viernes, 27 de abril de 2012


Ser viejo incomoda: Personas LGBTI de la tercera edad

Por Manuel Antonio Velandia MoraEspaña, abril de 2012

Un reconocido diseñador de modas hace algún tiempo declaró que consideraba el culto a la juventud como “el nuevo racismo”. En las sociedades actuales (Colombia no es la excepción), donde cada día nacen menos personas, ser joven se está constituyendo en un privilegio, cumplir años en un pecado y ser mayor se está volviendo un lastre. Y este panorama tiene sus complicaciones particulares para las personas de la comunidad LGBTI; desde hace unos años asistimos a un incremento del mismo fenómeno bajo formas ampliamente renovadas lo que genera una serie de complicaciones que es necesario prever y resolver.  
Complicaciones que algunas organizaciones LGTBI en diferentes países del mundo han tenido en cuenta al formular que dentro de la aceptación de la diversidad, el respeto a ser diferentes y luchar contra todo tipo de discriminación, la edad no puede ser una circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo.
Lo de la edad, parece ser un estigma adicional que llega con el paso del tiempo y que nos convierte a quienes ya hemos vivido algunos años más en sujetos indeseables, de esos que muchos no desean tener a su lado a no ser para que les paguen las cuentas y les “ayuden” con las relaciones públicas.
Si es difícil para algunos ser un viejo marica, mucho más difícil es para otras ser una lesbiana vieja, una trans entrada en años o un(a) bisexual añosa. Pareciera que la discriminación por edad es un crimen de odio de esos al que todos le rehúyen pero del que tod*s seremos víctimas. Además en Latinoamérica, si tienes 40 años ya eres considerado “veterano”, mientras que en otros países a esa edad eres considerado joven, en Europa las asociaciones juveniles son para personas de hasta 35 años.
Hace algunos años me empecé a interesar por conocer las vidas de homosexuales mayores, lo hice especialmente porque  a muchos a los que yo conocía, es decir los de generaciones anteriores, eran “viejitos” que se llevaban sus “grandes secretos a la tumba", algunos eran personas que por lo general se casaban y tenían hijos que en muchas ocasiones se encargaban de ellos, pero otros pocos fueron gay abiertos que no tuvieron hijos y que cuando estaban enfermos su cuidado se volvía una "papa caliente" para los familiares y un “problema” para los amigos.
Indagando sobre sus “secretos” fue como pude enterarme de la historia gay en Bogotá, sobre cómo eran sus encuentros clandestinos, el ligue y de la existencia de los “Felipitos” (sobrenombre que recibían los hombres gay debido a que Felipe, hijo de un presidente de la república de mediados del siglo XX, era un reconocido “maricón”). Información que utilicé entre otros para el texto “Antes, también hubo antes” publicado como parte de “Historia del Movimiento L&G colombiano desde sus orígenes hasta la culminación del siglo XX”.
Las personas mayores no solo son fuente histórica de información. Desde otra óptica, se comenta en “Aprender de ser gay en la tercera edad” que para las personas que se enfrentan a la tercera edad, resulta difícil adecuarse a nuevas circunstancias, demandando nuevas atenciones y servicios que no siempre se satisfacen adecuadamente. Se están dando cuenta de que dentro del mundo gay, la nueva identidad (comercial) los deja fuera. El mercado gay y los medios de comunicación, junto con la complicidad de la sociedad los excluyen.
Me resulta grato pensar que no siempre es así y tampoco lo es para tod*s y en todas partes. Por ejemplo, SAGE (servicios de abogacía y apoyo a ancianos GLBT) es la organización más grande y antigua de los Estados Unidos dedicada a mejorar las vidas de lesbianas, gay, bisexuales y transexuales adultos mayores. Fundada hace treinta y cuatro años (1978), con sede en Nueva York, ofrece servicios de apoyo y recursos a l*s adult*s mayores LGBT y sus familiares; tienen una participación activa como defensores de promueven cambios en las políticas públicas hacia estas personas y, además, ofrecen capacitación a las entidades que proveen servicios relacionados con el envejecimiento y a otras organizaciones LGBT a través de su Centro Nacional de Recursos sobre Envejecimiento LGBT.
Cabe reflexionar si estas necesidades y alternativas de solución son solamente de los países del "primer mundo" o si la realidad latinoamericana está cambiando, hasta el punto de que en los planteamientos de acción política de las asociaciones LGTBI esto, como mínimo, ya se discute o si por el contrario van a esperar a que este empiece a ser un tema álgido, en especial porque está unido a otras necesidades ya problemáticas como lo es, por ejemplo, la “bomba pensional”.
La tercera edad LGTBI tiene que contemplarse como un segmento poblacional que hace parte de la acción que desarrollará en Bogotá el Alcalde Petro, quien modificó la estructura organizacional de la Secretaría de Integración Social para la creación de la Subdirección para Asuntos LGBTI, y contemplarse en las acciones y objetivos de quienes discuten políticas públicas en otras ciudades colombianas.
Las problemáticas de salud, cuidado y atención de la tercera edad parece no ser una preocupación de l*s jóvenes líderes del movimiento LGBTI. Sin embargo, cada día son más l*s que hacen su coming out (o que nunca entraron en el clóset), y por tanto, a la vuelta de un par de décadas van a ser una población numerosa, con muchas necesidades ante las cuales tod*s deberíamos ser sensibles. 
Publicado en: http://decualescolumnas.blogspot.com.es/2012/04/ser-viejo-incomoda-personas-lgbti-de-la.html

