Manuel Velandia Mora
Abril 20 de 2008
David es el primer personaje, después de Jesús, que se nos menciona en el Nuevo Testamento: “Genealogía de Jesucristo, hijo de David...” (Mt 1.1). Así comienza el texto de Mateo, primero de los evangelios sinópticos. El Reino de David signa el principio y el fin del viejo Testamento. El Rey David no hubiera alcanzado ese trono sin el apoyo decisivo de Jonatán. La muerte en plena guerra de este hombre fue un golpe durísimo para el Rey de Israel: “Cómo sufro por ti Jonatán, dijo David, tu amor fue para mí más delicioso que el amor de las mujeres”. (2 Sam.1.26).
Si cualquier hombre le suelta semejante frase a otro hombre, quien la lea o la oiga no dudaría de la orientación homosexual de quien la pronuncia. Pero David, la dijo a la sociedad israelita del siglo XI antes de Cristo. Se atrevió incluso a dejar constancia de ello en un cántico fúnebre (2 Sam 1. 17-18).
Tradicionalmente la teología califica esta relación como “una extraordinaria amistad”, al otro lado de la línea se ubican los teólogos que han propuesto una hipótesis alterna para su interpretación, “Si se tratara de una relación homosexual basada en un verdadero y profundo amor entre ambos, los datos de esta historia serían más coherentes entre sí”.
El teólogo Halleslewen, considera que: “No será fácil que esta interpretación se abra espacio pese a que está bien razonada. Y no lo será porque, en la medida que se acepte como verdadera, el tema bíblico de la homosexualidad daría un vuelco total. David es uno de los personajes que, a lo largo de los siglos, ha cautivado más. Su casi segura relación homosexual con Jonatán alteraría todos los parámetros para juzgar dicho fenómeno desde un punto de vista bíblico. David permitiría ver la homosexualidad inserta en una persona integral, muy amada y muy amante de Dios, y arrojaría luces para nuevos enfoques teológicos. Pero estoy seguro que llegará el día en que esta tesis se abrirá paso...”.
El teólogo Rossi considera que: “No deja de ser lógico que, si un determinado porcentaje de los seres humanos es homosexual, también sea cierto que un cierto porcentaje de grandes personajes de la Biblia también lo sea. Tampoco niego que tantos siglos de lectura heterosexual de los personajes bíblicos nos pueda provocar dificultades para aceptar un enfoque alterno. Pero, sin negar su razonabilidad tengo que afirmar que esta tesis aún no llega a convencerme”.
Que ambos tuvieran mujeres e hijos no es obstáculo para esa relación de amor, de ello puede dar muchas explicaciones la psicología. Nadie duda en estos momentos de la homofobia internalizada.
1 comentario:
Pregunta...
Se podría afirmar que en ese sentido, la teologia aceptaria la existencia de "relaciones abiertas" entre hombres y mujeres?
Es una duda que me asalta al leer el texto entero de este post y en especial su penúltimo parrafo.
Gracias
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