Por Manuel Antonio Velandia Mora
España. Julio de 2012
El tamaño parece haberse
convertido esta semana en un tema de interés nacional luego de que la Azcarate
escribiera sobre las mujeres gordas. Pero no solo algunas mujeres se han
indignado, también lo han hecho los hombres.
Hombres y mujeres estamos
afectados por la cultura y en esta el mercado dicta el ideal de lo que debe ser
el tamaño y la forma. Los medios están repletos de artículos sobre dietas,
cirugías plásticas, moda y quien no se atiene a ellos parece ser ciudadano de
otro planeta.
Mientras unas se ponen
tetas, nalgas, se hinchan los labios y pierden la expresión de su rostro, otros
se machifican en el gimnasio, se ponen pectorales, pantorrillas, se definen las
tabletas y se alargan el pene.
Recientemente he
construido una relación y he descubierto que a mi pareja le atraen los cuerpos
normalitos, incluso con grasita en la barriga. Me hace feliz alguien que me
acepta por mí mismo.
Me preocupa que cuando
las personas cuentan sus fantasías eróticas siempre las tienen con una mujer
bellísima y un hombre escultural, será
que la gran mayoría dice la verdad o que mienten porque el peso de los patrones
estéticos socializados puede más que la verdad.
Yo no soy ningún príncipe
azul, es verdad, pero así y todo he tenido parejas de las que me enorgullezco
no porque sean precisamente príncipes azules, de esos que siempre se destiñen
cuando pasa el efecto de los esteroides, sino porque el amor, el respeto, la
solidaridad, la ternura, la confianza y el acompañamiento son más importantes
que un “polvo estratosférico” o tener a alguien para mostrar.
No hay nada más molesto
que sentirse acompañado por alguien que no pierde oportunidad para mirarse en
el espejo, no puede gozar de una comida por la crisis que le produce pensar en
una onza de más o que no puede vestirse si no es ropa de marca.
No niego que también los
he tenido bastante atractivos, pero prefiero a aquellos para quienes es más
importante la calidad de ser humano que la cantidad de grasa.
1 comentario:
De acuerdo. Es bueno que mucha gente crea en el amor más allá de los patrones comerciales... Saludos
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