: Cásate Ricky Martin pero no en España, el @ppopular lucha para q´ el tuyo NO sea un #MatrimonioIgualitario

Hoy mismo algunos medios trataron el tema de la homosexualidad y los derechos desde diferentes puntos de vista. Se destaca el artículo del país.com denominado "Muchos dirigentes son homófobos". En éste se entrevista a John Amaechi (Boston, 1970) quien es el único jugador de la NBA que ha declarado su condición de homosexual e hizo pública su orientación sexual hace cinco años tras haber escrito un libro denominado “El hombre en medio”.  Amaechi recuerda en el artículo una definición pero no quien se la dijo: Homofobia: "El miedo de los heterosexuales a que los homosexuales piensen de ellos lo que ellos piensan de las mujeres".

Por otra parte Google en su Doodle del Día de San Valentín ilustró con parejas del mismo sexo. 

martes, 6 de septiembre de 2011

Del sueño a la dura realidad: mis memorias como político gay

Manuel Antonio Velandia Mora
España Septiembre de 2011

En una reciente conferencia virtual ante la pregunta de uno de los asistentes sobre qué pienso de los políticos homosexuales respondí: Un político gay que sólo piense en los maricas: ni es político, ni es gay… me parece interesante continuar con esta reflexión.

Cuando fui candidato a la cámara por Bogotá no solo me lanzaron una granada, también el periódico El Tiempo, en su página editorial dijo “En medio de esta feria de avales y enfrentados a un enmarañado tarjetón, presentamos a consideración del lector una lista de posibles candidatos a la Cámara, definida con criterios no partidistas ni de simpatías, sino de propuestas y desempeño en el pasado. Son ellos en estricto orden alfabético: - Rafael A. (…) Manuel Velandia (144)”. Fue la primera vez que dicho periódico se atrevió a hacer este tipo de propuestas.

Quiero hablar desde mi experiencia, lo primero que decidimos fue que en la sección política de los noticieros sería muy difícil tener cabida, así que optamos por la sección farándula, en la que las notas eran más largas y con menos censura. Luego decidimos hacer una campaña de bajo presupuesto y con gran cubrimiento mediático, así que dimos la primicia a una revista, a un periódico y a un noticiero de TV y filtramos la idea de que posaría desnudo, para complementar la estrategia de que era el “candidato que nada tiene que ocultar”.

La estrategia dio resultado. De la farándula pasé a la sección política. Esto podría considerarse un grave error porque en medio de tanto candidato delfín e hijo de potenciado financiero era difícil lograr la atención, así que optamos por los programas de opinión: nos lanzamos a las entrevistas sobre temas de interés general y tomamos como bandera educación, derechos humanos y salud. El marika era yo, así que la campaña no tenía por qué serlo; igual, lo que nos interesaba como gay cabía perfectamente en los otros temas.

Lo más tenaz fue llegar a los barrios y darnos cuenta que a las Juntas de acción comunal no les interesaban las propuestas para la ciudad, sino los televisores, las sillas, las “ayuditas”, así que como buenos pobres no teníamos cabida en esos sectores “tan políticos”, pues no teníamos como llenarles el estómago con tamal y cerveza.

Nos llegaron muchos avivatos ofreciendo ayuda. Mejor dicho, lo que quería eran prebendas, y con cómplices de esa calaña, “mejor solo que mal acompañado”. Lo más terrible fue hablarles a algunos políticos con experiencia y tratar que me respondieran cómo se trabaja en la Cámara…, solo me explicaron cómo se hacía la trampa con los proyectos, para lograr ganancias. Esto fue peor que la explosión de la granada en la ventana de mi casa.

 Ir a los bares gay y convencer a los dueños de la importancia de que hubiera un candidato miembro de las minorías sexuales, fue aún más preocupante, en especial intentar pedirles que me regalaran cinco minutos de micrófono y sin música: fue grave comprobar que a la gran mayoría sólo les importaba el negocio. Eso sí, descubrí que el “poder” nos hace atractivos, nunca antes había recibido tantas propuestas sexuales, como si al mundo de la política se pudiera llegar por la “puerta de atrás”.

De esa experiencia aprendí bastante. Sobre todo, crecí como ser humano (sueno como reina, ¡caramba!), es verdad. 

miércoles, 31 de agosto de 2011

Un político gay que sólo piense en los maricas: ni es político, ni es gay…

QUE TU BANDERA NO SEA LA DEL ARCO IRIS, SINO LA DE TU PAÍS

Manuel Antonio Velandia Mora
España, 31/08/11


Cuando a alguien se le reconoce como líder no se le reconoce por ser homosexual o por ser heterosexual, se le reconocer porque los actores sociales ven representados sus derechos y necesidades en esa persona; dicho reconocimiento se le provee porque entre quien ejerce las funciones de líder y la comunidad en la que el líder está inmerso existe una interrelación, interafectación e interdependencia.