LaMamadaDeXavi

Por Manuel Antonio Velandia Mora

España, Abril de 2012


El temor a la homosexualidad y la homofobia se suman en la red movilizando que el trending topic #LaMamadaDeXavi en Twitter se volviera noticia mundial, una noticia que logró que la revista deportiva Sport publicada en España se viera obligada a cambiar su última portada.

La imagen de la carátula inicial de “Sport” estaba compuesta por dos fotografías: un primer plano con una imagen de Leo Messi en la que se observaba la celebración por un gol marcado; en el segundo plano aparecían Cesc Fàbregas, Xavi Hernández y Carles Puyol. Para el diseñador este es un simple y típico montaje pero desde el punto de vista de un observador morboso la fotocomposición se ha convertido en el motivo de una polémica que obligó a la revista a cambiar su portada.

La imagen que causo tanto revuelo internacional es la del segundo plano en la que se observan los jugadores Xavi y Puyol en lo que podría interpretarse como un acercamiento entre el pene del uno (Puyol) y la boca del otro (Xavi), situación que ha sido favorecida por el ángulo en que el segundo gira su cara y que puede interpretarse de manera suspicaz como una práctica oral-genital. Noticia que se regó rápidamente en Twitter  bajo el trending topic #LaMamadaDeXavi.

Para no herir susceptibilidades, mejor dicho, para no alimentar las mentes lujuriosas y moralistas de algunos lectores homofóbicos, la revista tomó la determinación de cambiar la composición de la portada, haciendo una composición con tres imágenes en las que se ha borrado con Photoshop cualquier asomo de maricada.

Por supuesto que la maricada no estaba en la imagen sino es el cerebro de quienes no aceptan que en el futbol profesional hay jugadores, directivos y árbitros homosexuales. Una situación que recientemente ha llevado incluso al asesinato de un compañero de juego por parte de los miembros de un equipo juvenil de futbol, y por otra, a la realización de unos Juegos Olímpicos Gay que este año deberían realizarse en Medellín Colombia, situación que igualmente fue “sacrificada” por las autoridades políticas de dicha ciudad.


Publicado en http://www.eledenradio.net/2012/04/manuel-antonio-velandia-opina-lamamadadexavi/

