martes, 24 de agosto de 2010

¡Que no hablen en tu nombre!

Por Manuel Antonio Velandia Mora
España, agosto 2010

En todos los países del mundo la iglesia católica ha hablado en contra de los derechos de las minorías sexuales y lo hacen en nombre de la comunidad, una comunidad de la que muchas personas LGTTTBI hacen parte y de la que nunca escogieron pertenecer. Manuel Velandia uniéndose a “Apostasía Colectiva” informa sobre una propuesta internacional en beneficio de nuestros derechos.

La apostasía tiene tantas definiciones como religiones existen. En este caso se entiende como darse de baja de la Iglesia Católica.

Desde hace algunos meses en Argentina y otros países están trabajando en una convocatoria de Apostasía Colectiva pensada para diciembre de 2010. Es conocida por la comunidad LGTTTBI el repudio que generan las actitudes de la Iglesia Católica en América Latina frente a la Ley de Matrimonio o la unión civil entre personas del mismo sexo y la ansiedad que esto despierta, de ahí la importancia de manifestarse y renunciar públicamente a esta institución.

Este no debe ser un trabajo coyuntural sino un trabajo más permanente, cuidadoso y profundo. Aun cuando la propuesta inicial era para Argentina, se fue extendiendo y se sostiene la fecha inicial para la presentación de apostasía colectiva.

Las organizaciones LGTTTBI invitan a quienes quieran sumarse a la convocatoria a participar de la misma, uniéndose, enviando sugerencias, participando en la página de Facebook, promocionando la iniciativa, adhiriendo desde la página web, y por supuesto iniciando el trámite personal de apostasía.

Para apostatar, en el pasado, se debía recurrir a un artículo del Código de Derecho Canónico, una suerte de Código Civil eclesiástico. Aunque el apóstata no lo reconociera como una legislación válida, debía invocarlo si deseaba darse de baja. Hoy la ley de Hábeas Data protege los datos de instituciones manipuladoras como la Iglesia Católica, por lo que se puede pedir que se nos dé de baja sin aparentes contradicciones.

Las razones para apostatar son varias, entre ellas:
1. No deseamos que hablen en nuestro nombre.
2. Incoherencia entre el discurso y la acción.
3. Políticas de control del cuerpo. Discurso dirigido a las personas “creyentes” pero no para sus jerarcas.
4. Oposición a la eutanasia y el aborto.
5. Excelentes maestros de la doble moral.
6. Beneficiarios de acuerdos inequitativos llamados “concordato”.
7. Maltrato laboral a las personas que les apoyan en la prestación de servicios.
8. Es de público conocimiento que la mayoría de personas que integran la jerarquía de esa iglesia son homosexuales, quien han sido nuestros amantes, pero en lo público nos deshacen, nos critican, nos atacan y en lo privado continúan llamándonos a sus sabanas.
9. Escándalos de pederastia acumulados en todos los países en donde tienen presencia.
Toda la información puede encontrarse en http://www.apostasiacolectiva.org

No hay comentarios: