miércoles, 19 de agosto de 2009

Adolescencia, homofobia y vida cotidiana

Por Manuel Velandia Mora
España, Junio de 2009

(Preguntas - Respuestas)

¿Cómo se vive el descubrimiento de la sexualidad en la adolescencia?
La sexualidad se vive en todos los momentos de la existencia del ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte. En la adolescencia el ser humano generalmente consolida sus identidades de sexo, cuerpo, género, orientación sexual[1] y expresiones comportamentales sexuales[2], que en su conjunto conforman la identidad sexual[3].

El ser humano construye su identidad sexual en un espacio y tiempo determinados, lo que quiere decir que la identidad tiene un referente ecosistémico, por tanto también es cultural, social y relacional. Las condiciones ideológicas (políticas, religiosas, educativas y sociales) afectan la manera como se vive la sexualidad, a esta vivencia debe sumarse el efecto que en ella tiene la ideología y las condiciones económicas y productivas del ecosistema en el cual el ser construye como sujeto sexuado. La sexualidad más que un descubrimiento, es una experiencia única, continua, dinámica, histórica y móvil. Al ser la sexualidad móvil, la identidad también lo es[4].

¿Hay referentes suficientes actualmente para el adolescente?
Los referentes de la sexualidad existen culturalmente y aun cuando el sujeto transforma la cultura, son los procesos de socialización los que crean las condiciones para el desarrollo humano. Los referentes están en los medios de comunicación, la iglesia, la escuela, la cultura y principalmente en la familia.

Si el ser humano vive en una cultura, en unas relaciones familiares y en una sociedad ideológicamente respetuosas del ejercicio de la autodeterminación, el individuo a su vez tiene mayores posibilidades de construirse respetuoso de sí mismo y del otro; si por el contrario su ámbito de dominio cultural, social y relacional es intolerante el individuo tendrá una mayor posibilidad de ser intolerante e irrespetuoso.

Sin embargo, en el ejercicio de la autodeterminación, cada persona está en posibilidad emocional, lógica y experiencial de autodeterminarse en una vivencia especifica de la sexualidad, que incluso puede estar en contravía del “deber ser” socializado en el cual ha sido educado. Cada persona determina para si un “querer ser” que tiene como fundamento el “deber ser”, pero le toca “estar siendo” a partir de cómo construye sus procesos de socialización y su identidad sexual particular.

La familia es el referente por excelencia, es el espacio cotidiano en el que día a día se informa y educa sobre los referentes; estos son continuamente reforzados desde la emoción del amor y el poder que se le da a las relaciones familiares, hace que la persona signifique de gran importancia y positivamente, los valores que allí se enseñan.

¿Qué formas de homofobia se pueden dar en los adolescentes, cómo los aborda la familia y cómo debería abordarlos?
No debe entenderse la homofobia sino como la fobia a la homosexualidad; por ello debe hablarse de lesbofobia, transfobia, o bifobia (bisexfobia, para algunos autores) según sea el caso. Se denomina fobia de carácter sexual e internalizada a aquella que sufre el individuo a partir del auto-rechazo de su identidad de orientación sexual.

La fobia de carácter sexual se experiencia desde tres ámbitos[5]: el particular, el relacional y el social, que tienen como base las experiencias de carácter endógeno, es decir los que se originan o nacen del proceso interior de cada persona; las experiencias heterógeneas, aquellas en las que el elemento determinante es externo al individuo (que se adquieren como resultado de la educación, la culturalización y la ideologización, en sus diferentes ámbitos de dominio); y las experiencias relacionales, que son la emergencia de la afectación mutua entre el individuo y las demás personas en la sociedad.

La familia, en general, no está preparada para manejar apropiadamente los temas pertinentes a la construcción identitaria sexual. Padres y madres no estas adecuadamente formados para maternar o paternar, a ello debe sumarse que las relaciones intrafamiliares suelen ser verticales y basadas en estructuras de poder en las que se imposibilita el dialogo, que es la base de las relaciones interpersonales positivas, del respeto y de la solidaridad.

Se requiere que padres y madres experiencien relaciones horizontales con los/as hijos/as, relaciones basadas en el amor y el reconocimiento mutuo de las individualidades, de los derechos humanos y de los derechos sexuales. Estos y estas deben comprender que no puede considerarse como pérdida el que el hijo o la hija asuma una construcción identitaria sexual que no es la que esperaban para el o ella, sino que lograrlo es un ejercicio de la autodeterminación, de la conciencia plena de sí y del auto-reconocimiento como ser integral y sexuado.

