miércoles, 19 de agosto de 2009

EXPERIMENTOS PARA CURAR LA HOMOSEXUALIDAD

Entrevista revista Moxow.
España 2009

¿Funcionan o no?

1. Ficha personal del entrevistado

NOMBRE: Manuel Antonio Velandia Mora
PROFESION: Sociólogo, filósofo, sexólogo, educador
PAIS DE ORIGEN: Colombia

En relación a America Latina ¿en qué “status” estaban y están catalogados los homosexuales y por qué se les perseguía?
Los homosexuales, dependiendo de quien los explicara, pasaban de ser el “rezago (basura) de Occidente” -como los entendían algunos comunistas, troskistas y otros grupos de la izquierda-, a ser “enfermos, delincuentes o guerrilleros” para los militares, la derecha, la extrema derecha y los grupos paramilitares.

¿Qué atrocidades conoce usted que se hayan hecho sobre homosexuales en el siglo XX?
¿Puede contarnos algunas tácticas empleadas para curar la homosexualidad?
Tal vez lo más preocupante, para mi, es que se haya intentado curar la homosexualidad aplicando las llamadas “Terapias conductuales” haciendo un uso particularmente peligroso y agresivo de la “Teoría del Aprendizaje”. La terapia consistía en darle choques eléctricos en los testículos a hombres considerados homosexuales; quienes se excitaban o mostraban alguna atracción hacia imágenes proyectadas de hombres atractivos y/o de hombres follando recibían un electroshock, buscando con ello el refuerzo necesario para obtener la respuesta fóbica, como posibilidad de evitar la descarga.

Cabe decir que igualmente se usaron fundamentos de la “Terapia aversiva” administrando estímulos aversivos para inhibir respuestas emocionales indeseables, teniendo como fin, disminuir la fuerza del habito. Se consideraba que al provocar una respuesta que evitaba el hecho placentero, por los efectos del choque eléctrico, se inhibía la respuesta emocional indeseable. Sin embargo, estas terapias demostraron que el condicionamiento positivo es pequeño y transitorio.

Algunos teóricos, como Serber (1970) informan que se han tenido éxito en el empleo de la vergüenza como agente aversivo efectivo, en casos de trasvestismo, voyeurismo, pedofilia y exhibicionismo. A pesar de dichos “triunfos terapéuticos” por los casos que conozco, puedo afirmar que los efectos fueron transitorios.

En algunos casos se llegó al extremo de buscar la aversión química, aplicando substancias inyectadas intramuscularmente como el hidrocloruro de apomorfina, el hidrocloruro de emetina, e incluso esta misma droga administrada oralmente en forma de pastillas.

Más recientemente, se ha utilizado la vergüenza como proceso aversivo, en terapias religioso-emocionales como las aplicadas a aquellos a quienes actualmente se les llaman “exgay”. Por otra parte, algunos homosexuales utilizan por sí mismos otra técnica igualmente aversiva, la del “control”; logrando una autorregulación del deseo al elegir sus propios refuerzos y las contingencias o “castigos” para lograrlo. Los procesos religioso-emocionales suman a la vergüenza el autocontrol del pensamiento, la negación del deseo y el informe en grupo, comos formas de control externa; algo similar a lo que hacen los alcohólicos anónimos y sus 14 pasos.

¿Es comparable a las aberraciones sufridas por los homosexuales en la Alemania
Nazi?
Creo que las penas más graves que sufrieron los homosexuales en Alemania fueron las penas del silencio y la distancia. Sólo pensemos en lo que significa estar cerca de la persona amada y/o deseada y no poder acercarte a ella, y mucho menos poder hablarle. También sufrieron la rotulación, la identificación publica con el uso del triangulo rosa; era el escalón más bajo de la jerarquía en los campos de concentración, cuyo portador podía ser despreciado y maltratado por otros prisioneros. Se sabe que en el Campo de Buchenwald, los homosexuales, fueron agrupados junto a las personas con deficiencias mentales y utilizados como “cobayas” en experimentos médicos.

¿Conoce personalmente casos de personas que han sufrido “experimentos” para curar su homosexualidad?
Si, conocí personas que fueron tratadas en clínicas psiquiatritas en Colombia en las ciudades de Tunja y Bogotá; estas personas sufrían daño emocional, como consecuencia de la terapia, varias décadas después de haber sido “tratados”. En las fuerzas militares en Colombia, a soldados homosexuales o presuntamente gay les obligaban a lucir prendas femeninas, desfilar con ellas frente a sus compañeros y realizar tareas denigrantes como castigo. El ejército colombiano negó durante algunos años la posibilidad de que los homosexuales prestaran el servicio militar, que es obligatorio; incluso se llegó al extremo de poner en el documento de identidad militar, la palabra homosexual frente al ítem profesión.

