Manuel Velandia Mora
España, 21.01.08
Reflexión sobre la imposibilidad emocional de algunas personas para comunicarse con quienes transitan en su identidad de sexo o en su identidad de género. Dificultad que a causa de la transfobia dificulta en las personas LGB la comunicación positiva con las personas transexuales y trangéneros.
Cuando se usa el concepto «trans» no es para gastar menos tinta o para hacer mas corto el vocablo. «Trans» es una idea amplia que cubre tanto a personas que asumen una forma de obtener placer por medio del vestido (transvestis o travestis) como a personas transexuales y personas transgeneros.
Tal vez una de las formas más violentas de comunicación que se ejerce contra una persona transgénero o contra una persona transexual, a quien vemos en su experiencia identitaria actual, es querer comunicarnos con ella o el, desde nuestro viejo imaginario sexual que tenemos con relación a dicha persona.
Esta violencia es mucho mayor cuando esta persona no hace parte de nuestra historia, nos acercamos a ella por primera vez y a pesar de que viste, se comporta e incluso tiene un cuerpo de un sexo determinado no nos comunicamos en el género que se corresponde con dicho sexo sino con el que desde nuestra ignorancia pensamos que es el que "realmente le corresponde", negando la evidencia que se observa de su feminidad o masculinidad construida.
Por supuesto la dificultad se acrecienta al comunicarse con las personas que transitan de la masculinidad a la feminidad o de hombre a mujer, que para hacerlo con las mujeres que transitan a la masculinidad y a ser hombres; ya que éstos hombres trans suelen, en muchos casos, marcar sus músculos, utilizar tatuajes y por el uso de hormonas, desarrollar bello y tener una marcada tendencia a la alopecia; aspecto físico que es muy cercano al prototipo del macho, masculino y en consecuencia cercano a los imaginarios de lo que es un hombre, ya que la presencia de bello en la cara es típicamente identificada no solo como signo de masculinidad, sino además de "hombría".
Las mujeres trans que presentan apariencia muy femenina en la estructura ósea y en las líneas de su rostro, igualmente tienen menos problemas con la aceptación, por cuanto el cerebro de sus interlocutores, en una relación que se establece luego de construirse la feminidad, ya que la primera imagen se corresponde con el imaginario de género.
Una persona no se determina por nosotros sino por sí misma, por tanto el sexo o el género que tiene es el que ella ha determinado para sí. Que el/la observador/a le vea masculino o femenino es una falencia propia, pero que le trate de la manera como "quiere verla" es una violencia emocional muy fuerte y una evidencia de la transfobia personal y social.
La violencia se recibe con más daño emocional cuando la dificultad comunicativa proviene de alguien que conoce el proceso de construcción identitaria de la persona y quien dice poseer afectos positivos hacia ella. Es por ello, que quienes dicen ser amigos/as, familia y/o compañeros/as en las organizaciones, deberían ser mucho mas respetuosos/as en el trato cotidiano con las personas trans.
Sobre el tema de la comunicación con una persona trans es el blog de esta semana escrito por mi, en mi blog Consultas y Respuestas en AG Magazine al que he denominado "Comunicación trans: La mejor manera de cambiarla es querer hacerlo". En el que se encuentra una explicación sobre los tránsitos identitarios de sexo y de género, y algunos ejercicios para mejorar la comunicación con las personas que los asumen, como parte de su existencia y de su identidad.
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