Un ciudadano que elige a un líder en razón de su orientación sexual y no de sus planteamientos políticos tiene un problema grave como sujeto político: No se reconoce como un sujeto pleno de derechos, ni como ciudadano y centra su situación como persona en su sexualidad y no en la globalidad de su Ser.

Desde la teoría de sistemas, Rubo Millër plantea que las necesidades humanas son 14 a las que llama subsistemas: parentesco, salubridad, mantenimiento (techo, comida y vestido), lealtad (amor y otros proceso de vinculación), recreación, comunicación, educación, patrimoniales, productivas, religiosas (sistema de creencias), seguridad, político-administrativas, jurídicas y de precedencia (de auto y hetero-imagen en relación con otros sistemas). Desde esta perspectiva un líder que piense que los problemas de la comunidad solo pertenecen a uno o dos sistemas tiene un problema serio al olvidar que la realidad del ser humano es global.

Los derechos de las minorías sexuales son muy importantes por ser este un sector en la comunidad que ha visto permanentemente vulnerados sus derechos, pero los derechos son en los 14 subsistemas, no solo los jurídicos. Pensar que cambiar la norma cambia las relaciones sociales y la cultura ha sido un problema de falta de perspectiva política y social de muchos “lideres” en Colombia. No puede negarse que el cambio de la norma es importante, pero tener un horizonte tan estrecho puede llegar a ser un escollo grave de manejar cuando dichos derechos se logren.

Un/a candidato/a que se asume representativo de un sector social, en este caso el de las minorías sexuales debe comprender que requiere del reconocimiento de todos los sectores que la conforman y que sin dicho reconocimiento no tiene la menor posibilidad de ser elegido/a.

Las propuestas políticas por tanto no deben centrarse en un sector, homosexuales por ejemplo, sino en todo el amplio espectro de las minorías, incluso no solo las sexuales sino también construir alianzas con otros sectores sociales. Ello conlleva además ser reconocido como líder por esos otros sectores.

Me pregunto si los homosexuales, lesbianas, travestis que se lanzan como candidatos/as son reconocidos en dicho liderazgo como mínimo por las minorías sexuales de su barrio, de su localidad, de su ciudad, de su departamento, del país. Porque el hecho de que un puñado de amigos le acompañen, puede ser un buen comienzo para un proyecto político a 15 años, pero no la razón para lanzarse en este momento a una aventura que muy seguramente terminará en un gran estrellón contra la realidad y en la falta de credibilidad de los electores.

Me produce cierta sonrisa pensar en la ingenuidad de ciertos/as candidatos/as en cuyos perfiles en Facebook hay no más de 200 seguidores e incluso muchos menos; cuyos blogs, si es que los tienen no evidencian muchas visitas; y, cuyo pensamiento político no lo conoce ni su abuela y cuyas propuestas políticas se centran en tres frases de campaña que ni siquiera alcanzan a ser un slogan.

Un político para realizar una campaña requiere de una maquinaria, o más correctamente de un equipo de asesores cuyo reconocimiento y liderazgo sea igualmente validado por la comunidad. Asesores cuyo liderazgo debe ser reconocido en diferentes campos del conocimiento y del actuar social, capaces de comprender el mundo más allá de sus genitales y de la posibilidad de casarse, interés que por cierto no es ni siquiera un contenido político y vivencial para la mayoría de los homosexuales y lesbianas.

En los Estados Unidos durante los orígenes del movimiento gay, se diferenciaba a los homosexuales de los gay, los primeros tan sólo eran quienes tenían relaciones sexuales genitales con otros hombres, los segundos eran los militantes políticos y sociales que ejercían un liderazgo reconocido por los homosexuales vergonzantes o no, que no se atrevían a dar la cara en público y por otros gay, quienes tras bambalinas apoyaban las estrategias ya fuera económica, política y/o intelectualmente.

Yo le diría a ciertos incautos que antes de votar por cualquier candidato, marica, lesbiana, heterosexual piense no sólo en sus derechos como sujetos sexuados, sino en las necesidades que él/ella/elle tiene como ser social, como ciudadano y como sujeto político.

Como bien decía Gustavo Álvarez Gardeazábal, no se gobierna con el culo, recordemos que ser marica no te hace mejor gobernante, ni siquiera mejor marica; por eso, yo en mi caso prefiero como líder a un/a heterosexual comprometido/a que a un/a homosexual, lesbiana, travesti, transexual, trabajador sexual que no logra ver más allá de sus genitales.

sábado, 25 de junio de 2011

Que no le pongan closet a tus derechos

Manuel Velandia Mora
España junio 25 de 2011











Este domingo se marcha en diferentes ciudades colombianas por los derechos de las familias LGBTI. Un poco de historia ilustra este post en el que también se discute si las chicas deben o no mostrar sus tetas como acto político.
Han pasado 29 años desde que en Colombia se llevó a cabo en Bogotá el miércoles 28 de junio de 1982 la primera marcha por los derechos de los homosexuales. En aquella oportunidad los 32 activistas fuimos obligados por  miembros de la policía a cambiar y acortar la ruta prevista. Los organizadores fuimos el equipo de trabajo de la Revista Ventana Gay, representantes del Movimiento de Liberación Homosexual de Colombia MLHC, del GRECHO de Medellín y del GELG, Grupo de Estudio por la Liberación de los Güeis. No asistió ninguna lesbiana como tampoco alguna chica trans, pero ya en ese año dos lesbianas hacían parte del equipo de Ventana Gay y del GELG.