Es conocido este psiquiatra López Ibor, hoy hay una clínica muy famosa en Madrid que trata, entre otras, patologías mentales, por haber experimentado con esto (por ejemplo, lobotomía), ¿qué le parece? ¿conoce este caso particularmente?
No conozco a este psiquiatra, pero las terapias aversivas se siguen usando en diferentes lugares del mundo, especialmente en aquellos países en los que la homosexualidad es delito y hay una fuerte influencia religiosa.

¿Cree que las terapias han dado resultado? Y en general, ¿cuáles han sido los resultados obtenidos en los “pacientes”?
En España entre 1954 y 1979, fueron detenidas y fichadas por ser homosexuales más de 50.000 personas; a casi el 10% de ellas se las condenó a ser reeducadas en dos centros especializados ubicados en Badajoz y Huelva. Con ellos se utilizaron métodos aversivos y usaron medicamentos y electroshock. Si tenemos claro que la homosexualidad no es enfermedad (Asociación Americana de Psicología en 1975 y Organización Mundial de la Salud 1990) se debe comprender que el único tratamiento que deben llevar a cabo los especialistas, es ayudar emocionalmente a las personas a aceptar su orientación sexual.

Recientemente (agosto 2009) la American Psychological Association APA declaró que los profesionales de la salud mental no deben decirle a los clientes homosexuales que pueden convertirse en heterosexuales a través de terapia u otros tratamientos. Para la APA no existen pruebas sólidas de que tal cambio es probable, según el informe algunas investigaciones sugieren que los esfuerzos para producir el cambio podrían ser perjudiciales e inducir a la depresión y tendencias suicidas.

Actualmente hay países sudamericanos, árabes o africanos que tachan de ilegales a los homosexuales, ¿piensa que podrían darse tácticas parecidas?
Ya hablé anteriormente de ello. No sólo lo pienso; hay documentación científica y jurídica que demuestra que así está siendo.

El doctor californiano Joseph Nicolosi, director de la Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad, afirmó hace unos años que la predilección por personas del mismo sexo «es el síntoma de un problema emotivo», que no es «normal» y que se puede aplicar una «terapia reparativa» para personas que quieran «superar su atracción homosexual». Luca di Tolve se sometió a ella y, aparentemente, se volvió heterosexual; ahora incluso está casado con una mujer. ¿Qué opina de esto?
La homosexualidad no es “el síntoma de un problema emotivo”, porque sólo puede considerarse problema, cuando el entorno social, cultural, político, jurídico y/o relacional nos obliga a negarnos a nosotros mismos y aceptamos dicha condición. El problema está en negarse a sí mismo, en hacerse invisible y en crear las condiciones para invisibilizarnos e invisibilizar a los demás.

Desde mi perspectiva teórica explicada en varios de mis libros y artículos, la identidad sexual es móvil. No se deja de ser lo que se ha sido, por tanto no se deja de ser homosexual, pero se puede descubrir o decidir ser algo diferente, no por el efecto de medicamentos, choques eléctricos u otras terapias aversivas, sino por redescubrimiento.

Es evidente que no somos seres lógicos, como siempre nos lo han dicho, sino que somos seres emocionales que actúan y algunas veces piensan. Ser homosexual es un acto emocional, experiencial/vivencial y una manera de explicar las relaciones entre los seres humanos. Una persona es homosexual no solo cuando es homodeseante, homoafectiva, homoerótica y homogenital, sino además y especialmente, cuando asume una identidad positiva en torno a su orientación sexual.

¿Quiere añadir algo más?
Gracias por esta oportunidad para hablar de un tema que me apasiona, de una experiencia que me llena de vida y de una situación que me produce las más grandes emociones positivas. Estar siendo homosexual, es la mejor manera de estar siendo feliz. No se es, se está siendo, porque si digo que soy, es porque ya estoy terminado y aun después de muerto sigo en proceso.

Vivir en un país en el que no temo por mi vida, en el que he podido desarrollarme como persona e investigador, en el que hay normas positivas y transformaciones sociales y culturales de gran importancia para las minorías sexuales, es vital para mi; en especial, porque llegué a España buscando el asilo político y por discriminación sexual, luego de un atentado con granada en contra de mi vida y de recibir amenazas de muerte, que se extendieron a mi familia.

No hay comentarios: