Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, agosto 2010
Una exitosa comedia sobre familias norteamericanas moviliza la iglesia católica en América Latina en contra de su emisión en la televisión por cable. Manuel Velandia nos habla de “Modern family” y de la presencia de una familia homosexual como dicen los medios u homoparenteral como dicen los teóricos, en una serie de la que los especialistas opinan se convertirá en un clásico de la comedia en televisión.
En América latina lo que más se ha resaltado de la serie de Televisión “Modern family” es la presencia de la exuberante actriz colombiana Sofía Vergara en su papel de madre soltera, pero en la serie esta no es la única familia disfuncional -como lo son la gran mayoría de familias en el mundo, pues las familias heterosexuales se divorcian en un alto porcentaje y son fuente permanente de violencia de género-, porque la trama gira en torno a tres familias: la tradicional, compuesta por un padre que trabaja, un ama de casa y sus tres hijos; la formada por un hombre mayor y un mujer bastante más joven que él y con un hijo adolescente; y, por último, la de una pareja homosexual cuya hija es una bebé asiática.
La familia Tucker-Pritchett es un matrimonio entre personas del mismo sexo compuesto por el pelirrojo Mitchell Pritchett (Jesse Tyler Ferguson) y el castaño, Cameron Tucker (Eric Stonestreet), su hija adoptiva es vietnamita de origen. La comedia “Modern family” muestra aquello que para la moral tradicional judeocristiana es una familia políticamente incorrecta, que rompe con todos los estereotipos tradicionales.
La serie es presentada en América Latina por FOX y producida por la cadena norteamericana ABC. Algo que llama la atención es que más bien parece un documental, en realidad es un “falso documental” en el que los protagonistas son entrevistados y hacen declaraciones “mirando directamente a la cámara”; un formato que no es tradicional para el conocido sitcom o comedia de situación.
“Familia moderna” es una ruptura con las ya de por sí disfuncionales familias tradicionales; una serie que se decide por un tema vigente y controversial como es el de las parejas del mismo sexo, su convivencia, sus conflictos y que por supuesto no deja de lado el más controversial de todos los temas, la adopción por parejas homosexuales.
La iglesia católica latinoamericana ya ha puesto su grito en el cielo, pidiendo que no se emita, situación que ha llamado la atención hacia la serie, incrementando su rating. Incluso en Colombia la iglesia ha pedido que se retiren las vallas publicitarias, porque allí se ha escogido la imagen de dos hombres y un niño, en la que se observan sendos letreros de 'papá' y 'mamá' sobre los dos hombres y de 'bebé' en el bebé que llevan en brazos. Por supuesto que la imagen fue escogida a propósito, puesto que en este país se acaba de presentar una vez más en el Senado el proyecto de ley de parejas del mismo sexo, por parte de la senadora liberal Piedad Córdoba.
Al éxito de la serie se suma una segunda temporada y la nominación a seis premios Emmy -los galardones más importantes de la televisión estadounidense-, razón por la que ya se vaticina que se convertirá en un clásico de la comedia en televisión, dado que su rating por emisión ha sido de más de 10 millones de espectadores en Estados Unidos, durante el primer año se emisión.
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