La denuncia del ex-árbitro Germán Mauricio Sánchez contra Óscar Julián Ruiz por su presunta homosexualidad ha mostrado el grado supremo de incongruencia al que puede llegar el dirigente deportivo Álvaro González Alzate, quien además de ser un experto enredando cuando de aclarar se trata, según parece, le consta desde bien atrás el acoso sexual realizado por personas del mismo sexo en el ámbito del futbol colombiano.
González Alzate ha dicho “yo acostumbro cuando hablo a presentar pruebas”, de lo anterior se desprende que su afirmación se basa en un conocimiento profundo de esta doble realidad.
Álvaro González tiene todo el derecho a ser poco científico, no puede esperarse más, por ello no es extraño que haya afirmado “Yo no aseguro que el homosexualismo sea una enfermedad. Yo he dicho que al parecer”, y, “Yo no he ratificado enfáticamente que el homosexualismo sea una enfermedad”.
González Alzate, que de conocimiento sobre salud tiene tanto como de prudencia, ha olvidado que previamente había dicho “En mi concepto, puedo decir que el homosexualismo es una enfermedad muy contagiosa (…) Por eso yo puedo decir que no hay nada con más posibilidades de contagiarse, no hay peor enfermedad, si se puede llamar así, con el respeto del que la sufra, que el homosexualismo".
Para que no queden dudas recordemos que contagio (Del latín,c u m, con y tangere, tocar) hace referencia a la transmisión de una enfermedad presente en un enfermo a una persona sana. Algunas veces el contagio es directo otras requiere de un vector que transporta el microorganismo que produce la enfermedad. Por lo que, según González Alzate, al ser contagiosa la homosexualidad en un acto genital entre dos hombres se trasmite el agente causal, ya sea por su transmisión casual o porque uno de los hombres se convierte en vector. Ah carajo, este hallazgo es digno de publicarse en una prestigiosa revista científica en salud.
Por otra parte, en su sapiencia Álvaro González tiene claro que la homosexualidad hace parte de la esencia del ser humano: "A mí personalmente me tiene muy preocupado esto porque quienes llevamos muchos años administrando seres humanos aprendemos más o menos a conocer un poco lo que es la esencia de la vida humana”. Bueno también para este hombre la homosexualidad es una filosofía, un ismo, como el comunismo, por eso habla de homosexualISMO; no se está "profesando una doctrina" como lo sería un ISMO como el cristianISMO o el budISMO porque nadie se "convierte" al "heterosexualismo". Entre otras cosas la cátedra que se quiere dar en los colegios es de derechos humanos y reproductivos, no una adoctrinación a una filosofía o modo de pensamiento.
Otra de sus contradicciones es la siguiente: “Según lo que se dice en los ‘mentideros’ deportivos, para llegar a las altas esferas del arbitraje colombiano se tiene que ser homosexual”, información que pretende pase al olvido diciendo “Tampoco he dicho que para ser árbitro hay que ser homosexual”.
Sobre los criterios de selección de los árbitros colombianos González Alzate ha aseverado que “Se comenta que uno de los primeros requisitos que se tiene para llegar a las altas esferas del arbitraje colombiano es ser homosexual, y eso sí me parece muy grave". Esto parece ser verdad, según lo corroboró Mauricio Sánchez cuando informó a los medios que en el mundo de los árbitros a nivel profesional se ven muchas anomalías: “Lo que quiero es que la opinión pública conozca el manejo que se le da al arbitraje nacional y para que esas situaciones no se presenten con otros compañeros jóvenes”.
Sobre los criterios de selección de los árbitros colombianos González Alzate ha aseverado que “Se comenta que uno de los primeros requisitos que se tiene para llegar a las altas esferas del arbitraje colombiano es ser homosexual, y eso sí me parece muy grave". Esto parece ser verdad, según lo corroboró Mauricio Sánchez cuando informó a los medios que en el mundo de los árbitros a nivel profesional se ven muchas anomalías: “Lo que quiero es que la opinión pública conozca el manejo que se le da al arbitraje nacional y para que esas situaciones no se presenten con otros compañeros jóvenes”.
Debería, por una parte, investigarse si realmente hay tanto acoso sexual en la comisión arbitral como dicen Mauricio Sánchez y Álvaro González, y por otra, aplicársele a este último con todo rigor la Ley antidiscriminación pues ha cumplido todos los requisitos necesarios como discriminador: promueve e instiga actos de discriminación por sexo u orientación sexual, lo hace a través de los medios de comunicación y además en público.
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