¿De qué forma influye la homofobia en el adolescente?
La fobia de carácter sexual de un homosexual hacia sí mismo se experimenta de manera diferente a la homofobia social, que es la que se vivencia en la sociedad; por ejemplo, en la escuela y la homofobia socializada, es decir, la que se experiencia en las relaciones interpersonales. La homofobia internalizada paraliza al individuo en su proceso de auto aceptación llevándolo incluso, en algunos casos, a la negación total de su identidad de orientación sexual, lo que lo crea las condiciones para que se manifieste un daño emocional severo, e incluso en algunos casos se llegue hasta el suicidio.

La homofobia social afecta las diferentes vivencias del cotidiano, ya por ser cultural se convierte en un impedimento y barrera contra el que el individuo debe luchar, si a ello se suma la homofobia internalizada el daño producido es aun mayor; en el caso de personas con auto aceptación identitaria el peso de lo social es menor. Las personas en sus procesos relacionales interpersonales se ven afectadas de acuerdo con el valor que dan al sujeto que actúa homofóbicamente, teniendo como atenuante o como detonante la situación de homofobia internalizada.

En el caso de los y las adolescentes lesbofóbicas u homofóbicos, la situación es aun más preocupante que la de un adulto, pues en la adolescencia se es más permeable, dado que es la etapa de consolidación identitaria. El daño producido también depende del momento en el que la persona se encuentra en su construcción identitaria[6]; son cuatro los momentos de dicha construcción:

  1. El primero, es el del “Coming in” (meterse hacia dentro), en él el individuo asume que es el único que atraviesa por esta situación;
  2. En el de “Coming out”, la persona se autoriza a hablar a otras personas acerca de su situación particular, y lo hace en un circulo cada vez mas ampliado de personas;
  3. En el tercero, o del “Establish Itself” o del establecerse así miso/a”, le ha implicado al individuo hacer, generalmente, una afirmación y divulgación identitaria en sus entornos familiar, educativo y laboral;
  4. “Self Made”, en esta cuarta etapa del proceso de construcción de la identidad de orientación, en la que ésta deja de ser el eje existencial para convertirse, tan solo, en un elemento más en su cotidiano, y en consecuencia a ser ellos/as mismos/as los/as hacedoræs de su propia existencia.

¿De qué forma la familia influye en el comportamiento sexual del adolescente?
La familia, por ser un ámbito de dominio mucho más permanente que la escuela, la iglesia o la calle, y por estar afectada por procesos emocionales, tiene un gran impacto en la construcción identitaria de la persona. En la medida en que la familia es positiva en su construcción ideológica hacia la sexualidad, el individuo que se crea en su seno tiene una mayor posibilidad de asumirse egosintónicamente, de lo contrario existe una mayor probabilidad de ser egodistónico. A mayor egodistonia se produce mayor daño emocional.

[1] Orientación Sexual: se define con relación a la sexualidad de l(a) sujet@ con el/la que la persona asume que puedo ejercer cuatro elementos determinantes de su identidad: deseo, erotismo, afectividad, genitalidad.
[2] ECS: término que busca utilizar un lenguaje descriptivo, objetivo y científico en vez del valorativo, peyorativo, sexista y discriminatorio que se venía promulgando en acepciones como “aberraciones” y “parafilias”. Las ECS consideradas sexualmente saludables, engloban todas las expresiones comportamentales de la sexualidad que integran el universo expresivo de los seres humanos en la búsqueda del placer y en el ejercicio de su eroticidad.
[3] http://www.monografias.com/trabajos58/identidad-como-construccion-vivecial/identidad-como-construccion-vivecial2.shtml
[4] La movilidad de la identidad, sistémicamente hablando, hace referencia a la posibilidad que existe de que la identidad cambie en el tiempo, a partir de las relaciones sociales y por inter-influencia con el medio, la cultura y la sociedad. Ver: http://manuelvelandiaautobiografiayarticulos.blogspot.com/2008/03/diversidades-e-identidades-sexuales.html
[5] Espacio ideal configurado por las cuestiones y los problemas de una o varias actividades o disciplinas relacionadas entre sí.
[6] http://manuelvelandiaautobiografiayarticulos.blogspot.com/2007/12/construir-la-identidad-sexual.html

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