lunes, 23 de abril de 2012


Si por la iglesia católica fuera, el sol seguiría girando alrededor de la tierra

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Abril de 2012

Si fuera por la jerarquía de la iglesia católica, la tierra sería todavía plana, la inquisición estaría vigente, la medicina se seguiría considerando brujería y las mujeres sólo servirían para hacer oficio en la casa.
Una tendencia en los países en los que hay matrimonio católico es que cada vez hay más parejas que se casan por el juzgado que por la Iglesia y se incrementa el número de divorcios y en consecuencia también crece la cantidad de núcleos familiares monoparentales, es decir, aquellas en las que una mujer (soltera o no) o un hombre solo son su cabeza, las que son dirigidas por una madre separada o por un padre en similar condición, o por ejemplo, las constituidas por un hombre homosexual o una mujer lesbiana y sus hijos biológicos o adoptados.
Por otra parte la iglesia católica tiene graves problemas en la definición de que es una familia. En general distingue entre aquellas con la bendición eclesial y aquellas que se constituyen en  otras circunstancias. Tal vez por ello a muchos no les sorprende su actitud ante el reciente y trascendental fallo de la Corte Constitucional en el que se indicó a los fondos de pensiones que las parejas homosexuales también constituyen familia y que, por lo tanto, violan se atenta contra la Constitución Política de 1991.
Monseñor Juan Vicente Córdoba, Secretario general de la Conferencia Episcopal colombiana, ha afirmado a los medios que “la familia en Colombia es entre hombre y mujer…que se reúnan a vivir tres hombres juntos, eso no es familia; que se reúnan dos amigas a vivir juntas, eso no es familia; eso se llama grupos de amigos viviendo juntos”. Bueno, menos mal que solo es en este país y nos e atreve a pontificar para el mundo entero.
El temor de Córdoba no solo es que se acepte una nueva definición de familia, su temor más profundo es que “para la Iglesia no sería para nada raro que la Corte Constitucional termine concluyendo que las parejas del mismo sexo pueden adoptar”.
Claro, la iglesia prefiere aplicar la “caridad cristiana” en sus instituciones y atender (dije atender, no vulnerar sexualmente) a los menores o que estos sean habitantes de la calle a que reciban  amor y la solidaridad de una persona homosexual o lesbiana.
Legislar pensando en los derechos humanos es “un adefesio de tipo jurídico y de tipo constitucional en el país”, dijo en Secretario en diálogo con RCN.
Monseñor considera, olvidando la Constitución y las estadísticas, que “Colombia es un país católico y cristiano”, y que “no está siendo respetada la herencia cultural y religiosa”.  Una herencia que nos llegó vía genocidio y que se impuso sobre la cultura propia, mucho más humana y respetuosa que la impuesta por la iglesia católica.
El Secretario ha dicho “con los homosexuales no tenemos problemas, son hijos nuestros, son parte de la Iglesia, tiene dignidad y son colombianos con derechos y deberes. Si quieren vivir juntos que vivan, que hereden su salud y derechos patrimoniales” olvidó eso si decir que incluso son o hemos sido sus parejas sexuales.
Así como Juan Pablo II debió pedir perdón a los judíos en el Muro de los Lamentos por guardar silencio ante el holocausto nazi, con seguridad en el futuro la iglesia católica tendrá que pedir perdón por tratarnos como ciudadanos de tercera y como pervertidos.

sábado, 14 de abril de 2012

Vendo cama, motivo Alberto

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Abril 2012
Qué papel debe jugar una red virtual LGTBI, es la pregunta detrás de un debate que se sucede en una de las redes colombianas, luego de que una participante anunciara que desea vender su nevera. Un debate que no es nada nuevo, ni mucho menos exclusivo de las minorías sexuales o de Colombia.
En esa violencia tan macha que hay en Colombia, en una red en la que hay pocos nodos y si muchos satélites, en un país lleno de líderes que no cuentan con el reconocimiento público que los asume como tales, lo que más me preocupa no es que alguien quiera vender una nevera sino que a nadie le molesta que much*s de los participantes de las redes y asociaciones (much*s más fuera de ellas) se vean obligad*s a vender el cuerpo.
Nadie sabe con la sed que otro bebe, a nadie le importan las necesidades que alejan las presencias físicas  y virtuales. A dónde queda el respeto por las emocionalidades, en dónde se fundamentan conceptualmente las lógicas con las que pretendemos tachar las prácticas de algunos.
En dónde queda la capacidad para amar, ser solidario, acompañar a los otr*s en las crisis emocionales, laborales, políticas, intelectuales, económicas… El problema en la red no es la venta de una nevera, el problema real es por qué alguien necesita venderla. El conflicto surge cuando nos atrevemos  a pensar que nuestras necesidades, cualesquiera que estas sean, son superiores a las de l*s demás; cuando no vemos sino el cartel y no al ser humano que lo coloca.
¡Me importa un culo! dicen algunos colombian*s, y claro que nos importa, pero aun así nos negamos a la participación autentica y de auténticos seres human*s en las redes. Que lo que nos motive sea el amor y no la indiferencia, porque esta es la forma más violenta de desconocer al otr*, pero sobre todo de perdernos espacios para crecer. Me pregunto cómo reaccionarían algún*s ante mensajes que recibimos en otras redes en las que alguien comunica abiertamente El pene de mi novio es de alrededor unos 17 cm de largo y unos 15 de ancho, también esto me da miedo ya que es un poco grueso y siento que puede lastimarme. En verdad el intestino, o más bien el recto es tan delicado como para perforarse con una penetración no muy vigorosa por un pene?  Por favor, estoy desesperado y necesito respuestas de personas que saben del tema. Me he cansado de buscar. También me gustaría saber si piensas que deba visitar a un experto, ya sea un sexólogo, psicólogo o  proctólogo que pueda disipar mis miedos”.
Que interesante que en una red alguien entienda que puede contar conmigo, que asuma que yo puedo ayudarle a resolver una situación que le genera crisis. Qué bueno sería que cuando alguien venda su cama, como mínimo nos preguntemos cómo pesa el vacío que dejó en ella la muerte de su amado “Alberto”.