La marcha que solo fue permitida entre la Plaza de toros y la Plazuela de Las Nieves se caracterizó por la presencia de la policía -prácticamente desplazaron 3 policías por cada uno de los caminantes-, los carteles se volvieron consignas de la actividad: “Madre si tu amas a tu hombre deja que yo ame al mío” o “ni delincuentes ni antisociales, simplemente homosexuales” En ella se hicieron presentes delegados de Bogotá, Bucaramanga, Cali y Medellín y los discursos estuvieron a cargo de León Zuleta y Manuel Velandia. La actividad fue cubierta por los medios masivos de comunicación e incluso por las agencias internacionales de noticias.

La conmemoración del orgullo se viene celebrando desde antes, el 28 de junio de 1.977 se organizó por primera vez en Colombia el Día Gay Internacional, Velandia escribió el primer manifiesto por los Derechos de los Gueis en Colombia. De ahí en adelante se celebró cada año y cerradamente, con fiestas, conferencias y talleres. En el número 69 de diciembre/1980-enero/1981 se publicó por primer vez un artículo sobre el MLHC, lo escribió Tim McKaskell de la revista canadience Body Politic, entrevistó a Manuel Velandia y a Guillermo Cortes.

Entre las razones que nos movieron a realizar la primera marcha y las que se realizan en estos días en Colombia no hay mucha diferencia, releyendo el texto del Primer manifiesto por los derechos de los homosexuales en Colombia se logra comprender que las transformaciones en la visión sociocultural con respecto a los homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales y en estos no se logran centrando los esfuerzos en la discusión sobre el color una bomba o una camiseta para un carnaval y menos se alcanzan tras una máscara de maquillaje escondiendo la identidad.


Este domingo, marcha para que algún día no haya que marchar
Salir a marchar este domingo, más que un acto festivo debe ser un acto político. De nada sirve que cambien las normas legales o tomarse la vida pública por unas horas si no nos hemos tomado nuestras propias vidas y reivindicado nuestros derechos en todos los espacios de nuestra convivencia social y en nuestra propia intimidad.

Este año la "Marcha por la Ciudadanía plena de las personas LGBTI", organizada por la Mesa LGBT de Bogotá, se realizará el domingo 26 de junio a partir de las 2:00 p.m., desde el Museo Nacional hasta la Plaza de Bolívar; el tema y lema de la Marcha es "Somos familias de mil colores".  Se realizan además marchas en Medellín, Cali, Barranquilla y Carnavales en Pasto y en Manizales; todos trabajarán por el mismo tema.

Las tetas al aire un acto político

Existe una discusión entre los marchantes basadas en algunas apreciaciones de unos pocos transeúntes que se sorprenden porque algunas personas marchan con las tetas al aire (a nadie le preocupa que los hombres musculados o no muestren el pecho, una demostración de sexismo diría yo).

Creo que una teta al aire sólo es una teta al aire, el morbo, el deseo, la violencia, la exclusión están en la mente del que la mira, no en la teta. De ahí la importancia de que los padres que llevan a sus niños a la marcha (me pregunto por qué los llevan) aprovechen la oportunidad para hablarle a sus hijos de la sexualidad, del cuerpo, de los derechos, de la diferencia, de la unicidad y sobre todo, del respeto.

Por otra parte, no hay nada más político que ponerse tetas en un cuerpo que la sociedad espera sea de macho o construirse un pene en un cuerpo de hembra. Luego de toda la vulneración, la exclusión y demás crímenes de odio de que son víctimas mujeres trans y lesbianas, las primeras tienen todo el derecho a exhibir con orgullo lo que Dios no les dio y el cirujano con acierto logró; para ellas representa un gran esfuerzo construir lo que siempre han querido ser. Para las lesbianas una teta al aire es un acto político con el que demuestran que pueden decidir sobre su propio cuerpo porque han dejado de ser objeto sexual para los hombres para convertirse en sujetos para sí mismas.

De todas formas el problema central no son las tetas sino el hecho de que los homosexuales, las lesbianas, los bisexuales, los y las trans y las personas intersexuales tienen familia, construyen familia, porque “la familia no es una propiedad de la Iglesia, o del estado; además de ser el elemento fundamental de la sociedad, es la consolidación de los cariños, los apegos, la ratificación de que como seres humanos somos también seres sociales y así como no queremos a la iglesia ni al estado en nuestras camas tampoco los queremos en nuestro hogares”.