Derechos de papel

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, Abril 2012
Los temas sobre los derechos de las minorías sexuales en Colombia con relación a las uniones civiles de personas del mismo sexo suelen despertar grandes pasiones que desembocan en grandes vulneraciones. De eso dan fe, por un lado, un estudio denominado ¿Sentencias de papel? Efectos y obstáculos de los fallos sobre los derechos de las parejas del mismo sexo en Colombia (octubre 2011), del que hizo eco la prensa nacional la anterior semana, y por otro, un fallo de la Corte constitucional, la cual mediante sentencia  T-860 de 2011 (publicitada recientemente) ordenó se inicie el trámite legal y reglamentario para reconocer la pensión de sobrevivientes a un hombre homosexual a causa del fallecimiento de su compañero, desde el momento de la muerte de éste último (18 de diciembre de 1998).
Lo que tienen de común estos dos documentos es lo mismo que lleva a que no se cumpla lo que la corte ha fallado: la discriminación y su relación con el fallecimiento de personas que conformaban parejas del mismo sexo. Una situación que, como recuerda el Programa de Justicia Global y Derechos Humanos, Facultad de Derecho, Universidad de los Andes, inicia el proceso de validación con la sentencia C-075 del 2007, en la que se reconocieron por primera vez sus derechos patrimoniales cuando existía una declaración conjunta de ser compañeros, ante notario; derechos que se ampliaron con la sentencia C-336 del 2008, que reconoció el derecho a la pensión de sobreviviente a favor de la pareja viva de una unión conformada por personas del mismo sexo, derecho ratificado con la sentencia T-911 del 2009.
No se entiende cómo los jueces de tutela, garantes de los derechos fundamentales, no aplican de forma clara y coherente los precedentes de la Corte Constitucional en la materia y si dificultan su implementación. Para que ello no siga sucediendo la Corte ha dicho en la T-860 de 2011 que A pesar del paso del tiempo, la supuesta vulneración de sus derechos fundamentales  permanece, es decir, continúa y es actual pues sigue sin disfrutar de la pensión de sobreviviente  lo que lo ha llevado a vivir en precarias circunstancias. La inmediatez para presentar una acción constitucional frente a personas viviendo con VIH o sida se amplía en el tiempo en razón de su condición”.
Como informa el abogado Germán Rincón, en el caso fallado “la jurisprudencia ordenó el pago de la pensión desde el fallecimiento, es decir, 10 años antes de la sentencia que reconoció derechos pensionales a las parejas homosexuales (sentencia C-338 2008) y 13 luego de haber ocurrido el hecho”.
Por otro lado, tampoco se entiende que al Seguro Social y otras entidades prestadoras de salud no les importe recibir aportes de personas homosexuales y lesbianas, pero si les importe la orientación sexual de las personas para pagarle a sus parejas las pensiones de sobrevivientes, pues en estos casos si es motivo de discriminación.
Cabe destacar que la sentencia T-860 deja claros los medios para probar la existencia de una unión marital de hecho; en ella se lee que en “el marco de la libertad probatoria, el miembro supérstite de la pareja homosexual goza de todos los medios probatorios admitidos para las uniones maritales de hecho heterosexuales, a efectos de acreditar la existencia de una relación permanente de pareja con el fin de acceder a la pensión de sobrevivientes”.
Solo queda la pregunta de si las entidades prestadoras de salud, en su afán por proteger la moral judeocristiana y eso que algunos llaman “las buenas costumbres” seguirán negando los derechos de las parejas sobrevivientes convirtiéndolos en derechos de papel.